Foto: eldiario.es |
ola ke ase, vamos a bombardear, sus vais de casa o ke ase? Esta es la caricatura de un supuesto mensaje en el que el ejército israelí advierte por whasapp a unos vecinos de Gaza de un inminente ataque para que corran a refugiarse lejos de sus casas. Cuentan que estas advertencias se hacen a diario mediante llamadas y mensajes SMS. Netanyahu y los suyos deben acogerse así al dicho el que avisa no es traidor, como si los gazatíes tuvieran algún lugar donde huir.
No es un Sorolla, es un ob jetivo militar israelí |
Resulta creíble que el mejor servicio de inteligencia del mundo, el Mosad, tenga fácil acceso a los números de teléfono de todos y cada uno de los vecinos de Gaza. No tiene explicación entonces que se confundan objetivos terroristas o fundamentalistas con un hospital de discapacitados, una escuela de las Naciones Unidas o unos niños que juegan en la playa. Todo el mundo tiene derecho a evitar que el vecino le lance cohetes encima, pero no destrozando su casa con la familia dentro. Además carece de lógica la justificación de que es un ataque contra terroristas islámicos: Si su vocación es el martirio ¿por qué darles gusto?
Cuentan también que los israelíes, antes debombardear, recurren al viejo método de lanzar octavillas al enemigo ¿Cuál de las docenas de variedades dialectales de la lengua árabe escogerán? ¿Han tenido en cuenta el bajo nivel de alfabetización de la franja? Cuando en 1912 Italia atacó Libia para conquistarla, comenzó por lanzar cientos de octavillas, que estaban impresas en árabe arcaico. Los árabes se lanzaron a recogerlas creyendo que eran billetes de banco, y no entendieron ni palabra de lo allí escrito. A partir del día siguiente los italianos tiraron bombas de verdad, cuyo lenguaje entiende todo el mundo.
Seamos menos frívolos. Unos diez mil palestinos han buscado refugio en las instalaciones de la UNWRA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de suministrarles medicinas, educación y alimentos en las sitaciones de emergencia. Entretanto el único órgano de la institución con poder ejecutivo, el Consejo de Seguridad, es tan inoperante como siempre en estos casos. Cuando se trata de frenar o condenar una acción de Israel, el veto de Estados Unidos paraliza cualquier decisión, como ocurre con el veto ruso si la afectada es Siria. Ante tanto brazo cruzado ¿qué hacer? ¿quedarse en casa para que los cascotes te caigan encima o salir despavorido en busca de un refugio que no existe?
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