miércoles, 31 de diciembre de 2014

La estrategia del cangrejo



No sé si el cangrejo es una metáfora adecuada para la involución. Basta observar a este humilde crustáceo para comprobar que el cangrejo camina de lado, no hacia atrás, como sí lo hace nuestra democracia en manos del gobierno de Mariano Rajoy. El año que termina y éste que comienza están siendo pródigos en la apertura de puertas a las tinieblas de un pasado que creíamos superado. Una información de eldiario.es ofrecía hace unos días un amplio listado de normas nuevas y viejunas destinadas a sumir este país en un abismo de derechos perdidos  y libertades recortadas. 

Fray Jorge Fernández Díaz
Nos las prometíamos muy felices con la defenestración de Alberto Ruiz Gallardón y su reforma de la Ley del aborto, pero olvidávamos que su sucesor prepara ya un duro retoque en lo referente a las chicas de 16 y 17 años. En principio puede parecernos razonable que una menor de edad  necesite autorización paterna para una dedcisión tan importante pero, al margen del drama que se viva en cada caso, por un lado está la petición de la ONU en sentido contrario y por otro se trata de una medida innecesaria cuando nueve de cada diez menores que han pedido interrumpir su embarazo lo hicieron acompañadas por sus padres. La citada in formación continúa enumerando barbaridades que el gobierno ha sacado adelante o ha incluido en su agenda: por ejemplo, la nueva Ley de enjuiciamiento criminal permitirá a la policía intervenir teléfonos particulares sin autorización judicial en casos urgentes. Lo mismo regirá para las comunicaciones postales y por correo electrónico. La ya aprobada Ley de seguridad ciudadana abunda en ejemplos de políticas represivas y contra la disidencia; el gobierno del Partido Popular no duda en falsear datos sobre conflictividad para buscar justificación a esta norma sin demanda ciudadana; así esta ley mordaza establece multas exorbitantes por evitar desahucios, realizar escraches o participar en manifestaciones no autorizadas; este mismo engendro legal legaliza la devolución en caliente de los inmigrantes que crucen ilegalmente las fronteras españolas.

 En otro orden de cosas se establece que si te metes en un marrón en el extranjero los gastos de repatriación correrán por tu cuenta cuando te hayas saltado la lista de riesgos asumibles y regiones recomendables para viajar que publica el Ministerio de asuntos exteriores; es decir, que si te secuestran en México o pillas el ébola en Sierra Leona, tú te las apañas; no haber ido o haber contratado un seguro privado de viajes. Acercándonos a asuntos más relacionados con la moral tenemos la entrada en vigor de la LOMCE consagra la religión como asignatura evalable y apoya a los centros privados que segregan a niños y niñas.  La Ley de parques nacionales que hemos heredado del exministro Arias Cañete consagra la puesta de los espacios protegidos a disposición de los particulares aficionados ala caza, actividad que, como se sabe, es muy querida por las élites políticas y económicas. La nueva Ley de propiedad intelectual, inspirada por los grandes grupos mediáticos nos ha dejado sin las noticias de Google, al imponer un canon obligatorio inasumible por un servicio gratuito y sin publicidad. El gobierno que dejó morir de inanición económica la Ley de memoria histórica cuando beneficiaba a los rojos  sufraga la búsqueda, traslado e inhumación en España de los voluntarios franquistas de la División Azul que desaparecieron en la antigua URSS, adonde acudieron a batallar a las órdenes de Hitler.
Así vieron a la División Azul los cromos de la época
Además la nueva Ley de reproducción asistida excluye explícitamente a lesbianas y mujeres solteras. Tampoco en lo económico este gobierno de la recuperación y el fin de la crisis está dispuesto a darnos alegrías, aunque se acerquen elecciones por partida doble: El IVA se mantiene como está, inuyendo ese IVA cultural del 21% que estrangula nuestras industrias creativa y del espectáculo; toca privatizar AENA y engrosar el gasto público asumiendo el rescate de las autopistas de peaje ruinosas; en definitiva, que si estos merluzos -ya hemos visto que como símil no sirve cangrejos- nos pillaron en crisis, ahora nos llevan a las más elevadas cimas de la miseria y la involución. Librarnos de ellos, siempre por vías pacíficas y democráticas, es una prioridad.

jueves, 25 de diciembre de 2014

La fanática doncella de Orleans

El 30 de mayo de 1431, en la plaza del Mercado Viejo de Ruán, a los diecinueve años, Jehannes Darc, conocida como la Pucelle -la doncella-, murió en la hoguera a la que un tribunal de la Inquisición la había condenado. Algunos siglos después fue canonizada y proclamada patrona de Francia por la Iglesia que, poco antes de su ejecución, la había expulsado de su seno y más tarde incoó una causa de anulación contra el proceso que la condenó.

Cierto es que aquel proceso fue una farsa con la sentencia dictada de antemano -como probaron la posterior causa de anulación y los documentos que han llegado a nuestros días- y que sus actas fueron falsificadas por orden del obispo Pierre Cauchon que lo dirigió,  pero no es menos cierto que el personaje histórico y la legendaria peripecia militar de Juana de Arco, la mujer que liberó la sitiada ciudad de Orleans y entronizó a Carlos VII en Reims, ha sido ampliamente mixtificado. No ha sido la menor mixtificación considerarla una heroína feminista por vestir ropas de hombre y dirigir ejércitos de hombres además de pretender interpretar un papel clave en la política de su tiempo y liberar Francia de la ocupación inglesa. No era esto lo que inquietaba a la sociedad feudal, al menos no tanto como que no fuera un rey o un papa, ni siquiera un señor, sino una campesina iletrada de diecisiete años quien se proclamaba una elegida y enviada por Dios, contraviniendo el  orden natural de las cosas. Aparte de todo eso, la santa heroína de Francia tiene al menos tantas sombras como luces. En primer lugar la Pucelle fue una fanática religiosa que aseguraba tener desde su adolescencia visiones divinas en las que ángeles y santos le hablaban y dirigían los pasos de su peculiar aventura. Por otro lado tras victorias militares como la liberación de Orleans y otras ciudades y políticas como la coronación en Reims, su obsesión belicista contra los ingleses y sus aliados de Borgoña la dejó sola y cada vez más aislada frente al pactismo del rey Carlos, que prefirió hacerse con París y la Isle de France mediante acuerdos de paz con los borgoñones. También es significativo que Juana se rodeara de personajes poco recomendables: entre sus compinches de armas estaba nada menos que  Gilles de Rais, el barón de Rais, quien antes de morir en la horca e inspirar el personaje de Barba Azul, secuestró, violó y asesinó a más de doscientos niños y niñas. Del mismo modo que Juana de Arco es venerada hoy en todo el mundo católico y no sólo en Francia pese a las muchas aristas y rincones oscuros del personaje, hemos sabido también que la mezquita de la M-30 de Madrid alberga un nido de yihadistas sin que sus imanes hagan nada por evitarlo ni por denunciar una forma perversa del islam consistente en perseguir y asesinar a los no musulmanes -y también a los musulmanes en Siria, Irak, Yemen o Pakistan- y en aspirar al martirio. Es cierto que Juana de Arco es un personaje fascinante que ha inspirado una película excepcional como la de Carl T. Dreyer y otra más dudosa como la de Luc Besson, pero en nuestros tiempos no deberíamos aceptar los mitos sin rechistar.

Vídeo: Orchestral Manouvres in the Dark: Joan of Arc - Maid of Orleans
La Juana de Arco de Dreyer




miércoles, 10 de diciembre de 2014

Desequilibrio del campo de batallla

Probablemente no se esté ampliando no sea ese campo de batalla que en su primera novela Houllebecq empleó como metáfora de la sociedad neoliberal, sino simplemente una de las trincheras. En ese bando que algunos irónicamente han llamado TDT Party deben ir haciendo sitio a un nuevo miembro que viene peleón, la RTVE presidida por el exdirector de Telemadrid, alumno aplicado de Luis María Anson y exmanipulador del 11-M José Antonio Sánchez y con el exsubdirector y exjefe de opinión de La Razón Álvarez Gundín como jefe de informativos. La televisión pública estatal se une así aun selecto club en el que ya están, o estuvieron, la mentada Telemadrid y otras televisiones regionales controladas por el PP, la también citada La Razón, ABC, El Mundo en la etapa de Pedro J. Ramírez, 13TV, Intereconomía, La Gaceta, Libertad Digital, Periodista Digital y algún otro. Hasta ahora he sido seguidor de las noticias y tetulias de La Noche en 24 Horas, del canal público todo-noticias, pero me planteo pasarme a las de 13TV; puestos a ver y escuchar a los esbirros del TDT Party, prefiero el original a la copia. Pero no crean que lo que precipita esta decisión es la indecente entrevista a Pablo Iglesias por la que el Consejo de Redacción y los sindicatos de RTVE pide la destitución del director del programa, Sergio Martín. No, o no sólo por eso; al margen de las pruebas de falta de deontología del presentador, me vienen indignando la orientación casi unívoca de los tertulianos, su descarada defensa y justificación del gobierno y el Partido Popular -ese unánime hosanna a la llegada de José Antonio Alonso a un ministerio- y oirles cómo fusilan verbalmente a quien es incómodo al poder, a éste: les he visto llamar delincuente al juez Baltasar Garzón y aplaudir y justificar que Pablo Ruz sea apartado de los casos Gürtel y Bárcenas por un poder judicial súbdito del poder político. Abrid sitio a la nueva RTVE; es de los vuestros.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una oportunidad no se da siempre

Una oportunidad, una buena oportunidad de verdad, se tiene muy de vez en cuando. No estaría nada bonito, por tanto, que la arrojasen por el retrete y tuvieramos que tirar de la cadena después. Desde la monumental sorpresa de las elecciones europeas del 25 de mayo con la irrupción de Podemos en el tablero político de España se ha elevado al estrellato a los nuevos bárbaros haciendo correr ríos de tinta a favor y en contra y se ha alertado sobre la descomposición del bipartidismo. Se alerta -¿tal vez se Alierta?- quien quiere o tiene motivos para alertarse, porque ni yo ni la mayoría de gente que me rodea contempla con temor alguno, sino con esperanza, el posible fin de este régimen bipartito y sólo tenemos miedo a que en las citas con las urnas de 2015 vuelvan a ganar los mismos que han gobernado por turnos durante los últimos treinta años. El miedo y la alerta son patrimonio del poder económico, de las grandes empresas y bancos, de las oligarquías que controlan la propiedad de los medios de comunicación; esos son quienes están dispuestos a todo por seguir a los mandos, más o menos en la sombra, de lo que llaman estabilidad: un estatu quo heredado del franquismo que garantiza privilegios  e impunidades. Todos juntos lanzan a todo gas sus maquinarias de infundir temor y esparcir infamias cuando ven amenazado su reinado. Sueñan y se humedecen de placer soñando con una alianza entre los grandes, que promueven publicamente sin pudor. Mienten cuando dicen que el mercado se pone nervios o que el sistema se asusta; los mercados y el capitalismo tienen sentimientos, así que ni nerviosismo ni miedo.

La oportunidad a la que aludía al principio puede tener muchos nombres o ninguno, pero para abreviar y orientarnos lo  llamaré unidad popular. Parto de que la alternativa debe venir necesariamente de la izquierda, pero no de un batiburrillo de fuerzas compitiendo entre sí. No me vale cualquier forma: ni una sopa de siglas ni una agrupación de electores; hablo de una coalición electoral y programática preparada para gobernar y encabezar una rebelión cívica tranquila que cambie el poder  de mano y dé a la genteel control de sus representantes, un espacio de convergencia en el que sean perfectamente identificables las piezas que lo forman sin que éstas tiren en direcciones distintas. Esta convergencia deben estar, claro, Izquierda Unida y Podemos, pero también Equo, otras ferzas ecologistas, movimientos contra los desahucios, organizaciones de consumidores, e incluso ICV en Cataluña, Compromis en Valencia y Geroa Bai en Navarra. No se trata de diluir identidades pero cada fuerza que se integre en esta alternativa de unidad popular debe acudir a ella con humildad y hacer un esfuerzo por desprenderse de algunos lastres. Por ejemplo IU y Podemos han de olvidar buenismos, voluntarismos y prejuicios progres. La federación debe dejar atrás cualquier resabio del centralismo democrático y estar dispuesta arenunciar a nombres y emblemas que están fuera de la Historia; la reciente elección de Alberto Garzón como cabeza de cartel da aliento a la esperanza de convergencia. Es esta posibilidad de confluencia lo que realmente aterroriza al poder y sus vasallos; eso explica que después de meses con Podemos como único receptor de ataques e infundios ahora carguen las tintas contra Tania Sánchez, un claro estandarte de modernización y apertura en Izquierda Unida. Pero no hablo de modernización a ultranza en una formación que puede enorgullecerse de muchos momentos de su historia; es buen momento para reivindicar la denostada teoría de las dos orillas cuando está tan claro que socialistas y populares comparten la misma ribera; hacer comprender de una vez por todas que nunca existió la pinza sino como una invención interesada: Ni Anguita se alió con Aznar contra González ni Rejón con Arenas contra Chaves; en Extremadura IU  deja gobernar al más votado, no apoya a Monago. Izquierda Unida ha de hacer mucha pedagogía, también entre periodistas, que no se enteran ono quieren enterarse, para derribar falsos mitos y condescendientes desprecios. Tampoco estaría mal que IU se desmarcase de algunas actitudes y comportamientos tolerados y hasta aplaudidos en Andalucía con tal de pillar cacho de poder. 

 En cuanto al partido de Pablo Iglesias está claro que chirría tanto liderazgo personalista y telegénico y que hace falta dar la cara con inteligencia y claridad -¡ellos, los grandes comunicadores!- ante errores, sospechas y pequeñas trapacerías y corruptelas -¿Errejón?- que emborroman y ponen en duda el mensaje más que las acusaciones de utopismo y falta de realismo. Podemos no puede permitirse graves meteduras de pata como la convocatoria en solitario de una gran manifestación para el 31 de enero. Pero lo que Podemos debe dejar atrás es una formación basada en el populismo peronista que vale para todo -peronistas eran los montoneros, peronista es Cristina Fernández y peronista fue la Triple A-, y también le sobra su obsesiva obsesión de trasversalidad: Cuando oigo a alguien proclamar que no es de izquierdas ni de derechas siempre pienso en la Falange Española, que decía lo mismo. No, señores y señoras, es la izquierda -la verdadera izquierda- laque lucha por la igualdad, los esrvicios sociales y el bienestar. Rechacen sucedáneos. Ahora que por primera vez las encuestas dicen que PP y PSOE no suman el cincuenta por ciento de los votos, cuando lo utópico e irrealizable empieza a ser  la gran coalición deseada por el poder económico la alternativa no puede estar en marcas blancas de la democracia como UPyD y Ciudadanos. No, la verdadera alternativa está en la unidad y la fuerza de la izquierda. Muchos no perdonaríamos que por pequeñas o grandes mezquindades se desaprovechase la ocasión. Oportunidades no se dan todos los días.


viernes, 21 de noviembre de 2014

Truman Capote, el chafardero indomable

Unánimemente se considera al escritor norteamericano Truman Capote (1924-1984) un maestro que en la novela y el relato dominó por igual los resortes de la ficción y la no-ficción que, sobre todo con su más famosa obra, A sangre fría, sentó las bases del conocido como nuevo periodismo, ese terreno pantanoso donde reportaje y novela llegan a confundirse, a veces con resultados asombrosos en literatura, como algunas novelas -no todas- de Tom Wolfe y casi toda la obra de Gay Talese, y otras veces fallidos -Nuestra pandilla de Philip Roth-.

Truman Capote podía ser un transgresor -en lo estilístico con A sangre fría o en lo moral con Plegarias atendidas-, pero también un cotilla de muy mala baba, como demuestra en lo más parecido a unas memorias que escribió, Los perros ladran: Personajes públicos y lugares privados. En la actualidad es frecuente que los programas televisivos de cotilleo tengan como invitado, o incluso como presentador, a un homosexual que hace las veces de bufón de una corte de famosos y famosas a quienes a veces no duda en destripar verbalmente, para regocijo del público, aunque sin hacer demasiado daño a un establishment en el que en el fondo se mueve  encantado como pez en el agua. Boris Izaguirre y Jorge Javier Vázquez son dos buenos ejemplos en este país. Pero hay que tener en cuenta que hasta Capote el chafardeo en los media se iba a los dos extremos: por un lado la prensa amarilla -e incluso extorsionadora- y por otro esos programas de radio extremadamente light que Woody Allen rememoraba en Radio days (1987) en los que un pretendido matrimonio comentaba las fiestas y merendolas con la alta sociedad y el famoseo a las que decían haber asistido el día anterior, lo guapa que iba fulanita o la elegancia y simpatía de menganito, algo así como hoy el programa Corazón pero sin divorcios ni disputas por herencias. Pero no se engañen, Los perros ladran no es un libro de cotilleos; contiene memorias de infancia y juventud, relatos de viajes centrados en el costumbrismo y momentos tan hermosos como el encuentro del autor con Collette; su faceta más cotilla la concentra en el capítulo de dicado a Hollywood. Capote no cita los nombres sino las iniciales de actores y actrices y aprovecha para burlarse del culto al dinero de los norteamericanos, que miden el valor de las cosas por su precio, y de una ciudad tan artificial que parece diseñada por y para niños pero en la que no se ven niños. Truman Capote sabía convertir el cotilleo en arte.
Portada de Los perros ladran

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Hagamos mucho ruido para que no se oiga lo que dice la gente (Nuevo homenaje a Cataluña, y a Canarias ya que pasaba por allí)

Se me recriminará opinar a toro pasado, no hablar hasta varios días después de lo ocurrido el 9 de noviembre, pero creo que no tenía por qué hacerlo. No soy catalán, ni residente ni en la diáspora, ni estoy en las filas de los poderosos que podían -debían- sentirse aludidos. Creo que lo sucedido el domingo en Cataluña fue una fiesta de participación aunque no se parecía ni de lejos a lo que debía haber sido: un referéndum con todas las de la ley como el de Escocia hace unas semanas y como los realizados antes en Québec, con todas sus consecuencias jurídicas. Pero la intransigencia de un poder central que esgrimía la Constitución y el statu quo  de 1978 como si fueran tablas de la Ley -y con ese poder me refiero al bipartito, que tanto monta...- impidió que fuera así, apoyados en esa cámara de horrores que es el Tribunal Constitucional, perros cancerberos del inmovilismo de las leyes nombrados por los partidos que las dictaron.

Y si unos con sus amenazas y su legalismo a ultranza negaron a la ciudadanía catalana su derecho a decidir su futuro, desde la otra trinchera, con tal de salvar la cara, lo redujeron a una pantomima sin más valor que el simbólico y sin garantías, simple derecho al pataleo. Todos han intoxicado con mentiras y medias verdades: desde el nacionalismo español identificando el ansia de decidir con el independentismo -con ello alimentaban al segundo, pero eso lo negarán y lo interpretarán como daño colateral-; obvian así que cabían posicionamientos personales como el de Duran i Lleida y como el de la veterana Mercè Bel. Ambos son pruebas de que la doble pregunta y la variedad de opciones hacían al referéndum catalán más democrático que el escocés. Cuando el president Lluis Companys proclamó el stat Catalá lo inscribía dentro de una República Federal Española que nunca existió, fíjense si había alternativas diferentes,  Desde el otro lado se utilizó el victimismo, el agravio y el Espanya ens roba.

En los
dos bandos se trataba de hacer ruido, ruido nacionalista para silenciar el paro, los recortes y los Pujoles, y ruido españolista para que no se constate la corrupción y la descomposición de un régimen moribundo. Mucho me temo que todo este ruido no ha cambiado nada. Como días antes, días después se sigue dinamitando cualquier posible avance. El govern de la Generalitat no sabe por donde tirar y agita el espantajo de unas elecciones adelantadas en las que triunfará la secesión -yo no tengo nada claro que las fuerzas independentistas sumen una mayoría suficiente que además deje de lado la lucha de clases-; mientras tanto una fiscalía dirigida desde el poder prepara acciones punitivas contra el president y los consellers al igual que las fuerzas de la Una, Grande y Libre -UPyD, ciutadan's, Vox, sectores del PP y la prensa heredera de El Alcázar- se quejan de que la policía no se incautara de las urnas y de que los tanques no entraran por la Diagonal -antes Avenida del Generalísimo-. Su actitud se asemeja a la de los protagonistas del único incidente del 9-N, los neofascistas encapuchados que entraron en un centro de votación de Girona para destrozar urnas y papeletas. Yestá también el caso de Canarias, donde el gobierno de Rajoy y los jueces guardianes de las esencias se han lanzado en tromba para impedir que la ciudadanía decida entre su modelo turístico y ambiental y las prospecciones petrolíferas promovidas por Repsol y su ministro amaestrado. ¿Por qué tanto miedo a la gente y a que ésta se exprese libremente? Ya se está impartiendo formación al ejército para sofocar revueltas ciudadanas,  pero a algunos no les basta ¡donde se ponga una guerra civil como Dios manda!

lunes, 3 de noviembre de 2014

Este blog lo hizo años antes que "La Tuerka"



Menuda se ha montado con la aparición en La Tuerka, la televisión del eurodiputado Pablo Iglesias, que según tengo entendido sólo se capta en Vallecas, por la emisión de una parodia de supuesta disolución de un PP carcomido por la corrupción con pasamontañas y la puesta en escena de los antiguos comunicados de ETA. Los populares y las víctimas más victimistas, como Ortega Lara están que trinan por lo que consideran insultos intolerables a los asesinados, sus familias y un partido democrático. A estos nuevos indignados -antisistema los llamaría Elvira Lindo- les diré dos cosas: Primero, aunque no me cae bien La Tuerka y todos esos modernos tan antiguos que cambian la C por K, la parodia me  parece divertida y oportuna. Les recuerdo que algunos de los detenidos en la Operación Púnica están imputados por pertenencia a organización criminal, y no cuesta extender el concepto de banda de malhechores a los partidos a los que pertenecen y a que éstos no hayan querido incluir  en el Código Penal el delito de financiación ilegal, sus motivos tendrán. Y segundo, en este mismo blog publiqué hace casi tres años esta entrada, presidida por un fotomontaje en el que identificaba la lectura de un comunicado etarra con las ruedas de prensa posteriors a los consejos de ministros, siempre anunciantes y preludios de calamidades. Yesoy seguro de que de aquel artículo y de la sátira de La Tuerka no puede deducirse falta de respeto alguno a las víctimas del terrorismo.
Captura del sketch de la polémica
En cuanto al Partido Popular, a quien le pique que se rasque. 

lunes, 27 de octubre de 2014

El Nobel, el traidor y el héroe

He empezado a conocer la obra del francés Patrick Modiano a partir de la concesión del premio Nobel de literatura, y he de reconocer que aún no he leído sus obras capitales -Un pedigree y La calle de las tiendas oscuras- y he comenzado por sus primeras publicaciones: las novelas que componen la Trilogía de la Ocupación -El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los paseos de circunvalación-, obras que transcurren en una etapa oscura, mitificada y en muchos casos vergonzosa, que el autor no conoció -nació en 1945- pero que como memoria heredada y traumática aflora constantemente en toda su vida y obra. 

Manuscrito del final alternativo para Tema del traidor y el héroe
hallado en Buenos Aires
Al leer estas tres novelas me ha venido a la mente Tema del traidor y el héroe, un breve relato publicado por Jorge Luis Borges en 1944 y que décadas más tarde Bernardo Bertolucci llevó al cine con La estrategia de la araña (Strategia del ragno, 1970). Me lo recuerda la permanente ambiguedad moral de los protagonistas y otros personajes de la Trilogía..., que se mueven escurridizos como anguilas en un territorio de noche y niebla en el que es fácil confundir de que lado se está. Trágicas paradojas como la del judío antisemita, el agente doble que admira el heroísmo de quienes componen la Resistencia, a los que conoce cuando se infiltra en sus filas para delatarlos a la Gestapo o los saqueadores que arramblan con las obras de arte y los bienes valiosos que han dejado en sus casas los parisinos que han huído de la ocupación nazi me recuerdan inevitablemente la farsa montada por Alexander Nolan en torno a la muerte falsamente heróica del revolucionario y al mismo tiempo traidor a la revolución Fergus Kilpatrick.

El mismo entorno que el cuento borgiano, la guerra de liberación de Irlanda, tiene la sensacional película El delator (The informer. John Ford, 1935), que Borges bien pudo haber visto, pues fue años después cuando perdió la visión. Su trama de traiciones por dinero mezcladas con la política nos lleva de nuevo a las obsesiones de Borges y Modiano.

lunes, 20 de octubre de 2014

Aviso a los tres cerditos: Llegará san Martín

Miguel Blesa, Rodrigo Rato e Idelfonso Sánchez Barcoj han tenido que pasar por la Audiencia Nacional esta semana como presuntos ideólogos del escándaloso sistema de sobresueldos mediante tarjetas de crédito opacas otorgado a directivos y consejeros de Caja Madrid, hoy integrada en Bankia. Los dos primeros salieron del juzgado con la obligación de abonar millonarias fianzas civiles e incertidumbre sobre su futuro penal. Rato además une su clara reprobación social a su probable expulsión vergonzosa de un partido para el que sigue siendo un totem.


Dicen que la venganza se sirve fría ¿pero tanto? Los partidos y formaciones tocados por el escándalo se están tomando con muchísima calma la adopción de medidas de castigo. Y en casos como éste considero más efectivos los ajustes de cuentas y las  vendettas que esperar a que actúe la justicia de los hombres. Hasta ahora la impunidad y la sensación de disfrutarla ha sido lo que más ha alimentado la ambición de corruptos y cleptócratas. No creo mucho en el refrán que dice que a cada cerdo llega su san Martín, porque la experiencia nos muestra que no siempre es así, pero confío en que a estos tres cerditos y a los otros ochenta como ellos el lobo los encontrará; soplará, soplará, y sus casas, palacios y búnkeres derribará.

Video: El Pecho de Andy - Llegará octubre

miércoles, 8 de octubre de 2014

Sam Fuller: Men at war

Uno rojo, división de choque



Hace ahora un siglo que vino al mundo Samuel Michael Fuller,  un norteamericano hijo de inmigrantes judíos a quien la Historia recuerda como Sam Fuller y sobre todo como el más grande realizador del cine bélico, sólo una de las muchas facetas que cultivó en una vida enteramente dedicada a la cinematografía. Tal vez, si son ustedes unos pacifistas recalcitrantes, la sola mención del término cine bélico les provoque urticaria. Les diré que el género bélico reune practicamente todos los temas y valores que todo cine realista puede contener: aventura, drama, valor, heroismo, cobardía, egolatría, fanatismo, ambición, estupidez humana, violencia, entrega, incluso humor. Y para quienes me tachen de belicista, basten unas citas del propio Fuller:
-Sobrevivir se la única gloria en la guerra.
-Si alguien pretende extraer una enseñanza o una experiencia positiva de la querra debería hacérselo mirar.
-No me interesa si la historia es occidental, oriental, de Julio César o de Marco Bruto. Me interesa la emoción, las mentiras, el engaño, que se defina qué clase de drama es. Tenemos demasiados intelectuales que tienen miedo de usar la pistola del sentido común.


Aunque ejerció como periodista desde la adolescencia, Fuller se dedicó al cine desde la aparición del sonoro. Realizó diversas actividades cinematográficas. Al principio fue escritor y guionista negro -fantasma- y al final de su vida realizó cameos como actor en películas de Wim Wenders: El amigo americano -Der amerikanische freund, 1977-, El estado de las cosas -Der stand der dinge, 1982- y El final de la Violencia -The end of violence, 1977-. Pero durante la mayor parte de su trayectoria fue realizador de films, casi todos sobre las guerras, para lo que se inspiró en sus propias experiencias en la Segunda Guerra Mundial -Verboten!- y en la de Corea -The steel helmet y Fixed bayonets-, así como los relatos de los veteranos de esas guerras. Durante el conflicto contra el Eje estuvo en el Norte de África, Italia y Normandía y sus acciones le valieron la Estrella de Bronce, la Estrella de Plata y el Corazón Púrpura.

Mark Hammil en Uno rojo...
Sam Fuller fue sin duda el cineasta más físico y carnal de su generación.
Forty guns y China gate son alguno de sus títulos bélicos más destacados de los años cincuenta, pero son posteriores las dos películas que le hicieron dejar un recuerdo imborrable en la historia del cine. La primera fue Invasión en Birmania (Merrill's  Marauder, 1962), que narra como poco más de tres mil soldados estadounidenses tienen la misión de frenar el avance hacia la India de un millón de japoneses a través de la selva birmana, que Fuller sabe convertir en algo así como un personaje de película de terror. El tratamiento de la trama y los escenarios no puede ser más atrevido y roza la abstracción en la escena en que el teniente interpretado por Ty Hardin revisa fusil en mano un insólito laberinto de rocas. Hay que esperar a 1980 para dar con su obra maestra, que disputa con Apocalypse now (Francis F. Coppola, 1979) y Senderos de gloria (Paths of glory. Stanley Kubrik, 1957)  el título de mejor película en la historia del cine bélico. Me estoy refiriendo a Uno rojo, división de choque (The big red one). Su trama abarca dos guerras: Al comienzo estamos en 1918; ante nosotros, un campo de batalla en Francia sobre el que yacen diseminados cientos de cadáveres de los dos bandos que combaten en la Primera Guerra Mundial y entre ellos un crucifijo cuyo Cristo tiene las cuencas de los ojos vacías domina la escena. Un cabo de infantería de los Estados Unidos recoge las chapas identificativas de sus compatriotas muertos. El cabo ignora que esa misma mañana se ha firmado el armisticio; la guerra ha terminado. Eso es lo que grita el soldado alemán que se acerca a él con los  brazos en alto. Pero el cabo norteamericano cree que se trata de una trampa, le mata y se guarda de recuerdo el emblema rojo, un número uno distintivo de la compañía a la que pertenecía el soldado al que acaba de matar. Veinticinco años después, en otra guerra, el uno rojo es el símbolo de un grupo de élite al  que pertenece el cabo, ahora sargento , que combate en Túnez al Afrika Korps de Rommel. El sargento - Lee Marvin- está al frente de un puñado de hombres lleno de miedo y dudas, como cualquier soldado. Desde el Norte de África a la liberación de los campos de exterminio nazis pasando por Sicilia, Normandía y Bélgica, el sargento y cuatro de sus soldados de choque vagabundean sin rumbo fijo, siguiendo el itinerario que les dictan unos superiores a quienes desprecian, sin entender nada, sometidos a menudo a situaciones grotescas. Sus vivencias están narradas visualmente con un desaliño que transforma bruscamente naturalismo en surrealismo. Podemos ver lecciones de gran cine de acción como la toma del pueblo siciliano plagado de francotiradores que Steven Spielberg copió con esmero en Salvar al soldado Ryan (Saving private Ryan, 1997), pero esa poética de la lucha se quiebra con la irrupción del niño empeñado en trasladar a su madre muerta en un ataud de cuatro asas hasta el cementerio donde reposa su padre. Personajes y momentos grotescos salpican una acción que se va volviendo más y más estilizada, hasta que nadie, ni espectador ni mucho menos soldados, sabe donde está. Nunca se nos plantea quién y por qué se combate; no veremos ni a Rommel ni a Patton, sino a unos personajes con los que no se permite identificarnos pues se mueven en un sueño. Nos encontramos con el catálogo completo de lugares comunes del cine bélico y especificamente del ambientado en la Segunda Guerra Mundial: la guerra en el desierto, los combates cuerpo a cuerpo, el desembarco en Omaha Beach -que no tiene nada que envidiar al magníficamente rodado por Spielberg-, la cobardía que se redime con un gesto heroico, el descubrimento del horror supemo, el de los campos de la muerte; la diferencia está en que estos soldados también tienen vida cotidiana: se alimentan de comida en lata, se aburren, padecen hemorroides, disfrutan como críos cuando encuentran una playa en la que bañarse y llevan muy mal el celibato impuesto por las circunstancias. Uno rojo, división de choque es una gran lección de cine, por la naturalidad con que la secuencia más sencilla se transforma en depurado ejercicio y coreografía y también por la aparción de elementos simbólicos y surreales en un escenario amueblado por objetos comunes. Esos objetos pierden el suelo al igual que los soldados pierden momentaneamente su condición cuando por ejemplo se convierten en comadronas de un parto en el interior de un tanque y los condones que les suministra el mando se convierten en guantes asépticos para la intervención; antes les habían servido  para que el agua no emtrara en los fusiles durante los desembarcos. Las sitaciones se desnudan hasta el punto que nos encontramos en plena zona cero del cine de guerra, es casi cine mudo. Los soldados hablan poco. A veces la información nos llega de la voz en off del narrador, el soldado Johnson convertido después en escritor e interpretado por Kelly Ward, o de la propaganda con que unos y otros practican la guerra psicológica contra el enemigo. El cenit de tanta estilización, surrealismo y horror es la liberación de uno de los campos de exterminio, mostrada con toda la contención imaginable, sin casi nada explícito. No vemos los cadáveres amontonados, pero sí las chimeneas de los hornos aún en marcha; no vemos los cuerpos esqueléticos, sólo las miradas perdidas dentro de sus ojos hundidos, pero toda La lista de Schindler (Schindler's list, Steven Spielberg, 1993) no transmite tanto horror. Para la historia del cine queda la escena en que el soldado Griff -un Mark Hammil en su único papel significativo fuera de Star wars- descubre a un soldado nazi escondiéndose en uno de los hornos crematorios que han estado empleándose sistemáticamente hasta el último momento. El soldado le apunta desde el interior del horno, pero Griff, que acaba de ser testigo de lo que los seres humanos son capaces, dispara y le mata, sigue y sigue disparando absurdamente una y otra vez sobre el alemán muerto. Acaba de alcanzar el mismo grado de estupefacción que su sargento viene arrastrando desde la guerra anterior. El sargento, que nadie como Lee Marvin podría interpretar con tanta frialdad aparente como aparentada, es quien da la forma circular a la película, que no deja de ser también una reflexión sobre el caracter de cíclica e inevitable escabechina a la que estamos condenados. Su recorrido le lleva al mismo campo de batalla donde en la anterior guerra mató a un soldado enemigo cuando ya se había firmado la paz. Vuelve bajo el Cristo de los ojos vacíos donde ahora le espera otra fantasmagoría: la emboscada de los soldados nazis que simulan estar muertos. Cuando todos se han vuelto mudos tras el descubrimiento de los campos, recoge a un niño moribundo con quien no intercambia una  sola palabra; le da de comer y le sigue llevando sobre los hombros cuando  llega la inevitable muerte del crío. El sargento aspira a la redención pero, como la de todos, es imposible, ni siquiera cuando se empeña en salvar la vida de un soldado alemán contra quien, como al de la otra guerra, se ha lanzado sin saber que el conflicto ha terminado. Poco importa que el enemigo se salve, no puede haber retórica de la redención.
Invasión en Birmania


Termino como empecé: Sam Fuller sabía que si de una historia de guerra se extrae una enseñanza moral es sencillamente un engaño. Sobrevivir es la única gloria que uno puede conquistar en la guerra. Con esta frase citada más arriba se cierra Uno rojo, división de choque. Se pueden encontrar grandes películas con un nítido discurso antibelicista. En Uno rojo... e Invasión en Birmania hallamos las más altas cotas alcanzadas por este g´´enero cinematográfico. No busquen en ellas antibelicismo; son cine bélico en su estado más puro, pero precisamente  por la extrema sequedad, la urgencia y el desapego con que semuestra la guerra, sus pequeñas gestas y las miserias de la vida cotidiana de la tropa, provocan en el espectador un efecto mucho más nítido de desprecio y horror ante lo que algún imbecil llamó el noble arte de la guerra.


sábado, 4 de octubre de 2014

El nuevo ni-ni: Ni estudia ni trabaja, asesora

Sólo tardó veinticuatro horas. Un día después de publicarse su dimisión en el Boletín Oficial del Estado el exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón solicitó el ingreso en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid como miembro vitalicio, un puesto al que le da derecho su condición de expresidente de dicha Comunidad, como su antecesor en este último cargo Joaquín Leguina, ya integrante de por vida del Consejo. La antigua rival de ambos Esperanza Aguirre se apresuró a justificar ambas presencias en el dorado y carísimo cementerio de elefantes, dado que ese mismo destino le aguarda a ella sea cual sea su futuro próximo, y eso que Gallardón aseguró en su comparecencia de despedida que regresaría a su trabajo de abogado tras los dos años de retiro que marca la Ley. Su solicitud -hecha por sí mismo, no una gracia de Su Majestad-, no hace  falta decirlo, fue aceptada de inmediato, tras lo cual el ministro retirado ha pasado a embolsarse 87.440 euros brutos anuales por asistir poco más de una vez a la semana a votar resoluciones que funcionarios con salarios mucho más modestos -y además congelados- redactan.

La presencia de esta equívoca figura del asesor, opaca en cuanto a su número y a su retribución, y de más que dudosa utilidad parece ser un mal que se reproduce en distintos niveles de la Administración, que se rodean de asesores, sueltos o agrupados en consejos como el citado de Madrid para proporcionar acomodo y peculio a familiares, amigos, militantes de los partidos gobernantes o cualesquiera personajes a quienes se deban favores políticos o económicos. Recientemente se denunciaba su proliferación alrededor del gobierno gallego. Al parecer por Baleares también se extiende esta plaga como la carcoma. También se ha hablado mucho de la superpoblación de asesores en el Ayuntamiento de Madrid -relacionado además con el uso de las Visas opacas de Caja Madrid- y la Diputación de Granada, entre otros ejemplos. Ya se han dado sentencias contra administraciones que colocaron en masa y por supuesto a dedo como asesores políticos -en comunicación, cultura, vaya usted a saber- a compañeros de militancia que no obtuvieron plazas mediante el voto popular en unas elecciones.

El puesto de consejero consultivo del señor Gallardón es vitalicio, es decir que durará mientras dure la vida del usufructuario o mientras subsista la propia institución en la que se ha integrado. Como no sería políticamente correcto ni legalmente justificable mandar al exministro al otro barrio, y con ánimo de ahorrar al erario público gastos tan onerosos, meatrevo a sugerir otra clase de aborto: la supresión del Consejo Consultivo, cuya ausencia sólo notarán sus miembrosa finales de cada mes, junto a una serie de organismos prescindibles que, en aras de la austeridad y la cordura democrática del país, no podemos permitirnos. A saber:


1. La Corona
2. El Senado
3. El Tribunal Constitucional
4. El Consejo de Estado
5. Las diputaciones
5. Las mancomunidades comarcales
6. Las subdelegaciones del Gobierno
7. Las delegaciones provinciales de los ministerios
8. Los defensores del pueblo autonómicos
9,Multitud de patronatos municipales y provinciales
10. Latotalidad de los consejos y tribunales consultivos y de Cuentas
Suma y sigue...



domingo, 14 de septiembre de 2014

Playlist nº 62: La enfermedad perjudica seriamente la salud

De sanidad, y salud; de males y enfermedades; de médicos y enfermeros; de hospitales y operaciones. Ahí van quince píldoras. Consulte a su médico o farmacéutico sobre el uso de estosmedicamentos. Manténgase fuera del alcance de los niños.

1. Robert Palmer: Bad case of lovin you (Doctor, doctor)
2. Cohete: La salud es lo primero
3. Aretha Franklin with Luther Vandross: Doctor's orders
4. Big Audio Dynamite: Medicine show
5. Golpes Bajos: Estoy enfermo
6. Death in Vegas: Medication
7. Allen Toussaints: St. James infirmary
8. La Mode: Enfermera de noche
9. The Velvet Underground: Lady Godiva's operation
10. Def Con Dos: Errores médicos
11. Health: Die slow
12. Joe Jackson: Cancer
13. Editors: Smokers out side the hospital doors
14. Alaska y los Pegamoides: El hospital
15. Fernanda y Bernarda de Utrera: Mi mal no tiene cura (Soleares)


martes, 9 de septiembre de 2014

La vacuna de la ignorancia

Todo esto viene al caso del niño británico Ashya King, aunque encuentro similitudes entre la actitud de esos padres que se llevaron a la criatura sin permiso del hospital londinense en el que estaba ingresado y otros hechos anteriores o recurrentes en los que, como en este, se ven mezcladas la salud, la infancia, la religión, las supersticiones y el sentido común o su ausencia. Los King y sus abogados se agarran a su intención de financiar una terapia que le proporcionarán al niño en un centro privado de la República checa y su desconfianza en las alternativas que les ofrecen en el Reino Unido, reclamando una tutela ahora en manos de la Justicia y que no demuestran merecer. Los expertos indican que la trapia de protones a la que aspiran los padres someter a Aysha en Praga es un tratamiento apenas experimentado, poco efectivo y extremadamente costoso. Algunos medios opinan que el hecho de que los progenitores sean testigos de Jehová puede explicar su terca decisión. No sería la primera vez en que la actuación de unos miembros de esta secta respecto a menores bajo su tutela causa alarma y ya han sido sonados casos de padres que hacían peligrar la salud de sus hijos negándose a que recibieran una transfusión sanguínea, algo que sorprendentemente algunas sentencias no han considerado una forma de homicidio.

En lugar de generar rechazo la conducta de la familia King ha movido una ola de solidaridad y apoyo en las redes sociales, donde se acusa de insensibilidad a la comunidad médica y a los estados de no respetar la libertad religiosa y de conciencia. Y yo le pregunto a tanto abajofirmante si se manifestaría también en favor de la ablación, que es una tradición de algunas sociedades que en muchos casos se realiza a instancia de los progenitores de la víctima. ¿Están se guros de que el de los King no es un caso de agresión a un menor?

Colegio Gómez Moerno de Granada
Al comenzar el curso 2010-2011 se dio en Granada la circunstancia inaudita de que la Justicia tuvo que obligar a un buen número de padres a vacunar a sus hijos. Ocurrió en el colegio Gómez Moreno del Albaicín despues de que se produjeran entre los alumnos y maestros casi cincuenta casos de sarampión mientras un buen número de padres y madres se negaban a que sus hijos fuesen inmunizados con las vacunas que gratuítamente les suministraba la Consejería andaluza de Salud. Aquellos progenitores acabaron ante el juez y el titular del Juzgado de lo Contencioso número 5 ordenó la vacunación forzosa de treinta y cinco niños. En zonas de África voluntarios de Médicos Sin Fronteras sufren agresiones de quienes desconfían de la medicina occidental mientras en Pakistán los talibanes persiguen a los sanitarios que pretenden vacunar a sus hijos convencidos de que tratan de inocularles cristianismo o laicismo. Vemos también como en África Occidental el combate de la epidemia de ébola se ve dificultado por los ritos funerarios y los sanitarios se ven obligados a aceptarlos a sabiendas de que hacerlo significa perder terreno frente al avance del virus.

Cuando ocurrió el asunto del G.ómez Moreno charlé y discutí mucho al respecto, comprobando con estupor que había quienes aplaudían la actitud -ética, decían- de unos padres que se negaron explícitamente o por omisión a que sus vástagos fuesen inmunizados. Salud y el juez fueron pacientes y comprensivos en exceso si tenemos en cuenta que los antivacunas son responsables directos de la extensión de la enfermedad puesto que un brote se convierte en epidémico cuando, como fue el caso, aparece donde se concentran muchas personas no vacunadas. Escuchando a estos padres entiendo a esosa maestros al borde del suicidio tras una tutoría con papás y mamás que, mediante la lectura de suplementos dominicales y charlas con compañeros de pilates, se han formado sus propias ideas sobre pedagogía y se permiten dar lecciones. En la generación que hoy lleva a sus hijos al colegio hay mucho perroflauta con cortocircuito ideológico. Anda suelto u tipo de padres contra el que convendría desarrollar una vacuna antes de que el  daño que causan a sus hijos sea irreparable.

Expreso mis dudas de racionalista y me envían documentación sobre el argumentario antivacunas. Loprimero que leo es de u médico catalán  llamado Marín Olmos. Cuando veo que el susodicho es profesor de homeopatía -una de las más escandalosas estafas de nuestro tiempo- y que en la misma web se anuncia la prueba científica definitiva de que se usaron explosivos para volar las Torres Gemelas no leo ni una línea más. Las corrientes y grupos antivacunación, que incluyen a veganos, integristas evangélicos y new age, revisten de supuestos argumentos científicos mitos y creencias que entroncan tanto con la superchería como con la paranoia conspirativa. Parte de culpa tendrá  también la Administración en la extensión de los prejuicios contra las vacunas, tras retratarse con la industria farmacéutica exagerando la amenaza de l gripe A para justificar la compra masiva de vacunas que hubo que  destruir después. ¿Cómo confiar en máximos reponsables de Sanidad que tomaban posesión del cargo luciendo enl muñeca la pulserita milagrosa? Y no olvidemos a las universidades que proporcionan formación y las farmacias que hacen negocio con la homeopatía y la holística. Cierto es que la medicina no es una ciencia exacta, pero la mayor parte de sus alternativas ni siquiera son racionales.

Debemos vacunarnos contra el retorno de la ignorancia, contra los nuevos charlatanes que van de feria en feria pregonando sus ungüentos y crecepelos; denunciar el apoyo público y e médicos y farmacéuticos a la homeopatía y otras terapias dudosas; desenmascarar a charlatanes, conspiranoicos, sanadores e incluso psicoaalistas -sí, otra seudociencia ajena a l evidencia experimental-; opnernos y desobedecer a esos jueces que anteponen la libertad religiosa y de conciencia al sentido común y los derechos de la infancia.

A partir de un artículo publicado en Granada Hoy en noviembre de 2010







domingo, 31 de agosto de 2014

El califa en lugar del califa

Se llama Abu Bakr al-Baghdadi; se hace llamar califa de lo que también se autodenomina Estado Islámico, cuya existencia ningún otro país, ni civilizado ni silvestre, reconoce. Su caso recuerda al de Napoleón quien, tras arrebatarla de las manos del Papa, se impuso a sí mismo la corona imperial. Un papa -es decir, un portavoz de la falsa verdad- es precisamente lo que ambiciona este Al-Baghdadi colocar entre sus trofeos de caza, aunque sean cuales sean las aspiraciones de este personaje y sus fanatizados acólitos, que han querido dejar atrás en crueldad y barbarie a las huestes del finado Osama Bin Laden, su futuro parece tan incierto como el del desaparecido mulah Omar.

Sin embargo, el exacerbado fanatismo de sus fieles no puede ser motivo de tranquilidad para este califa, a quien no faltarán maquiavélicos visires que, como Iznogud, conspiren para ser el califa en lugar del califa. De momento sólo el ejercicio férreo del terror y la persecución contra quienes disientan de un Corán leído con ojos inyectados en sangre constituyen la argamasa de ese Estado Islámico; eso y el más o menos encubierto apoyo de algunas potencias regionales como Catar -paraíso de nuestros futbolistas millonarios-, la Turquía de Erdogan, hasta hace poco el Egipto de Mursi y quién sabe si el wahabismo saudi cuyos príncipes son tan queridos por nuestra monarquía. Argumentos, además del tradicional victimismo musulman, se los ha dado en abundancia la represión contra los suníes ejercida por el depuesto Al Maliki. En un reciente artículo Juan Goytisolo destacaba las inteligentes jugadas del sirio Bachar Al Assad, primero renunciando a su inútil arsenal químico y en la actualidad presentándose ante Estados Unidos como un mal menor que, con todos sus abusos y arbitriariedades, es preferible a los bárbaros que le combaten, a quienes la exsecretaria de Estado Hillary Clinton a toda costa quería armar. Pese a quien pese y nos guste o no, hoy por hoy los regímenes de Siria e Irán son los últimos diques de contención frente al avance del yihadismo.

Pero nos cuesta tanto ser conscientes del peligro de esa yihad y ese Estado Islámico. Sus crucifixiones de infieles y sus matanzas en masa de combatientes enemigos parecen no afectarnos. Poner bajo sospecha a unos musulmanes es algo que no nos atrevemos a hacer por miedo a que nos tachen de racistas. Es bien reciente el caso de la red pakistaní que sometía y prostituía a cientos de menores ante las narices de los pusilánimes policías y fiscales de Roterham. Es  loable que los progresistas españoles y de todo el mundo clamen que sen sometidos a la Justicia los asesinos de José Couso, pero al mismo tiempo no pueden guardar silencio ante la ejecución de Jim Foley y el secuestro de Steven Sotlof. No parece políticamente interesante preocuparse por estos periodistas víctimas del Estado Islámico como tampoco hubo airadas reacciones internacionales cuando los talibanes y los servicios de inteligencia pakistaníes acabaron con Daniel Pearl. En Irak y en Siria alguien tiene que dejárselo claro a estos poseedores de la única verdad, también el ruido de las bombas si no basta la ancestral sabiduría de los yazidíes: Así no habló Zaratustra.

lunes, 11 de agosto de 2014

La escuela de los vicios

Mal oficio es mentir, pero abrigado;
eso tiene de sastre la mentira,
que viste al que la dice, y aun si aspira
a puesto el mentiroso, es bien premiado.
Francisco de Quevedo


Este mes de agosto he tenido ocasión de asistir, en el Festival Castillo de Niebla, a la representación de La escuela de los vicios, un espectáculo creado por Morfeo Teatro a partir de sonetos, escritos políticos y sátiras de Francisco de Quevedo. En la comedia un diablo -por supuesto cojuelo- capta a dos ambiciosos necios para que aprendan en su escuela de los vicios, la única en la que te pagan por estudiar y se obtienen títulaciones como bachiller en mentir, licenciado en engañar, doctor en hurtar y catedrático en medrar.

Con un tono que une el vodevil, un programa de El Intermedio y una chirigota de carnaval, el texto que Francisco Negro ha construido sobre las reflexiones de Quevedo no puede ser más vigente pues habla sobre la eterna presencia de la corrupción y el engaño en nuestras vidas y cómo estos vicios constituyen los cimientos y la argamasa del poder político y económico, si e que existen diferencias entre ambos poderes. Los protagonistas acaban por convertirse en ministros, magistrados y banqueros; se citan explícitamente el euro, la troika, la patria suiza del dinero y la tacañería de quienes negocian con el crédito, pero, lejos de acudir a chistes coyunturales, lo que encontramos son ácidas reflexiones sobre problemas y debilidades persistentes en el tiempo, no sólo en nuestro país aunque las referencias a España y su monarquía -la de los tiempos de Quevedo y la actual, el rey siempre se llama Felipe- son frecuentes. Al final se abren ventanas a la esperanza, mencionando un horizonte en el que el pueblo se adueña de su destino y se libra de sus poderosos parásitos.

El banquero
Puede parecer una obviedad pero la Historia y el presente de España ha estado y está en manos de aplicados alumnos de La escuela de los vicios, cuando no se han convertido ya en avezados licenciados, doctores y catedráticos de las artes del mentir, el robar y el medrar. De hecho exportar el modelo de La escuela de los vicios puede ser más rentable que cualquiera de las reformas y contrarreformas educativas con las que malgastamos tiempo, tinta y saliva. 
El  magistrado
Cada día desayunamos con una nueva corruptela, una vieja cacicada, una estafa o un abuso bancario. Quevedo nos explique con claridad como funcionan los engranajes de la máquina.
La ministra
Pero aunque sean historias bien conocidas no viene mal que una sabiduría como la de


viernes, 25 de julio de 2014

La guerra por whatsapp

Foto: eldiario.es


ola ke ase, vamos a bombardear, sus vais de casa o ke ase? Esta es la caricatura de un supuesto mensaje en el que el ejército israelí advierte por whasapp a unos vecinos de Gaza de un inminente ataque para que corran a refugiarse lejos de sus casas. Cuentan que estas advertencias se hacen a diario mediante llamadas y mensajes SMS. Netanyahu y los suyos deben acogerse así al dicho el que avisa no es traidor, como si los gazatíes tuvieran algún lugar donde huir.

No es un Sorolla,
es un ob jetivo militar israelí
Resulta creíble que el mejor servicio de inteligencia del mundo, el Mosad, tenga fácil acceso a los números de teléfono de todos y cada uno de los vecinos de Gaza. No tiene explicación entonces que se confundan objetivos terroristas o fundamentalistas con un hospital de discapacitados, una escuela de las Naciones Unidas o unos niños que juegan en la playa. Todo el mundo tiene derecho a evitar que el vecino le lance cohetes encima, pero no destrozando su casa con la familia dentro. Además carece de lógica la justificación de que es un ataque contra terroristas islámicos: Si su vocación es el martirio ¿por qué darles gusto? 

Cuentan también que los israelíes, antes debombardear, recurren al viejo método de lanzar octavillas al enemigo ¿Cuál de las docenas de variedades dialectales de la lengua árabe escogerán? ¿Han tenido en cuenta el bajo nivel de alfabetización de la franja? Cuando en 1912 Italia atacó Libia para conquistarla, comenzó por lanzar cientos de octavillas, que estaban impresas en árabe arcaico. Los árabes se lanzaron a recogerlas creyendo que eran billetes de banco, y no entendieron ni palabra de lo allí escrito. A partir del día siguiente los italianos tiraron bombas de verdad, cuyo lenguaje entiende todo el mundo.

Seamos menos frívolos. Unos diez mil palestinos han buscado refugio en las instalaciones de la UNWRA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de suministrarles medicinas, educación y alimentos en las sitaciones de emergencia. Entretanto el único órgano de la institución con poder ejecutivo, el Consejo de Seguridad, es tan inoperante como siempre en estos casos. Cuando se trata de frenar o condenar una acción de Israel, el veto de Estados Unidos paraliza cualquier decisión, como ocurre con el veto ruso si la afectada es Siria. Ante tanto brazo cruzado ¿qué hacer? ¿quedarse en casa para que los cascotes te caigan encima o salir despavorido en busca de un refugio que no existe?


domingo, 20 de julio de 2014

Playlist nº 60: Sones narcóticos

Drogas, legales e ilegales, pero siempre ligadas a la música, como a cualquier forma de adicción. Más o menos nocivas, en fin, sustancias variopintas, adicciones y síndromes; a veces en mensajes encriptados, aveces explícitamente y a las claras. Nos quedaremos sin saber si Lucy in the sky with diamonds tenía que ver o no con el LSD. Será por canciones que hablen sobre drogas...


1. Talking Heads: Drugs
2. The Velvet Underground: Heroin
3. Neil Young: The needle and the damage done
4. Curtis Mayfield: No thing on me (Cocain song)
5. Siniestro Total: Todo por la napia
6. Bob Dylan: Rainy day women #12 & 35 (Everybody must be stoned)
7. Sepultura: Altered state
8. Amphetamine Eaters: Consumist of illusions
9. The Beatles: Doctor Robert
10. Los Vegetales: La pastilla roja
11. Fangoria: No sé qué me das
12. American Music Club: The decibels and the little pills
13. The Rolling Stones: Mother's little helper
14. Albert Pla: San Cristo de las farmacias
15. Kiko Veneno: Farmacia de guardia
16. Raimundo Amador: Bolleré
17. El gitano de Balaguer: Carajillo, canuto y raya
18. Bob Marley and The Wailers: Kaya
19. Peter Tosh: Legalize it
20. Oasis: Cigarettes and alcohol
21. Kaka De Luxe: Borracho no se puede conducir por la ciudad
22. Stevie Wonder: Don't drive drunk
23. Eels: Novocaine for the soul
24. Roxy Music: Love is the drug
25. Pony Bravo: Noche de setas
26. The Who: Doctor Jimmy
27. Marianne Faithful: Sister morphine
28. Lou Reed: How do you think it feels
29. Los Coyotes: El mono
30. Derribos Arias: Un poco shiego

Próxima entrega: La guerra por whatsapp (Muy pronto) 


































9

lunes, 14 de julio de 2014

Patria, nación y telas de colores



Hacía muchos años -diría que desde El laberinto de las aceitunas, Sin noticias de Gurb y las novelas de Petros Márkaris protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos- que para mi la lectura de un libro no iba asociada a una risa a carcajadas -hasta temer que las mandíbulas se me desencajen y sufrir dolores abdominales-. Ha vuelto a ocurrirme con Catalanes todos, la más reciente novela del joven narrador barcelonés -salvo que sea Rimbaud, a los 48 años un escritor está en la flor de la vida- Javier Pérez Andújar. Reescritura y ampliación de su ensayo Las 15 visitas de Franco a Cataluña publicado en 2002, Catalanes todos es un fresco histórico que relata como los catalanistas conservadores de Cambó celebraron y se unieron al levantamiento franquista, fusilaron rojos con entusiasmo en la Playa del Parapeto -hoy Playa Chernobyl- en Sant Adriá, se enriquecieron durante el franquismo, participaron en la red de fuga de jerarcas nazis, fueron los principales actores de la corrupción y la especulación urbana de aquellos años y, cuando las cosas cambiaron, sobrevivieron manteniendo sus privilegios y la primera fila envolviéndose en senyeras y consignas nacionalistas, pero tan de derechas como siempre. A Franco la ciudad le chiflaba, en especial la sardana, la Moreneta y el Barça. A lo largo de las décadas el lector va encontrando las mismas caras en los desfiles de la victoria, los juegos florales y deportivos del Primero de Mayo -entonces San José Artesano-, las finales de la Copa del Generalísimo a las que el Caudillo era tan aficionado, los cócteles y bailes de la burguesía barcelonesa y las diadas de los últimos lustros, desde la del millón a la de la Vía catalana.

En la novela se repiten apellidos que a muchos sonarán -Vidal-Quadras, Samaranch, Porcioles..-. Sin que en ningún momento el autor lo proclame -no intenta hacer un panfleto-, es sencillo unir por la línea de puntos franquismo, pujolismo y post-pujolismo y concluir que, salvo durante la presidencia de  Lluis Companys y el Tripartito, en Cataluña siempre han mandado los mismos. Se incluyen divertidos episodios escatológicos, delirantes ucronías como la que nos sitúa ante los países del Eje como vencedores de la II Guerra Mundial y otros delirios como el que plantea al exministro franquista y destacado opusino Laureano López-Rodó redactando el borrador del Estatut: Los catalanes, como los demás españoles, son también hijos de Dios. A fuer que Pérez Andújar logra divertirnos con su lengua acerada, y reirse de patrias, banderas y poderosos siempre es sano.
Lo que podrían ser los restos de un rito satánico en Playa Chernobyl