viernes, 25 de julio de 2014

La guerra por whatsapp

Foto: eldiario.es


ola ke ase, vamos a bombardear, sus vais de casa o ke ase? Esta es la caricatura de un supuesto mensaje en el que el ejército israelí advierte por whasapp a unos vecinos de Gaza de un inminente ataque para que corran a refugiarse lejos de sus casas. Cuentan que estas advertencias se hacen a diario mediante llamadas y mensajes SMS. Netanyahu y los suyos deben acogerse así al dicho el que avisa no es traidor, como si los gazatíes tuvieran algún lugar donde huir.

No es un Sorolla,
es un ob jetivo militar israelí
Resulta creíble que el mejor servicio de inteligencia del mundo, el Mosad, tenga fácil acceso a los números de teléfono de todos y cada uno de los vecinos de Gaza. No tiene explicación entonces que se confundan objetivos terroristas o fundamentalistas con un hospital de discapacitados, una escuela de las Naciones Unidas o unos niños que juegan en la playa. Todo el mundo tiene derecho a evitar que el vecino le lance cohetes encima, pero no destrozando su casa con la familia dentro. Además carece de lógica la justificación de que es un ataque contra terroristas islámicos: Si su vocación es el martirio ¿por qué darles gusto? 

Cuentan también que los israelíes, antes debombardear, recurren al viejo método de lanzar octavillas al enemigo ¿Cuál de las docenas de variedades dialectales de la lengua árabe escogerán? ¿Han tenido en cuenta el bajo nivel de alfabetización de la franja? Cuando en 1912 Italia atacó Libia para conquistarla, comenzó por lanzar cientos de octavillas, que estaban impresas en árabe arcaico. Los árabes se lanzaron a recogerlas creyendo que eran billetes de banco, y no entendieron ni palabra de lo allí escrito. A partir del día siguiente los italianos tiraron bombas de verdad, cuyo lenguaje entiende todo el mundo.

Seamos menos frívolos. Unos diez mil palestinos han buscado refugio en las instalaciones de la UNWRA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de suministrarles medicinas, educación y alimentos en las sitaciones de emergencia. Entretanto el único órgano de la institución con poder ejecutivo, el Consejo de Seguridad, es tan inoperante como siempre en estos casos. Cuando se trata de frenar o condenar una acción de Israel, el veto de Estados Unidos paraliza cualquier decisión, como ocurre con el veto ruso si la afectada es Siria. Ante tanto brazo cruzado ¿qué hacer? ¿quedarse en casa para que los cascotes te caigan encima o salir despavorido en busca de un refugio que no existe?


domingo, 20 de julio de 2014

Playlist nº 60: Sones narcóticos

Drogas, legales e ilegales, pero siempre ligadas a la música, como a cualquier forma de adicción. Más o menos nocivas, en fin, sustancias variopintas, adicciones y síndromes; a veces en mensajes encriptados, aveces explícitamente y a las claras. Nos quedaremos sin saber si Lucy in the sky with diamonds tenía que ver o no con el LSD. Será por canciones que hablen sobre drogas...


1. Talking Heads: Drugs
2. The Velvet Underground: Heroin
3. Neil Young: The needle and the damage done
4. Curtis Mayfield: No thing on me (Cocain song)
5. Siniestro Total: Todo por la napia
6. Bob Dylan: Rainy day women #12 & 35 (Everybody must be stoned)
7. Sepultura: Altered state
8. Amphetamine Eaters: Consumist of illusions
9. The Beatles: Doctor Robert
10. Los Vegetales: La pastilla roja
11. Fangoria: No sé qué me das
12. American Music Club: The decibels and the little pills
13. The Rolling Stones: Mother's little helper
14. Albert Pla: San Cristo de las farmacias
15. Kiko Veneno: Farmacia de guardia
16. Raimundo Amador: Bolleré
17. El gitano de Balaguer: Carajillo, canuto y raya
18. Bob Marley and The Wailers: Kaya
19. Peter Tosh: Legalize it
20. Oasis: Cigarettes and alcohol
21. Kaka De Luxe: Borracho no se puede conducir por la ciudad
22. Stevie Wonder: Don't drive drunk
23. Eels: Novocaine for the soul
24. Roxy Music: Love is the drug
25. Pony Bravo: Noche de setas
26. The Who: Doctor Jimmy
27. Marianne Faithful: Sister morphine
28. Lou Reed: How do you think it feels
29. Los Coyotes: El mono
30. Derribos Arias: Un poco shiego

Próxima entrega: La guerra por whatsapp (Muy pronto) 


































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lunes, 14 de julio de 2014

Patria, nación y telas de colores



Hacía muchos años -diría que desde El laberinto de las aceitunas, Sin noticias de Gurb y las novelas de Petros Márkaris protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos- que para mi la lectura de un libro no iba asociada a una risa a carcajadas -hasta temer que las mandíbulas se me desencajen y sufrir dolores abdominales-. Ha vuelto a ocurrirme con Catalanes todos, la más reciente novela del joven narrador barcelonés -salvo que sea Rimbaud, a los 48 años un escritor está en la flor de la vida- Javier Pérez Andújar. Reescritura y ampliación de su ensayo Las 15 visitas de Franco a Cataluña publicado en 2002, Catalanes todos es un fresco histórico que relata como los catalanistas conservadores de Cambó celebraron y se unieron al levantamiento franquista, fusilaron rojos con entusiasmo en la Playa del Parapeto -hoy Playa Chernobyl- en Sant Adriá, se enriquecieron durante el franquismo, participaron en la red de fuga de jerarcas nazis, fueron los principales actores de la corrupción y la especulación urbana de aquellos años y, cuando las cosas cambiaron, sobrevivieron manteniendo sus privilegios y la primera fila envolviéndose en senyeras y consignas nacionalistas, pero tan de derechas como siempre. A Franco la ciudad le chiflaba, en especial la sardana, la Moreneta y el Barça. A lo largo de las décadas el lector va encontrando las mismas caras en los desfiles de la victoria, los juegos florales y deportivos del Primero de Mayo -entonces San José Artesano-, las finales de la Copa del Generalísimo a las que el Caudillo era tan aficionado, los cócteles y bailes de la burguesía barcelonesa y las diadas de los últimos lustros, desde la del millón a la de la Vía catalana.

En la novela se repiten apellidos que a muchos sonarán -Vidal-Quadras, Samaranch, Porcioles..-. Sin que en ningún momento el autor lo proclame -no intenta hacer un panfleto-, es sencillo unir por la línea de puntos franquismo, pujolismo y post-pujolismo y concluir que, salvo durante la presidencia de  Lluis Companys y el Tripartito, en Cataluña siempre han mandado los mismos. Se incluyen divertidos episodios escatológicos, delirantes ucronías como la que nos sitúa ante los países del Eje como vencedores de la II Guerra Mundial y otros delirios como el que plantea al exministro franquista y destacado opusino Laureano López-Rodó redactando el borrador del Estatut: Los catalanes, como los demás españoles, son también hijos de Dios. A fuer que Pérez Andújar logra divertirnos con su lengua acerada, y reirse de patrias, banderas y poderosos siempre es sano.
Lo que podrían ser los restos de un rito satánico en Playa Chernobyl

sábado, 5 de julio de 2014

¿Quién dijo miedo?



Estoy muy de acuerdo con un artículo de Isaac Rosa publicado en eldiario.es, Contra el horror vacui. Es cierto que el mayúsculo batacazo sufrido por el bipartidismo -y en general los partidos y fuerzas de la casta, como ahora se les conoce- en las elecciones del 25 de mayo nos dejó descolocados a todos, y no sólo a las víctimas, que, con nuevos errores y conductas incorregibles, siguen agrandando la fractura del suelo que pisan. Coincido en que las fuerzas de la alternancia no han tocado fondo y queda aún más agujero en el que hundirse. Pero no estoy entre quienes sienten vértigo ante el vacío que dejen los poderosos de ahora cuando acaben de precipitarse. Soy consciente de que después de tirar de la cadena habrá que rellenar el hueco; no siento tentaciones anarquistas o antisistema; sí estoy del lado de la esperanza del que también habla Rosa. No me remorderá la conciencia por pisar las manos de quienes se agarran al borde del precipicio; es más satisfactorio y útil acelerar el desplome.

Hay palabras mágicas para invocar el horror vacui: inestabilidad, ingobernanilidad, desorden.. Ese miedo al vacio es paralizador, por eso buscan extenderlo, y lo son también las mentiras disfrazadas de verdades comunes: Digan lo que digan las encuestas de preocupaciones del CIS, el mayor problema de España no es el paro, sino la pobreza. El miedo al paro es útil a los causantes de la crisis, porque te mueve a aceptar condiciones de trabajo y salarios que te precipitan en la pobreza, un concepto a simple vista más ambiguo al que sólo se teme de veras cuando se ha sufrido. Todos tenemos los mismos vicios: comer, a ser posible lo suficiente varias veces al día, vestirnos, cobijarnos del frío y la intemperie, librarnos de la enfermedad y la ignorancia... En esas condiciones ¿cómo vamos a creer a los partidos de la
crisis cuando se proclaman única alternativa para salir de ella? Ya hemos visto a la gente organizarse y plantar cara para defender la sanidad y la educación públicas o contra los desahucios y los abusos de la Banca; riesgos ambientales hacen levantarse a una región entera contra el gobierno y el Tribunal Supremo; iniciativas surgidas en Barcelona y Madrid para que el pueblo se haga con los ayuntamientos suenan muy bien ¿qué nos impide ir aún más lejos? Y además sin paciencia, hay que comer todos los días y seguir aspirando a se felices. Nadie dijo que vaya a ser fácil, pero no empecemos por decir que es imposible.