jueves, 26 de junio de 2014

Playlist nº 59: Money makes the world go round

El vil metal, la pasta, la platita, lo que hace girar el mundo, según una de las canciones de esta lista que, como ya habréis adivinado, trata de dinero, tema del que los músicos saben mucho. Por eso The Beatles se repiten en esta lista ¿quién sabía más que ellos de ganar pasta? Bueno, sí: el difunto Michael Jackson


1. The Supremes: Money (That's what I want)
2. Pink Floyd: Money
3. Liza Minnelli & Joel Grey: Money, money (from Cabaret)
4. Billy Bragg: The price I pay
5. Dire Straits: Money for nothing
6. Los Planetas: Devuelveme la pasta
7. Frank Sinatra: Pennies from Heaven
8. The Beatles: You never give me your money
9. Aretha Franklin: Money won't change you
10. Simply Red: Money's too tigh
11.Frank Zappa: We're in it only for the money
12. Black Francis: You're gonna pay
13. Fangoria: El dinero no es nuestro dios
14. The Specials: Hey little rich girl
15. Los Rodríguez: Salud (dinero y amor)
16. Bruce Springsteen: Pay me my money down
17. Los Elegantes: Chicas y dinero
18. Siniestro Total: Diga qué le debo
19.The Rolling Stones: Money
20. The Beatles: Baby you're a richman

miércoles, 18 de junio de 2014

Un millón para el mejor

Cuando el pasado 27 de abril el actual Papa canonizó a sus predecesores Roncalli y Wojtila Europa Press, citando fuentes vaticanas, cifró en ochocientos mil el número de asistentes a la ceremonia, entre quienes se apretaron en la Plaza de San Pedro y quienes la siguieron desde pantallas gigantes instaladas en el Castello de Sant Angello y alrededores. Al día siguiente diarios católicos españoles, ABC y La Razón, más papistas que el Papa, elevaban la cifra al mágico millón de participantes. Incluso un medio laico, aunque algo esotérico -Telecinco- se iba hasta los dos millones. Poco después el blog Malaprensa desenmascaró lo exagerado de estas cifras.

Siempre hemos preferido las cifras redondas y abultadas, bien por un rescoldo de superstición cabalística, bien porque tendemos a impresionarnos y a dar la razón a las multitudes. Forman parte de la Historia Contemporánea los mítines de los últimos años del general Franco en la Plaza de Oriente de Madrid. Entonces era obligatorio creer las cifras oficiales que proclamaban que un millón de españoles habían aclamado al Caudillo en un espacio que -supimos después- no puede albergar a más de cuarenta mil personas
.

Legaron los tiempos de Rodríguez Zapatero y no cambió el habitual baile de cifras entre los convocantes de manifestaciones, las policías, las autoridades públicas y los medios de comunicación, pero en aquellos años fueron la derecha y los obispos quienes sacaban a la calle a sus acólitos. La protesta contra el aborto, la defensa de la familia tradicional o la condena a cualquier negociación con ETA fueron entonces las excusas.  A los organizadores y sus voceros el millón les supo apoco y hablaban de dos millones de participantes, curiosamente la misma cantidad propuso laorganización de las cabalgatas del Orgullo gay. Las polémicas arreciaron y llegó a inventarse un manifestódromo para intentar, con poco éxito, poner orden en el maremagnum de cálculos interesados. Entonces apareció la aplicación Lynce, que también tiene sus detractores. Este programa, que empleaba dirigibles para el recuento, bajó los humos a unos y otros: En todos los casos los dos millones se quedaban en poco más de cincuenta mil. No es de extrañar que este sistema, que no interesaba ni convenía a casi nadie, tuviera que echar el cierre. Recuerden la máxima periodística: No dejes que la ralidad te arruine un buen titular.

En otro acontecimiento bien distinto, la romería de la Virgen del Rocío, la cifra mágica del millón de asistentes se repite, como un mantra para los perezosos o como un dogma de fe para los entusiastas -Canal Sur-. Llueva, truene o se dé una catástrofe ecológica como la de Aznalcóllar, cada año un millón de personas acude a la Blanca Paloma. El Rocío es intocable. Basta recordar la prohibición que a finales de los setenta sufrió el documental de Fernando Ruiz Vergara por sacar a la luz episodios incómodos de la tradición.

Escribo esto mientras se produce l proclamación del nuevo rey, que no sigo ni por televisión -la música militar nunca me supo levantar-. Apuesto a que mañana los periódicos titularán: Un millón de madrileños aclaman a los Borbón Ortiz como nuevos reyes de España. Las cosas nohan cambiado tanto: Hace cuarenta años por ir a la Plaza de Oriente a gritar Franco, Franco, Franco te daban un bocata; hoy en Madrid la Policía, como repartidores de Teleflag te lleva a casa banderas de España para que las cuelgues en los balcones.

lunes, 9 de junio de 2014

Playlist nº 58: La mala educación

Esta lista difícilmente la llevará el ministro Wert en sus auriculares. Porque se ha demostrado que, si bién la educación y la escuela a algunos músicos les trae buenos recuerdos de la infancia y la adolescencia, mucos otros lo que rememoran son la disciplina, los castigos, el autoritarismo, los empollones, los chivatos o la inutilidad de algunos planes de estudio. Los hay incluso preocupados por la integridad de unos maestros rodeados de cafres más grandes que ellos. Niños, empieza el curso.

1. Alice Cooper: School's out
2. The Kinks: Education
3. Pink Floyd: The happiest days of our lifes/Annother brick in the wall (Part 2)
4. Al Green: School days
5. The Ramones: Rock'n'roll high school
6. ABBA: When I kissed the teacher
7. Morrissey: The teachers are afraid of the pupils
8. The Hidden Camers: Learning the lie
9. Lawrence Arabia: Dream teacher
10. Joe Crepusculo: Escuela de zebras
11. Klaus & Kinski: Mamá, no quiero ir al colegio
12. The Jam: David Watts
13. Los Acusicas: Adios, acusica, adios
14. Loquillo y los Electroduendes: El pupitre de atrás
15. Tequila: Matricula de honor