Rubalcabito, el nuevo muñeco de José Luís Moreno

A la que te descuides te puede atracar una banda organizada del Trandsnieper, pueden robarte la pensión al salir del banco, maniatarte, torturarte, violarte, patearte, saltarte encima, darte de hostias, que una banda de hutus te dé docenas de machetazos, ser secuestrado por piratas somalíes, pueden atentar contra tí los talibanes o lapidarte los chiítas, hasta puedes ser víctima de un portero de discoteca y sobrevivir, pero incluso si la policía logra detener y meter entre rejas a los malhechores que se ensañaron contigo, no te va a recibir el ministro del Interior para interesarte por tí y contarte los detalles. No si eres un mindundi cualquiera, porque hay víctimas y víctimas, y tú, pobre desgraciado o desgraciada, no tienes un chalé en Boadilla del Monte ni eres un capo de la televisión, productor de los programas más caros, exitosos y, dicho sea de paso, deleznables de la tele.

En fin, que como no eres José Luis Moreno, no te va recibir Alfredo Pérez Rubalcaba en las escaleras del Ministerio del Interior ni te va a reunir con la cúpula de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que les puedas agradecer sus esfuerzos y garantizarte que esos malvados albano-kosovares que entraron en tu chabolo -ahora que los kosovares son independientes y la etnia albanesa es la que corta el bacalao en ese rincón de los Balcanes, digo yo que lo de albano sobra, salvo que sean fans del marido de Romina Power- no van poder volver a clavarte un hacha en la cabeza. Sobre lo de la herramienta con la que le golpearon es evidente que Moreno dramatiza, pues como se puede ver en el gráfico de la izquierda, hay quien vive con un hacha clavada en el cráneo y no se queja tanto.
José Luis Moreno, como cualquier hijo de vecino, tiene derecho a que se investigue y se busque a quienes le atacaron, pero el bochorno protagonizado por el ministro del Interior sólo es comparable a lo de Bono y su santa, o en realidad mucho peor porque revela que para las fuerzas del orden no todos somos iguales y que cualquier número de circo con cámaras delante vale si sirve a objetivos propagandísticos. Sólo que la gente no es tonta y en esto el tiro le ha salido por la culata a Rubalcaba. La reunión con José Luís Moreno con toda la prensa convocada para la ocasión ha dejado perdido de caspa carpetovetónica medio Paseo de la Castellana y la peña que en alguna ocasión ha sido atracada se pregunta ¿Y a mi por qué no me recibe el ministro?.

Moreno es agradecido, y en señal de gratitud al ministro el ventrílocuo incorporará a su colección de muñecos a Rubalcabito, una réplica del Ministro que cuando Moreno le meta la mano por el culo advertirá a los malhechores extranjeros: "Quien viene a España a robar, acaba en la cárcel".

A quien quiera refrescar la memoria sobre el asalto al chalé de Moreno le dejo un vídeo de Youtube con imágenes de los Informativos Telecinco (para buscarme una ruina, vaya).