domingo, 31 de agosto de 2008

Último artículo publicado en Granada Hoy

La mala condición


Algunas ministras del actual Gobierno, como Bibiana Aido, Carme Chacón y Magdalena Álvarez –y con ellas, la número tres del PSOE Leire Pajín- están siendo fuente de inspiración para el rebrote de las más repugnantes, viejunas y soeces esencias en la caverna y entre los cavernícolas más aclamados. Su condición de mujeres las hace musas de otra condición, la mala condición de babosos de pluma o verborrea disentérica. Esta ralea le hace a uno perder las reservas y el sonrojo ante los excesos del catecismo progre y la ideología de género. Buenos son si provocan y sirven para desenmascarar a tanto chimpancé con micrófono o columna.

Ocurre que son mujeres y de izquierdas, porque, fíjense: Lo destacable de la candidata republicana a vicepresidenta de los EE.UU. Sarah Palin es, para Pedro Fernández Barbadillo, que sea una mujer, no que sea una loca fanática de la Asociación del Rifle, homófoba, antiabortista, fundamentalista y creacionista. Pero eso, que sean mujeres, es lo malo cuando hablan de las ministras socialistas, ya que si las
rojas tocan poder es gracias a las cuotas. Juan Manuel de Prada escribe en ABC que "para abastecer su gabinete de tías, Zapatero buscó debajo de las piedras".

Para ser ministra, según Federico Jiménez Losantos, el mérito de Aído debía ser “haber ganado algún torneo de peteneras"; el humor de chiste de garbanzos y borrachos de taberna sevillana de Antonio Burgos la califica de “flamenquita llegada a ministra del Batallón de Modistillas de ZP”. Chacón para David Gistau era "Carmen, la del bombo" y de nuevo Burgos, uno de esos andaluces profesionales de los que abominaba Borges, la acepta “como animal de compañía, de batallón o de regimiento”. Fedeguico gusta de hacer escarnio de la ministra de Fomento, “Lady Aviaco”, “Maleni la de los socavones”, y el viejo verde Luis María Ansón se fija, claro, en su bikini y la sitúa “luciendo palmito en la playa mientras aviones que no están en condiciones se estrellan por España”. Aunque nada como el repugnante comentario de Fernando Sánchez Dragó sobre la secretaria de organización del PSOE: “No me importaría jugar un rato con la Pajín, me conformaría con lo que su apellido sugiere”.
[Photo]No sé a ustedes pero a mí del machismo de esta mala hierba, de esta fosa séptica del pensamiento patrio, más que su sesgo ultra me molesta su grosería y la complicidad de su clac ignorante y tabernaria, prueba de que llevamos adosado como una lapa un machismo tan telúrico como pujante. Porque esto no va sólo de política: Otra vez Antonio Burgos, ese Don Guido machadiano, ante el relevo de José Antonio Maldonado como “hombre del tiempo” televisivo por Mónica López, escribe: “Lo sustituye una Sorayita, una Leire, una Bibiana, una señora joven, que es la moda…Y las gracias hemos de dar al cielo porque no sea un travestón, que se lleva más todavía y es más igualitario y progre”. No sólo son de mala condición, dan mucho asco.

lunes, 25 de agosto de 2008

Algunas citas

374 ejecutados en China durante los Juegos Olímpicos

La cifra le da título a un espléndido artículo del enviado de El Mundo a Pekín en el que se denuncia cómo la desidia occidental hacia la situación política en China ha acabado en complicidad y cómo los periodistas han sido los primeros encandilados por una descomunal labor de propaganda del Partido Comunista Chino.

"374 es el número de chinos que han sido ejecutados durante las dos semanas que han durado los Juegos de Pekín, si el régimen chino ha seguido con su ritmo normal de tiros en la nuca, según un cálculo de Amnistía Internacional. Ejecutados por hasta 68 delitos diferentes, tras sentencias dictadas por un sistema judicial dependiente del Gobierno y sin las garantías de imparcialidad mínimas."

Leer todo el artículo

Las Olimpiadas como última utopía fascista

En Libro de notas encuentro un post de Josep Izquierdo de su blog La Guillotina-Piano con una interesante -lo que no quiere decir del todo acertada, discrepo en algunas de sus argumentaciones- sobre el olimpismo y sus ritos. Pero mucho hay de cierto en frases como esta:

"¿Y cuál es el espíritu de los tiempos actuales que emana del olimpismo? La creencia en la eugenesia deportiva, la superioridad nacional frente al "otro", el distinto, el extranjero, y la inclinación de la juventud por los uniformes deportivos y los desfiles."


Ciudadanos del
mundo

Olímpicos aparte, en su blog de blogs, Mesa de Mezclas, Nino Cruz comenta e introduce una atinada cita de El dedo en La llaga, la columna diaria de Javier Ortiz en Público, sobre globalidad y cercanía y cómo el periodismo internacional acaba convirtiéndose en periodismo de barrio

"Un niño maltratado a diez manzanas tiene más interés que cien niños muertos de hambre en África o masacrados por una bomba amiga en Afganistán (que, además, vete a saber por dónde cae). Una impúber rubita inglesa desaparecida en Portugal, bien introducida en el star system por unos padres con dotes mediáticas, tiene doce veces más gancho que doce mil niños agónicos explotados en Malasia por una multinacional de prendas deportivas."

La cara humana y la cara dura

Luis Miguel Fuentes escribe en El Mundo de Andalucía unos implacables comentarios semanales que describen todo el espanto, el mal gusto, la manipulación, la horterada sin límites, la ignorancia semianalfabeta y la ausencia de sentido del ridículo que caracteriza a buena parte de la programación de Canal Sur TV. Su columna Somos Zapping puede leerse semanalmente en la sección andaluza de El Mundo y también está recogida en el blog de Luis Miguel Fuentes. La de hoy lunes todavía no está en el blog y por eso la he escaneado para que pueda leerse completa aquí pinchando en la miniatura. Como muchas otras columnas de su autor no tiene desperdicio, además de estar muy bien escrita. En este caso Fuentes habla del tratamiento carroñero y falsamente sentimentaloide que desde la televisión pública andaluza se ha dado al accidente de Barajas.

No le resta un ápice de valor a lo que escribe Fuentes el medio para el que está escrito, pero no puedo evitar hablar de la paradoja que supone que desde esas mismas páginas, las de El Mundo, si bien no se optó por el morbo y la explotación del dolor, desde el primer día se intentara levantar una teoría de la conspiración de esas que tantos periódicos les hizo vender. Hace falta ser muy miserable para salir a la calle el día después con el titular y los subtítulos de su portada, que además de intentar convertir en sospechas fundadas simples especulaciones inconexas, despreciando las mínimas reglas éticas y estilísticas del periodismo, demuestra un absoluto desprecio por las víctimas y sus familias tratando de sacar tajada de su desgracia. Bueno, ya estábamos más que acostumbrados. Pinchando en la miniatura accederéis a la portada completa.

Y para remate el editorial de ese día, que ya sabéis a quien hay que atribuir. Si se fundara un club social de hienas, éstas vetarían la entrada a Pedro J. Ramírez alegando escrúpulos éticos.

Discrepar con inteligencia o las cagaditas de rata

Ya he escrito en alguna ocasión contra el llamado Manifiesto por la Lengua Común, y sobre todo respecto a las intenciones de sus promotores y los partidos y medios de comunicación que les han apoyado. También sobre lo difícil que es proclamar la defensa de un idioma con tal pobreza de estilo como en aquel pésimamente redactado manifiesto, y sobre todo plantear el apoyo al español -basta de castellano, por favor- en confrontación con otras lenguas y hablantes de España. Sin embargo hay que quitarse el sombrero, discrepar con respeto o aplaudir, según guste, al leer a un escritor y académico que se adhirió a posteriori a este manifiesto -que mantengo que ha hecho más daño que otra cosa- explicando sus razones para apoyarlo. Arturo Pérez Reverte, a quien pocos ven firmando panfleto ajeno, hizo una excepción. Sus razonamientos, en su columna semanal Patente de Corso, merecen al menos una lectura. Que cada cual juzgue. Hay algo en lo que no podré negarle la razón: toda esta batalla artificial es una invención de los políticos para justificarse, mientras las sociedades viven su bilingüismo o su monolingüismo con la mayor naturalidad del mundo.

domingo, 24 de agosto de 2008

Último artículo publicado en Granada Hoy

La sensibilidad de una almeja

En las campañas de concienciación suele haber más buena voluntad que resultados; solo con un incansable raca-raca se cambian las mentalidades. Para combatir la tolerancia cómplice hacia quienes conducen con copas encima ha hecho falta desarrollar técnicas de detección, muchos controles, y el endurecimiento de la Ley. Pero basta un simple acto de irresponsabilidad para dar al traste con años de esfuerzo. Un juez de Granada, el titular del juzgado de lo Penal 1, quiere abanderar la inconsciencia. El juez Manuel Piñar -hum, ese apellido...- absuelve a quien es pillado cogorza sobre ruedas –van cuatro al menos-. Su campaña a contracorriente -que se cita a sí mismo y a sus propias sentencias cuando recurre a jurisprudencia, ¿no les suena a afán de notoriedad?- habla de “inquina persecutoria y acoso” contra los bebedores, olvidando citar a los centenares de víctimas de accidentes de tráfico causados por el alcohol, todo porque supuestamente no se persigue con igual ímpetu a quienes conducen bajo los efectos de las drogas. Por cierto ¿El alcohol no es una de ellas?

Es poco creíble que lo que preocupe realmente al juez sea tanto drogota incontrolado al volante. No ignora Piñar que si no se les da caza es porque aún no existen medios suficientes para hacerlo, que no es fácil dar con detectores válidos para drogas muy diferentes, que en esto tan solo se está empezando; y que más de un equipo de investigación debe estar ahora mismo desarrollando detectores de estupefacientes más efectivos, polivalentes y baratos. Esos alcoholímetros homologados que el juez considera no fiables –por dudar se puede discutir que el sol sale por el Oriente- son fruto de años de investigación, hace falta arrogancia para descalificarlos.

Lo que según Piñar deslegitima la persecución a los borrachos es que no se sepa capturar a quienes conducen con medio Medellín en el cuerpo; es como decirle a alguien con un cuchillo clavado en el estómago que no es legítimo perseguir al navajero porque a la Policía se le escapan casi todos los asaltantes de chalés. No se desprende ni un gramo de simpatía hacia las víctimas en las absoluciones con que el juez Piñar obsequia a los conductores borrachos. No, el juez dedica su solidaridad a los pobrecitos que vienen de una boda o una despedida de soltero “en el límite” de la irresponsabilidad. Lo triste de la dudosa notoriedad que está logrando el togado no es ya que equipare el dolor de las víctimas con la contrariedad del que se tiene que conformar con pedir una sin en la comunión de su sobrina para no perder puntos, es que sólo es comprensiva con el infractor, al que se lleva a “estados de ruina personal”, dice. ¿Cómo define el juez el estado en el que queda una familia con la mala fortuna de cruzarse con un borracho al volante? Para sensibilidad… una almeja.

España 107 - EE.UU. 118

"Uno de los mejores partidos de baloncesto de la historia" (LeBron James)

Mereció la pena madrugar para verlos. La final olímpica de baloncesto fue una gozada de principio a fin. Para quien no haya aprendido a disfrutar de este deporte ver el partido en el que España se hizo con la plata haciendo sudar a un equipo sobrehumano bastaría para aficionarlo para siempre... Y para comprobar que también en baloncesto los árbitros siempre están con los EE.UU. "Estaban cagados, y si no lo admiten, mienten. Los hemos tenido acojonados" (Marc Gasol).

  1. Paul Gasol con la medalla de plata
  2. Alex Mumbrú y Marc Gasol luchan por un balón con Chris Bosh
  3. Gasol y Howard
  4. Carmelo Anthony
  5. Juan Carlos Navarro al final del partido
  6. Kobe Bryant
    La selección española
Fotos: Marca.es
ElPais.com



martes, 19 de agosto de 2008

Vuelve el homínido

Fedeguico contgaataca



¿Qué haríamos sin él? Como Aznar en versión cómica Fedeguico aprovecha las vacaciones y se va a hacer las Américas, mientras en la COPE los obispos debaten si se libran de él o pesa más el pastel publicitario que les genera entre el hooliganismo españolista y españolizante. Como Aznar Fedeguico guarda las mejores para las giras internacionales. Fedeguico se ha ido a Miami y le ha entrevistado ¡albricias! Jaime Bayly, el novelista limeño autor de espantosas novelas gays como "No se lo digas a nadie" y "La noche es virgen" y que con sus diatribas fascistas a favor de la invasión de Cuba y el asesinato de los Castro al principio de la entrevista hace parecer a Fedeguico como un liberal -liberal liberal, no un libegal a lo Fedeguico- ¿Le preguntó acaso sobre Maricom-plejines Rajoy? No, se limitó a tirarle de la lengua y como Fedeguico la tiene fácil y sueltecica se explayó a gusto: El Rey corrupto, Zapatero -qué triste coincidencia, Fedeguico, zapatero, la profesión de tu padre- mejor enfermo, lo de Chávez que parezca un accidente, y duda Fedeguico entre el parkinson y la silla eléctrica para Castro. Fedeguico, si Rouco te abandona ficha por Muchachada Nui, hacen falta humoristas como tú... ¿Qué tal la rodilla, Fedeguico?

lunes, 18 de agosto de 2008

¿Bombas homófobas?

ETA coloca una bomba en una conocida zona de cruising gay



Será tal vez una casualidad; será que estos tarugos simplemente eligieron un lugar tranquilo y despejado que cayera muy cerca del Hotel Tryp Guadalmar. Pero miren por donde, el primero de los
tres artefactos que estallaron ayer domingo en la Costa del Sol fue colocado en el paraje conocido como Arraijanal, el único espacio litoral sin urbanizar que queda en el término municipal de Málaga, situado entre la urbanización de Guadalmar y el Club de Golf del Parador. Como Arraijanal lo conocen los políticos que llevan disputando por el terreno, el Ayuntamiento de Málaga que lo ha recalificado a urbanizable en su nuevo PGOU, la Junta de Andalucía, que quiere mantener su actual protección y AENA, que lo considera espacio de exclusión aérea para el cercano Aeropuerto de Málaga.

Los habituales conocen la zona, en el límite de los términos de Málaga y Torremolinos, simplemente como Guadalmar. Además de que la playa colindante, junto a la del propio campo de golf es la única nudista de la zona, resulta que Arraijanal es uno de los más animados lugares de cruising gay de toda España. Cualquiera que se haya alojado en el hotel colindante, con vistas a todo el paraje, alucina con el trasiego incesante de coches que, a todas horas del día y de la noche, bajo el implacable sol de agosto o cayendo chuzos de punta, se adentran por sus caminillos sin asfaltar en busca de un alivio rápido y anónimo de los escozores del bajo vientre. Uno de esos lugares que las guías especializadas califican como AYOR -At Your Own Risk- pues es inevitable que alguno de esos encuentros no acabe del todo bien y se han contado algunos robos y agresiones, que deben ser la excepción y no la norma puesto que la animación del lugar no ha decaído jamás.

Y... ¿qué pintan ahí los zoquetes de ETA poniendo bombas? No es por pensar mal -quiero decir, peor de lo que ya pienso de estos borderline-, pero no sería la primera vez que su visión del mundo a lo Barrio Sésamo -cerca, lejos; bueno, malo; español opresor, euskaldun guay-entra en los terrenos de la moral; ya han querido ser valedores de una juventud vasca sana y libre de drogas y la han emprendido contra los camellos o todo lo que consideran decadente -y que no incluye ponerse hasta el culo de kalimotxo antes de quemar un autobus-. El seminarista que siempre llevaron dentro y que aflora a la primera que se descuidan. ¿Homofobia en ETA? ¿A alguien podría extrañarle?

Más de un habitual de la zona compartirá esa sospecha y pensará: "Lo que nos faltaba, que el Txeroki ese no te deje siquiera chuparla en paz".

sábado, 16 de agosto de 2008

Eli "Paperboy" Reed And The True Loves



El renacer del soul


He perdido la cuenta de los años que llevo escuchando y coleccionando música de forma compulsiva, y por lo tanto estoy más que acostumbrado a los movimientos cíclicos de revivalismo de tal o cual género, a la progresiva aceleración de dichos revivals y, dado que jamás tuve la tentación de hacerme de esos que un día deciden no escuchar más música actual, no trabajo con la nostalgia. Es evidente que al crecer tu cultura musical echas la mirada cada vez más atrás, pero no hay nada de nostalgia en ello, sino pura curiosidad al descubrir que, si los sonidos de los sesenta fueron siempre los que más me marcaron, tenía que buscar sus raices en los cuarenta, los cincuenta, el blues, el jazz, el folk o el gospel. Nada que ver con M-80 y otros negocios del recuerdo.

Esto me permite distinguir las llamadas al pasado que se producen cuando escasean nuevas ideas en el presente, o a los jetas que le venden a un público musicalmente iletrado un simple rescate -ni siquiera actualización- de sonidos añejos como muestras de su propio e inexistente talento... distinguir estos fenómenos, digo, de la sorprendente e inesperada recuperación de la música soul que estamos viviendo en los dos últimos años. Aclararé que no se trata de ser más condescendiente con este revival que con otros porque el que se recupera sea mi género favorito; es más que eso. Lo que Amy Winehouse, Duffy -entre los productos de aceptación mainstream- o lo que Jill Scott, James Hunter, Ryan Shaw o Sharon Jones -con eco minoritario- están haciendo no se parece a un revival, sino a una resurrección. Es algo así como decir: "Señores, retomemos la historia donde lo habíamos llegado porque miren lo que nos hemos estado perdiendo durante todos estos años".

Es cierto, la del soul es una tradición rota. La disco music primero, la electrónica, el pop negro de Prince y Michael Jackson y esa aterciopelada y meliflua black music de los últimos años, son una ruptura, no corresponden a la evolución natural de la soul music que marcó una revolución racial y generacional y fue la banda sonora de la conquista de los derechos civiles en Norteamérica y del orgullo de ser negros. Ideológicamente, y espiritualmente, la antorcha la sostiene el hip hop, es además la forma musical que más fagocita del soul clásico en sampleos y citas, pero musicalmente no es lo mismo. El Northern Soul ha sido un culto con una indudable utilidad arqueológica, pero demasiado restringido y basado sólo en la recuperación de joyas perdidas del pasado, no en creación de nuevos productos. Los revivals como tal se han mostrado falsos: cantantes como Anita Baker o Alicia Keys derivaron rápidamente hacia sonidos acomodaticios para radiofórmulas adultas.

Esta recuperación de la soul music tal como se practicaba en los años dorados de Stax, Motown o Atlantic responde a una demanda: la necesidad de sonidos creíbles, con expresividad, corazón y alma. Estos nuevos soulmen y soulwomen, entre los que hay tantos intérpretes blancos como negros, no forman un grupo homogéneo. Al margen de haberse convertido en carnaza para la prensa amarilla, Amy Winehouse representa la contemporaneidad, suena a presente, mientras Duffy -mucho menos blanda de lo que algunos pretenden- opta por el revivalismo puro y no sólo de soul, sino de cierto folk-pop y pop-soul que en los sesenta se podía encontrar en Dusty Springfield, Lulú, o parte del catálogo de Bacharah & David. Otros han optado por recrear fielmente instrumentaciones e incluso métodos de grabación, lo cual mientras en
Sharon Jones and the Dap-Kings se queda en guiño nostálgico resultón, en el hombre que nos ocupa, Eli "Paperboy" Reed, nos proporciona el más excitante retorno a las raíces que podríamos imaginar.
Eli "Paperboy" Reed es blanco, bostoniano, regordete y con pinta blandita, entre Lloyd Cole y Brian Wilson, aunque se transforme en lo alto de un escenario. Pero cuando grita el comienzo de "Take My Love With You" crees que Sam Cooke ha resucitado en mitad del Harlem Square Club. Su forma de cantar -susurra como Otis Redding, grita como Aretha Franklin, tiene la alegría de Cooke y la energía de James Brown- te aplasta contra el suelo. No es el suyo un revivalismo sin más, por más que se pueda incluir en la categoría de los puristas. Sigue el camino trazado por otros como si no hubieran pasado cuatro décadas, y en su segundo disco, "Roll With You" -lo mejor que haya salido de las prensas de una discográfica en este 2008- aporta nuevas joyas a la historia del género, canciones de la talla de las de los maestros.

No ha salido de la nada, el suyo parece un camino trazado a propósito reproduciendo la formación musical que tuvieron los soulmen de los sesenta. Ha vivido en Clarksdale, Mississippi, y en Chicago, empapándose de blues y rythm'n'blues; en su Boston natal formó parte de coros de gospel, una calculada formación musical de la que su primer disco "Walkin' and Talkin'" forma parte, como producto de rythm' n' blues potente pero en el que su técnica vocal aún no está depurada. La maduración se ha completado con "Roll With You", un disco grabado con técnicas analógicas, en cinta, con instrumentos muy usados, con formación de septeto y cuyo sonido está marcado por una cuidada e infalible sección de viento, pero sobre todo por la voz de Eli "Papperboy" Reed, un cantante como los de antes.

"Roll With You" llega en el momento justo, es como un "aquí no ha pasado nada, seguimos haciendo la música que nunca debimos dejar de hacer". Me quedo con el espectacular arranque de "Stake Your Claim", la conmovedora melodía de "I'll Roll With You", o con el single -¿alguna canción no lo es?- "Take My love With You", pura herencia de Sam Cooke, y su increible saxo a mitad de la canción, o con la ortodoxa balada "It's Easier" o con un "Boom Boom" que es puro Little Richard, por citar algo en un disco en el que ni una nota es desaprovechable. Puede que sea una alegría momentánea o que junto a "Back To Black", "This Is Ryan Shaw", "The Real Thing" o "Rockferry", a los que supera en autenticidad y en garra, marquen una segunda edad de oro de la música soul.


viernes, 15 de agosto de 2008

Wall-E, un clásico instantáneo

Cuando las películas te cambian la vida


Hay una sensación que el aficionado al cine experimenta en muy escasas ocasiones, pero cuando la vive, no se olvida. No es malo que sea así, si todo fueran obras maestras perderíamos la ilusión de encontrarlas entre la basura. Es esa sonrisa que llega de una oreja a la otra al salir de la sala, es el "¡hostias!" que estás a punto de soltar en algunos momentos de la proyección, es, al fin y al cabo, la sensación única que supone vivir un momento histórico siendo plenamente consciente de que lo es.


Lo que he vivido la primera vez que he visto Wall-E sólo me ha ocurrido otras dos veces en una pantalla de cine. Hay otras muchas películas con las que he tenido la sensación de obra maestra instantánea, títulos de todos los géneros, descubiertas en un cine o en la pantalla de la tele, algunas más grandes e influyentes en la historia del cine que las que voy a citar, pero es que Wall-E está íntimamente relacionada con otras dos cintas únicas que han marcado mi vida como espectador de cine; una es 2001, una odisea del espacio -Wall-E está llena de homenajes muy explícitos a la cinta de Stanley Kubrik- y la otra, A.I. Inteligencia Artificial, la herencia de Kubrik que recogió Spielberg -espero que no queden tarugos a quienes a estas alturas aún haya que explicarles por qué A.I. es una pelicula arrebatadoramente moderna y una obra maestra revolucionaria, puro riesgo formal y filosófico y no la cursilada ternurista que los analfabetos cinematográficos pretenden-. Las tres películas nos hablan de lo mismo, la evolución de la especie humana, la relación del hombre con las máquinas que crea y de las máquinas entre sí. Las tres son distopías aterradoras. Las tres optan por el modelo de La Odisea: el viaje y la aventura como fuente de conocimiento y de evolución. En un momento dado hay que soltar amarras en pos del conocimiento o la redención. 2001 es la menos pesimista, deja la puerta abierta a un superhombre nietszchiano que no sabemos sí vendrá para mejorar la especie o no. A.I., con su explícita referencia a Pinocho, nos plantea que no es el razonamiento más sofisticado sino el sentimiento más simple lo que marca un estadio evolutivo más elevado, y la necesidad de dar y recibir cariño lo que para las máquinas significa el reto de la evolución de las especies.


En Wall-E el horizonte distópico que se nos plantea es el más atroz que cabe imaginar, y lo interesante es que se logra una película apta para todas las edades en la que no se nos escamotea el horror de un futuro en que el planeta es un desierto de residuos, del que el ser humano ha desertado hacia el espacio sin aprender la lección, preso del consumismo, esclavo de las grandes corporaciones, infantilizado por la publicidad, pusilánime, vago, gordo y atrofiado. Sin embrgo, la especie humana no ha perdido del todo su capacidad creativa, es capaz aún de retomar las riendas, pero eso sólo es posible mediante un proceso revolucionario, en el que la ayuda de las máquinas será esencial.

Claro que en Wall-E, el ser humano es sólo un actor secundario, es la máquina la protagonista, y es ahí donde Wall-E se convierte, no ya en la mejor película de animación de la historia del cine, que lo es -no me sonroja en absoluto la hipérbole, tiempo al tiempo- sino en autentica poesía visual que habría hecho las delicias de Picabia, Duchamp y Marinetti. Qué lejos de todos los prodigios de la reciente animación digital que suelen ser colecciones de gags mejor o peor ensamblados, esto habla otro idioma; está una obra que nos habla del fetichismo de una máquina hacia otras más primitivas -la fascinación de EVA y Wall-E por un encendedor Zippo-, que logra para Wall-E el Sancho Panza perfecto en la minimalista cucaracha que apenas es una línea de color, que transmite más emoción con los dedos metálicos del robot chatarrero cuando se cruzan en esa mezcla de expectación, resignación y amor que los mohines de cientos de actores de carne y hueso, o que nos sitúa a personajes presos de su destino cuyo reto vital será romper con la función para la que han sido diseñados, Wall-E como humilde compactador de chatarra y EVA como mortífero robot explorador. Lo lograrán por amor, pero también por un sentido del deber que se parece mucho a la conciencia, y, en el caso de Wall-E también por salvar a la especie humana cuyos recuerdos colecciona compulsivamente y admira cuando se encierra en su contenedor a cuidar su colección de objetos y ver una y otra vez Hello Dolly.

Por supuesto es la primera media hora de la historia, la parte de la narración que transcurre en la tierra y que es puro cine mudo, donde Wall-E alcanza la perfección, es cuando asistimos a una obra radical y vanguardista, pero Andrew Stanton y Pixar nos reservan momentos cautivadores durante el resto del metraje. Así lo que comienza como un gag divertido, el baile en el exterior de la nave con Wall-E propulsándose con un extintor,
y que acaba recordando a las maravillosas escenas en el espacio abierto a ritmo de vals de 2001, es de tal belleza que justificaría por sí sola toda la película. La batalla por el control del crucero espacial de los humanos no se resuelve al estilo del moderno cine de acción con sus dosis calculadas de suspense y espectacularidad; tiene una estructura narrativa compleja y llena de sorpresas. Hasta el factor cómico, la banda de robots defectuosos que lidera la rebelión, se resuelve de forma nada convencional: Son locos escapados de un sanatorio, y entre ellos va un temible robot psicópata que, por fortuna, está del lado de los buenos, pero hace una escabechina entre los agentes del orden.

Son innumerables los detalles que convierten a esta película de animación en una obra vanguardista y arriesgada, mucho más allá de la preciosa historia de amor y amistad, de la incómoda denuncia ecologista, y del deslumbrante despliegue visual que también es, pero aunque las críticas están siendo unánimes a favor, es de esa radicalidad de lo que muchos no se enteran. Leo en EP3 una de esas reseñas-píldora a las que se ha visto reducida la crítica cinematográfica en estos tiempos de pereza mental, con una pega: "Una pena que no se incida lo suficiente en el mismo (uno de los más preocupantes planteamientos de ciencia-ficción de los últimos tiempos, escribe antes), en favor de reforzar la vertiente más tierna del argumento, como es costumbre en la casa" ¿Hemos ido a la misma película, A.S.B.? ¿Te has enterado de algo?

Wall-E, incluyendo homenajes a otras cintas, -el parecido del protagonista con E.T. es evidente y las llamadas a 2001 son constantes en la segunda parte- escapa del modelo referencial y la sobredosis de citas tan de moda en el cine de animación. Contiene incluso guiños extracinematográficos a la propia tecnología: El robot Wall-E se reinicia con el sonido de los viejos mac y mucho se ha escrito del parecido de EVA con los iMac blancos, por algo Steve Jobs es el jefe de todo esto. Wall-E viene del autor de la excepcional Buscando a Nemo, pero ésta película, o Los Increibles, o Toy Story, en toda su genialidad se quedan a años luz de un producto que va mucho más allá de lo que Pixar ha significado hasta ahora en términos de innovación. Wall-E trasciende a sus creadores y viene a reclamar su lugar entre los clásicos que cambian el cine y que le cambian la vida al espectador de cine.

lunes, 11 de agosto de 2008

El Gobierno Zapatero y la "Directiva de la vergüenza"

El cuervo de Poe

¿Qué ocurre? ¿Ya no somos ignorantes supinos y demagogos irresponsables quienes nos oponemos a la Directiva Europea de Inmigración -no se pierdan el breviario que el PSOE ha facilitado a sus militantes para que intenten defender lo indefendible- por considerarla un inaceptable retroceso en derechos civiles? ¿Acaso la Directiva de la vergüenza ya no es, como hace dos meses, un "avance importantísimo, pues establece límites y garantías para la expulsión de inmigrantes irregulares en nueve países de la UE que no los tenían"? ¿Ha cambiado de opinión el Gobierno y los 23 europarlamentarios socialistas españoles que la apoyaron? ¿Se van a retirar los expedientes abiertos a Josep Borrell y Raimon Obiols por ser los únicos eurosocialistas españoles que votaron en contra? Me temo que más bien se trata de que tenemos un Gobierno y un partido en el Gobierno que como el Zelig de Woody Allen adapta camaleónicamente su discurso a la audiencia que tenga más próxima en cada momento. Sólo así se explica que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega en los últimos días vaya repitiendo como el cuervo infernal de Edgar Allan Poe un "nunca, nunca, nunca" prometiendo que jamás de los jamases España va a aplicar dicha Directiva comunitaria a sus pobrecitos inmigrantes.

Hay que tener en cuenta cuál ha sido el contexto en que la vicepresidenta ha repetido su "nunca jamás", una gira por Centroamérica en la que todos los mandatarios con quienes se ha encontrado le han reprochado la traición sin precedentes a esa supuesta hermandad iberoamericana y a los principios de solidaridad con ese continente que significa haber apoyado una norma profundamente racista, represora y retrógrada en armonía con la Liga Norte, los polacos de Ley y Justicia los liberales austríacos y la Alianza Nacional de Fini entre otros -y luego se quejan de que el lehendakari acepte votos de los batasunos-. Claro que en la gira de la vice había que agradar aunque para ello, en todas sus comparecencias -incluida la entrevista telefónica concedida esta mañana a la Cadena SER- Fernández de la Vega, como un lorito -o como el cuervo de Poe- tenga que repetir "nunca jamás, nunca jamás".

Ésta es la entrevista de la SER:


Al escucharla la primera pregunta que me viene a la cabeza es cómo toda una reputada juez y jurista puede ir por el mundo alegremente pretendiendo que nos creamos que España no va a cumplir las leyes y normas internacionales que la obligan y que ha ayudado a aprobar. La segunda es si la vicepresidenta piensa que su partido va a gobernar para siempre, ya que está dispuesta a garantizar la no aplicación de la directiva por toda la Eternidad. ¿Es acaso un delirio imaginar un gobierno de derechas -o incluso uno socialista- que para obtener votos apelando a los instintos más bajos del electorado o impulsado por una avalancha de cayucos o un incremento de la delincuencia decida aplicar la Directiva de la vergüenza en su versión más dura? Y al hilo de ambas preguntas la tercera es si piensa Fernández de la Vega que tanto los ciudadanos y votantes españoles como los mandatarios iberoamericanos somos tontos de baba; si creen que esta infantilización de los mensajes a la que nos está acostumbrando la troupe Zapatero les va a funcionar mucho tiempo.




Las respuestas a esas preguntas me resultan tan sencillas como la certeza de que no nos van a engañar una tercera vez con su insoportable levedad. Además de torpes e inútiles están resultando ser miserables y mentirosos. No sé cual será la alternativa que nos espera, pero por soñar imposibles hoy me apetece hacerlo con Zapatero y De la Vega arrinconados en el desván del olvido y quien siempre debió estar ahí, Josep Borrell, al frente del Partido Socialista y del Gobierno de España. Aunque sea sólo por haber tenido la valentía de enfrentarse a la indignidad de sus compañeros.

Por si aún no tiene claro por qué esta directiva Europea nos hace a todos, no sólo a los inmigrantes, menos libres, recomiendo el artículo publicado en El País por Joan Herrera y Raúl Romeva, diputados de ICV en el Congreso y en el Parlamento Europeo:

Un paso atrás en los derechos humanos


En un post de A Sueldo de Moscú publicado en junio, poco después de la aprobación de la directiva, uno de los comentaristas facilitaba las direcciones de correo electrónico de los eurodiputados socialistas españoles que votaron a favor de la Directiva de la vergüenza, por si a alguien le apetecía recordarles su indignidad. Yo, por tratarse de la eurodiputada más cercana a mi circunscripción, le remito este mi humilde post a la granadina Francisca Pleguezuelos. Que le aproveche.

Último artículo publicado en Granada Hoy

Un fastidio

Qué fastidio de disidentes que les da por morir asesinados por sus ideas o exiliarse con tal de empañar la imagen de de los Juegos Olímpicos. Qué fastidiosos esos 127 atletas que pidieron a Hu Jintao bobadas como derechos humanos, libertad de expresión y libertad de culto. Menos mal que tenemos al marqués de Samaranch, el ex franquista que convirtió el olimpismo en negocio profesionalizado, para, contagiado del lenguaje de los dazibao maoistas –ayuda que el Gobierno chino haya pagado muy bien su entusiasta cooperación- proclama que todo el pueblo chino está con las olimpiadas y el esfuerzo realizado por su Gobierno y por tanto los atletas no deben hacer comentarios políticos en estadios y arenas, porque eso empaña la imagen de los juegos.

Que fastidio de Reporteros sin Fronteras, pirateando emisoras de radio chinas para difundir sus fastidiosos mensajes por la libertad de expresión. Menos mal que Samaranch tiene otro aristocrático sucesor, el conde Jacques Rogge, agotado de lanzar diatribas contra la prensa que cuenta las protestas y no los fastos -aunque las malas lenguas aseguren que cuando Rogge pidió a la prensa que dejara de acosar a los miembros del COI, quería poner fin a las incursiones de periodistas en el bar de los directivos-. Para que vengan disidentes tan fastidiosos como He Depu, preso por escribir sus opiniones en Internet, a pedirle que le visite en prisión y compruebe cómo es la mayor cárcel del planeta. Como si el conde Rogge no tuviera nada mejor que hacer.

Menos mal que existe toda una irreductible reserva espiritual maoísta que desde los foros nos acusa de sólo ver la paja en ojo ajeno ignorando las violaciones de derechos humanos en regímenes tan equiparables al chino como los de EE.UU., España o Grecia. Menos mal que nuestro Gobierno y nuestro Comité Olímpico nos recuerda que los Juegos no son el foro adecuado para las protestas, y deja claro a los atletas que el ADO no les paga por pensar, que lo suyo es el músculo y no el cerebro… y que las buenas relaciones con el mercado chino son lo más importante, apostilla Moratinos. Menos mal que los gobernantes del mundo saben que unos Juegos Olímpicos son básicamente políticos, un arma de propaganda del régimen que los organiza, y por eso, hoy por tí y mañana por mi, salvo por las cuatro vaguedades soltadas por Bush al llegar a Pekín, él y Sarkozy, los Príncipes de Asturias, Putin -ahora aplaudo, ahora bombardeo Georgia- y el lucero del alba finalmente estuvieron allí para aplaudirle al régimen chino sus fuegos artificiales, pese a los fastidiosos empeñados en hablar de política, censura, derechos humanos y contaminación. Ante tanto empeño en empañar, la voz tajante de Giselle Davies, directora de Comunicación del COI debe servirnos de consigna: "Confiamos en las autoridades chinas para evaluar cada situación y actuar de forma adecuada".

lunes, 4 de agosto de 2008

Lo nuevo de Paul Weller

22 dreams, el Sgt. Peppers de Weller

...O su "Album blanco". Al cumplir 50 años Paul Weller ha puesto en la calle su disco más ambicioso, 22 dreams, barroco, complejo, largo, variado y brillante: soul, rock, electrónica, jazz, krautrock y hasta tango contiene en sus 22 piezas. El músico que llevó al pop británico a sus cotas más altas de calidad con The Jam y The Style Council no ha perdido un ápice de fiereza y combatividad y sin renunciar a la elegancia que bla, bla, bla... ya estamos con los tópicos. En fin, se trata de una obra magna, tal vez lo mejor que ha compuesto Weller desde Setting Songs, y para demostrarlo, sus dos primeros clips:

Have You Made Up Your Mind nos trae al Weller soul, que sobre una potente base de guitarras sitúa unos coros que Curtis Mayfield firmaría con los ojos cerrados. No he conseguido averiguar quién dirige el estupendo clip de animación.




El otro single que cuenta con vídeo de momento es el energético Echoes Round The Sun en el que aparecen las dos lujosas colaboraciones del tema, Noel Gallagher y Gem Archer de Oasis.


Último artículo publicado en Granada Hoy

Discos dedicados

Hubo un tiempo en que los periodistas éramos convocados a diario a un sinnúmero de ruedas de prensa por parte de los gabinetes de comunicación de tal o cual concejal, carguillo o baranda. Cumplíamos con el rito, acudíamos, aguantábamos la parrafada inicial, formulábamos preguntas sobre el tema en cuestión o aprovechábamos para plantear otros asuntos de nuestro interés. Regresábamos a redactar la información, que no tenía por qué versar sobre el tema de la convocatoria sino sobre cualquier otro que circunstancialmente hubiera surgido en su transcurso. Después oíamos a nuestra conciencia susurrarnos que sólo hacíamos información dirigida, que si éramos voceros de lo oficial, si debíamos sacar tiempo para investigar nuestros propios temas... Con nuestra conciencia solía coincidir nuestro jefe, sobre todo si estaba recién incorporado al cargo o comenzando una nueva temporada. Lleno de energía, nos anunciaba el fin de la información convocada, ahora íbamos a ser el pasmo de nuestros compañeros de tantos asuntos turbios que destaparíamos. Al día siguiente nos mandaba a cubrir tres ruedas de prensa en el Ayuntamiento y dos más en la Diputación.

Ese era el paraíso perdido. Todo cambió cuando los gabinetes de comunicación institucionales experimentaron un proceso de engorde que ha acabado en obesidad. Antes el alcalde, el presidente de la Diputación o el delegado de la Junta tenían sus jefes de prensa. Después los consejeros, más tarde cada delegado provincial de la Junta tuvo su periodista apadrinado, ahora son oficinas de comunicación completas, con más personal y medios técnicos que algunas emisoras, consagradas a la progresiva conversión de la información en propaganda.

La última novedad, asociada a las nuevas tecnologías, es lo que acertadamente un compañero llama discos dedicados. Un diputado provincial o un delegado de la Junta dan una rueda de prensa –puede ser virtual, no es necesario que haya periodistas, basta una cámara enfrente- y los gabinetes de comunicación de la Junta o la Diputación, a las pocas horas hacen llegar a los medios un deuvedé con la comparecencia debidamente editada, de la que se ha eliminado cualquier pregunta incómoda no sea que el periodista receptor se desvíe del objetivo propagandístico del producto. Redactores vagos y editores y directores deseosos de agradar a la oficialidad reciben sin rechistar estos discos dedicados y cumplen a la perfección un papel de intermediarios en el que están a gusto y que satisface a la autoridad. La oferta laboral en los medios institucionales engorda, pero pronto eso traerá un adelgazamiento de las plantillas en los medios. Porque para la transmisión de propaganda no hacemos falta, basta una cámara, un programa de edición de vídeo, una grabadora de deuvedé y unos gabinetes de prensa cada día más obesos.