lunes, 31 de mayo de 2010

¿Y si hubieran hundido el Éxodo?


En julio de 1947, el Éxodo, un viejo buque de pasajeros destinado a la chatarra, zarpó desde la costa de Francia hacia Palestina con más de 4.500 hombres, mujeres y niños judíos, todos supervivientes del Holocausto. Antes de que el barco llegara a las aguas territoriales de Palestina, buques destructores británicos -la potencia colonial que gobernaba en la zona- lo rodearon. Se suscitó un enfrentamiento en el que un tripulante y dos pasajeros judíos resultaron asesinados. Docenas sufrieron heridas de bala y otras lesiones. Esta noche unidades de élite del Ejército de Israel han atacado en aguas internacionales la 'Flota de la Libertad', un grupo de seis barcos —tres de ellos turcos—, que transporta a más de 750 personas con diez mil toneladas de ayuda a Gaza: equipos médicos, productos de primera necesidad y elementos para reconstruir la capital de la franja, machacada durante la pasada Navidad por el propio ejército de Israel.



Contra civiles desarmados que iban a ayudar -contraviniendo las órdenes y las leyes de los antiguos ocupantes de Gaza, sí, justo como hizo el Éxodo hace 63 años ante los ocupantes británicos- las tropas mejor preparadas del planeta han abierto fuego indiscriminadamente asesinando al menos a 19 personas. A la masacre los israelíes han sumado el crimen de la mentira y la insidia. El viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Danny Ayalon, ha asegurado que los activistas tenían vínculos con Al Qaeda y con las organizaciones islamistas palestinas Hamás y Yihad Islámica.



A ningún otro pueblo en el mundo se le ha olvidado la Historia como al israelí, a pesar de que su estado racial y religioso se asienta y justifica en su historia de persecuciones y diásporas. En unas pocas generaciones las víctimas de ayer se han mimetizado con sus verdugos. La experiencia lleva a pensar que una vez más los crímenes y excesos del gobierno y el Ejército de Israel -frente a los que la rebeldía y la oposición entre el pueblo judío es mínima- obtendrán la impunidad. Y menos dudas aún pueden caber hoy en día sobre la comparación que más molesta, indigna e incomoda a los sionistas: Los israelíes son los nuevos nazis.


A lo loco



Gloria Lasso – A lo loco (remastered)

en Spotify

A lo loco fue una tonada que en los años cincuenta popularizó Gloria Lasso. A lo loco llegó a Granada la ministra de Defensa, para presentar al Combatiente Futuro. Vino Carme Chacón en avión militar con séquito de quince acompañantes, y fue recibida a pie de escalerilla por un coche blindado, perros, escoltas, Guardia Civil, Policía y una comitiva propia del maharajá de Kapurthala. En equipar al cibersoldado van gastados 26 millones de euros -con experimentos fallidos a lo profesor Bacterio como calzarle botas que al andar recargan las pilas de sus gadgets- y debe vestir chaleco anticrisis pues, ajeno a recortes, en un año estará apatrullando Afganistán y apuntará su láser al inicuo talibán mientras chatea con el coronel al mando.

A lo loco enfilan las carreteras de España los haigas oficiales –no siempre tan veloces como el del presidente extremeño-, símbolos para el poder de magnificencia como para la clase mediocre lo es el Audi en el garaje. A treinta y cinco mil asciende el parque de coches oficiales en España, 431 tiene el Gobierno, el Ayuntamiento de Ruiz Gallardón 174 y el de Granada, 74 que quedarán en 43. Pero ha sido tan divertido ir a lo loco hasta el final; gastar, ya en crisis, cuatro kilos en una televisión municipal desde la que oímos comentarios tan ecuánimes como “Si además sube al Granada a Primera éste será el mejor alcalde de la historia” –textual de la retrasmisión del recibimiento al club de fútbol-. Y a lo loco prometen ampliar el aforo de Los Cármenes, 1,2 millones a escote en una ciudad que echa el cierre asfixiada por lo que su Ayuntamiento les debe.

Como a los coches la tijera llega a los sueldos de los alcaldes. El de Granada se recorta nueve puntos y queda en 61.840 euros. Mucho menos que su homólogo de Huelva que, a lo loco, en 2009, con la crisis en todo lo alto, se subió la soldada a 97.100 euros, pero también es cierto que desde que Torres Hurtado accedió a la alcaldía los concejales populares y socialistas se han incrementado la paga en un 41 por ciento, no así los de IU, que rechazaron el aumento y han venido cobrando lo mismo que en 2003.



Y a lo loco seguimos: En el Senado de la nación costará ocho mil euros al día traducir a los representantes autonómicos de un país con lengua común. A lo loco y por alegrías avanza Andalucía hacia la ruina pero con 27 delegados por provincia y sus jefes de prensa. A lo loco nos embargan por no poder pagar la hipoteca pero 47 altos cargos de la Junta cobran por tener que residir en Sevilla, y los consejeros inventan actos públicos y ruedas de prensa lunes y viernes en su provincia de origen para embolsarse las dietas de viaje cuando vuelven a casa de finde. Andaluces por el mundo a lo loco: mantenemos treinta oficinas de representación en lugares tan exóticos como Seúl, Kiev, Luanda o Sao Paulo. Decididamente, a lo loco se vive mejor.


jueves, 27 de mayo de 2010

Qué vida digital más triste

Genial. No se puede contar mejor y en menos tiempo el catálogo de memeces, jerga estúpida para iniciados, cursilería e hipocresía a la que nos condena la presencia en una red social como Facebook. Natxo del Agua y Rubén Ontiveros lo clavan en uno de los episodios recientes de la serie, antes videoblog Qué vida más triste -¡aunque la propia serie está en Facebook!. Que no, que no quiero ser tu amigo, ni responder a una estúpida encuesta ni ser fan de señoras que... Así que no me mandéis más invitaciones para unirme a la secta global.

lunes, 24 de mayo de 2010

Lost, la muerte y más allá

Si algo malo ha tenido el Episodio Final de Perdidos ha sido la calidad de la emisión. Un desastre lo de los subtítulos de Cuatro, las imágenes congeladas, o que se merendaran casi diez minutos del Episodio 16, el previo, en su empeño por no estrenarlo hasta hoy, a pesar de que todos lo habíamos visto por internet. Pero según quienes lo han visto en versión original sin subtitular, lo de Fox fue aún peor, con fragmentos sin audio y otros pixelados. Esto me reafirma en que la televisión hay que dejar de verla en directo y estoy convencido de que yo, que entré en Perdidos a través de los episodios descargados de Internet, por la curiosidad ante el fenómeno de masas y cuando ya se habían emitido dos temporadas y media -me puse al día al final de la cuarta-, he disfrutado más la serie sin aguantar cortes publicitarios y sin depender de la tiranía de los horarios de emisión.

Otra historia son las reacciones a un final tal vez resuelto por un camino ya trillado -se ha citado El sexto sentido-, pero también con la necesaria ambigüedad que era necesaria en una serie en la que las interpretaciones nos las hemos ido construyendo cada espectador y esa es su gran virtud. Eso no lo soportan quienes, incapaces de leer entre líneas, se han acostumbrado a esquemas narrativos lineales, tan ajenos a Lost, y están visualmente embrutecidos por el cine de acción al uso y la mayor parte de la producción televisiva. "¿Así que todos muertos? -se quejan-. Pues vaya truco más facilón". Lamento indicarles que no se han enterado de nada. Del mismo modo que esperaban en vano si pretendían respuestas para todos y cada uno de los misterios.

Pero para explicarlo mejor, un artículo publicado cuando apenas había terminado la emisión del episodio final y que coincide con lo que venía pensando en las dos últimas temporadas: Perdidos es una serie de personajes, no de situaciones y la isla era un gigantesco macguffin. El Piloto Automático, que ya venía publicando atinados análisis de los episodios anteriores, sin ahorrar críticas pero alabando la valentía de los guionistas, ofrece una visión no por urgente menos esclarecedora sobre...

¿Qué ha pasado en Lost?
Una serie no es una quiniela

Una ficción se escribe desde atrás. Syd Field lo dice en su “El libro del Guión”. El autor concibe un tema, reúne unos personajes y situaciones, resuelve una conclusión que detone las intenciones de su trama, y desde ese momento, rebobina hasta el principio para empezar a rellenar huecos partiendo de la estructura de planteamiento, nudo y desenlace, heredera de la propuesta en cinco actos que propone Aristóteles en su “Poética”.

En Lost no vale ese planteamiento

Lost no es una ficción que responda a este paradigma. Primero, porque cada temporada pertenece a un género (como apuntó Hernán Casciari hace un tiempo) y cada una plantea una fórmula narrativa. Y segundo, porque Lost no es una ficción autónoma, sino que se retroalimenta como la imagen de un espejo con la participación y presencia del espectador. Esto hace que Lost no sea una sola serie, sino una serie por cada fan que la ha seguido con enfermiza avidez.

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Zeitgeist


En el día de hoy, desmotivados y derrotados los últimos bastiones de resistencia socialdemócrata, los mercados han obtenido sus últimos objetivos. El Estado, tal y como lo conocíamos, queda abolido”. Así, como un parte del general Franco, podría comenzar el mañana. ¿Ciencia ficción? ¡Y un cuerno! Está pasando ante nuestras narices. Profetizar ese futuro es fácil interpretando el presente: Primero nos convencen de que nada hay más urgente que reducir el déficit y para ello solo hay una fórmula: Ajustes salariales, deflación, empobrecimiento, adelgazamiento de lo público y renuncia al crecimiento –y para compensar, el insulso caramelo de los impuestos para rentas altas- y así más pronto que tarde volverá la prosperidad. Nos ocultan que esa receta lleva tres décadas, toda la era neoliberal, fracasando... o tal vez no... ¿y si el verdadero objetivo no es salir de la crisis?



No funcionará una receta centrada en combatir el déficit público porque el problema es la deuda privada: Las familias y las empresas endeudándose por encima de sus posibilidades –y hoy afrontando sin ayudas embargos y cierres- y los inversores y la banca sacando tajada de la locura especulativa a sabiendas de que siempre habría instituciones dispuestas a salvarles. Hay sector privado y Sector Privado; y el público se subordina al que lleva mayúsculas. Lo que ocurre es que a los doctores que firman estas recetas lo público les sobra y, una vez exprimido, lo están desacreditando hasta tales extremos que peligra el propio sistema democrático. Su perverso mensaje convence: Gran parte de la población apoya el recorte salarial de los funcionarios; la derecha pide cortar el grifo a partidos y sindicatos, que salen tan caros. ¿Y si, ya puestos, los eliminamos? La solvencia de una nación la debería determinar el concepto que de ella tengan sus ciudadanos, no la calificación que le den los mercados, y está ocurriendo lo contrario: es el sector financiero el que evalúa la fiabilidad de los estados. El zeitgeist, el espíritu de este tiempo, dicta que quienes no se presentan a elecciones deciden por nosotros y han decidido perjudicarnos.

Es por tanto la propia democracia, y con ella los derechos civiles y económicos, la que está en peligro y es blanco de los ataques. No se trata de paranoia conspirativa. Esa élite que se autodenomina “el mercado” no es ninguna secta salida del último best-seller templario: Son agentes financieros, empresarios de la sanidad, de la educación, la industria farmacéutica, la energía o las pensiones privadas. Sus intereses son diáfanos, el sector público es una competencia con la que hay que acabar. Y cuando lo logren, ¿qué podemos esperar de un gobierno global de las corporaciones? Piensen en el tirano más siniestro que se les ocurra y se habrán quedado cortos.



domingo, 23 de mayo de 2010

Namaste, Ben Linus



Ambiguo, siempre inquietante, nada de fiar, retorcido, vengativo, concienzudo, vulnerable... No volveremos a ver los ojos saltones más expresivos en la historia del audiovisual. El villano imprescindible y cautivador, el feo más adorable, el manipulador perfecto, el que se llevó todas las hostias y las sobrellevó con dignidad, sobre la piel del actor shakespeariano Michael Emerson. Si algo echaré de menos cuando esta madrugada Lost se acabe para siempre -o hasta que la edición en DVD de la Temporada Final ate los cabos que queden sueltos- será a Benjamin Linus. Aunque en el sexto año la relevancia de su personaje, que apareció en la segunda temporada y brilló con fuerza en las tercera y cuarta, ha sido muy secundaria, no me resigno a admitir que los guionistas no le den el final que Ben merece: ¿Qué tal si es él quien acaba con Némesis/John Locke/el Monstruo de Humo aunque pague con su vida? Sería un final glorioso. Jack podrá ser El Elegido, y podrá dirigir la isla con su perfeccionismo obsesivo por los siglos de los siglos; Locke podrá disfrutar del regalo argumental que le hicieron los guionistas cuando el humo negro poseyó su cuerpo, pero nadie podrá disputar jamás el trono al lider, discutido y destronado pero indiscutible de Los Otros, Benjamin Linus.



Ésto se acaba. El ruido mediático es atronador en las vísperas de la emisión del episodio final. Hay tantos finales como seguidores. Si el perro Vincent reaparece, si Kate se queda preñada y en un salto atrás en el tiempo es la madre de Jacob y Nemesis, qué ocurre con el padre de Jack o con su cadáver, si Richard Alpert fichará por el Tenerife pese a que haya bajado a Segunda, si Jin y Sun murieron ahogados o sobrevivieron, qué cara de secundario se le quedará a Sawyer, por qué Desmond es tan importante, qué personaje logrará haber pasado más veces de héroe a villano y viceversa, si la realidad alternativa se impone o la vida es sueño y los sueños sueños son, o si la nube de ceniza del volcán Eyjafjallajokull es John Locke intentando salir de Islandia a toda costa.



Probablemente el final es lo de menos. Arcibel, responsable del blog Episodio Piloto, mantiene la actitud más inteligente y a la vez la más romántica sobre el final de la serie en su Carta abierta a los fanáticos de Lost:
"Les escribo para comunicarles que no quiero subirme en este pelotón de millones de humanos suplicando por el levantamiento de los enigmas losteanos, ruego y quiero que Lost siga produciéndome preguntas, por que Lost es un enigma en si, no quiero aclaraciones algunas, quiero que Lost nos acorrale con ese espíritu hasta su final, lost es pregunta sin respuesta, es misterio puro, es inconciente neurótico, en ciencia y ficción, es arte y novela y así quiero que siga siendo". Para quienes discrepan y exigen hasta la última respuesta, no les cabe más que esperar a la madrugada y posponerlo todo para después, incluso dejar a la pareja.



Al margen de los guiños para frikis e iniciados, muchos profanos no entenderéis qué han tenido de especiales estas seis temporadas de Lost, una serie que no es tan innovadora como Twin Peaks, que carece de la profundidad dramática de The Wire, y que tampoco alcanza la perfección formal, narrativa y de personajes de Six Feet Under, al margen de que al contrario que esta última no contiene transgresión, y es un producto perfectamente integrado y comercial. Puede haber muchas explicaciones, yo me quedo con que ha convertido en arte el empleo del Deus Ex Machina y de los giros imposibles de guión, que nos ha obligado a hacer de su trama cuestión de fe. Otras razones las explica perfectamente la periodista Marta Fernández hoy en El Mundo: "Porque es un rompecabezas del que no te puedes deshacer, un laberinto en el que te van metiendo sin darte cuenta y cuando reaccionas ya no puedes salir (ni quieres). Me gusta porque es un juego, una sala de espejos, una adivinanza que se reinterpreta a sí misma, un tablero imposible en el que los dados cada vez tienen más caras. Y sobre todo porque es endiabladamente entretenida".



Lo dicho, que ésto se acaba, no hay por qué sentirse perdido o huérfano tras el final. Por si acaso no os vendrá mal el último manual de orientación del Dr. Pierre Chang.
Namaste!.

viernes, 21 de mayo de 2010

Un año es una eternidad

O al menos, tiempo suficiente para que el discurso cambie de lo blanco a lo negro. Este mitin es del 16 de mayo de 2009, 361 días antes del zapaterazo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Para qué sirve un socialista

Dice Mariano Rajoy: “El PP jamás habría planteado un recorte de este calibre”. No le hace falta, para eso siempre han estado los socialistas. Cada cual cumple disciplinadamente la función que el sistema les ha asignado, y la de los partidos socialdemócratas occidentales es hacernos tragar las píldoras más amargas convenciéndonos de que es por nuestro bien.

Seguro que muchos socialistas perplejos aún esperan escuchar la cara B del 'zapaterazo'... Tal vez impuesto sobre el patrimonio, más tributación para las Sicav, más impuestos para los ricos, limitar privilegios a la Banca o perseguir el fraude fiscal... alguna compensación. Pero la mayoría traga sin más; aprendieron a primar la obediencia sobre los principios, a superponer el argumentario a la ideología. Por algo lo primero que hace el secretario general tras bajarse de la tribuna del Congreso es adoctrinar a los suyos sobre el dogma que repetirán como papagayos.



Pero los dogmas no suelen ser más que mitos que no resisten la demostración empírica. Y mitos son las razones por las que este Gobierno nos condena a un purgatorio de incierto final. Proclamaron el dogma del gasto público insostenible, pero el de España es de los más bajos de la Europa de los Quince. El dogma del déficit público, que siendo elevado es menor que en EE.UU, Irlanda y el Reino Unido. El dogma de la deuda: la española es de las más bajas de la UE. Y el dogma de la función pública onerosa: tenemos menos funcionarios y peor pagados que en Holanda, Reino Unido o Alemania, aunque nuestro sector público tiene más altos cargos, directivos y asesores. El modelo económico español con los gobiernos socialistas es el vigente desde el franquismo, apuntalado por la Transición: no progresivo, sin tejido productivo real, asentado en la trapacería. Siempre fuimos campeones de Europa en desigualdades, en bajo gasto social, en estado del bienestar más débil, en precariedad laboral, en fraude fiscal, en economía sumergida y en paro.



Más pronto que tarde deberá Zapatero volver a reunir a los suyos para adoctrinarles sobre los nuevos servicios que han de prestar a un sistema que, según su ideología les dictaba, debían superar, reformar o derribar. Cuando los ajustes de hoy se demuestren ineficaces, con estancamiento, menos consumo y más paro, a los asalariados privados que hoy se alegran de que no les toque a ellos se les helará la risa con la reforma laboral, segunda parte de la agenda oculta socialista. Serán los funcionarios quienes se alegren de que a ellos al menos no les echan a la calle gratis. No habrá acabado la legislatura cuando llegue el turno de la reforma las pensiones. Por eso no habrá moción de censura, por eso Rajoy aguardará paciente su turno, antes hay que dejar que los socialistas que demuestren para qué fueron inventados.

jueves, 13 de mayo de 2010

Nuestra Señora de Neverland (Los carteles de Pony Bravo)

Supongo que conocéis a la banda sevillana Pony Bravo. Si no, ya estáis tardando. Reconozco que los descubrí tarde, casi un año después de la edición de su hasta ahora único álbum "Si bajo de espaldas no me da miedo", y fue disfrutando de su energético directo. Su sonido con ecos de western, rock andaluz de los setenta, la clara influencia de los Radio Futura menos acomodaticios, el krautrock la versificación de la copla, blues, reggae, ethyopiques y hasta Adam and the Ants, es de lo más estimulante y realmente innovador que se ha oído en los últimos años por este país.

A su incipiente carrera han añadido una bifurcación, Fiera, donde Daniel Alonso cede la voz cantante y la composición a Pablo Peña. Su disco "Déjese Llevar" lleva a lo casi minimal el sonido de la banda, que aquí descansa sobre las percusiones, acústicas, electrónicas e improvisadas y las letras abordan temas casi siempre ajenos al pop español.

Se autodefinen generación E-mule y apuestan por la cultura libre. En
su web El Rancho -así se llama también su propia discográfica- permiten la descarga gratuita de los discos de Pony Bravo y Fiera. Pero lo que les trae aquí es el inmenso talento creativo de su cantante David Alonso para las cuestiones gráficas. David es un genio del fotomontaje y lo demuestra no sólo en la portada y las fotos que acompañan a la edición física de sus discos, sino en toda la cartelería que diseña para sus conciertos. David muestra en Flickr estos sorprendentes trabajos en los que suelen repetirse Michael Jackson, las procesiones de Semana Santa, Curro -el de la Expo92- y las bolsas para recoger caca de perro. En la propia web de la banda también hay un enlace para descargarse esos mismos trabajos gráficos en alta resolución, una obra que david mantiene bajo licencia Creative Commons. Todo un regalo lo de estos sevillanos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Las malas compañías


Me parece estupendo que la excelentísima señora consejera de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía en el gobierno socialista de José Antonio Griñán, Rosa Aguilar, antes alcaldesa comunista de Córdoba, sea del Barça. Me parece perfectamente legítimo que por eso mismo quisiera estar en el estadio Sánchez Pizjuán para disfrutar en directo del decisivo partido Sevilla-Barcelona del pasado 8 de mayo. Pero la consejera tenía la alternativa de renunciar a sus privilegios y pagarse una entrada, incluso tampoco vería demasiado mal que, para no tener que hacer cola en la taquilla, encargara su compra a alguno de sus asistentes. No planteo esto por rechazo a la norma no escrita de que las entidades deportivas reserven invitaciones en sus palcos de honor para autoridades y notables, sino por algo que considero mucho más grave. La aceptación por parte de Rosa Aguilar de la invitación implicaba sentarse codo con codo con determinados personajes de la sociedad española especialmente indeseables, con pasado y presente más que turbios.

El mal menor era estar al lado del presidente del club al que admira la consejera, Joan Laporta, pero no parece demasiado adecuado en alguien que tiene a gala su sentido ético gastarse colegueo con un señor justo el mismo día en el que los periódicos publican las turbias relaciones y negocios de Laporta con el tirano que gobierna Uzbekistan, Islam Karímov, y con la hija de éste, la intrigante magnate Gulnara Karimova, unas relaciones a las que ha arrastrado al club que preside, al que ha llevado de gira por el remoto país, uno de los más corruptos del planeta.

Pero si poco recomendable es en esas circunstancias la compañía de Laporta, menos aún lo es la de su homólogo en el Sevilla C.F., José María del Nido, uno de los más despreciables especímenes con que cuenta el fútbol, la abogacía y la sociedad española. Primero por su pasado: Hijo del que fue presidente de Fuerza Nueva en Sevilla, el joven José María se hizo tristemente famoso como matón en la propia Fuerza Nueva, los Guerrilleros de Cristo Rey y otras bandas de maleantes fascistas en el post-franquismo. A él se le atribuye haber pateado con saña a una delegada sindical de CC.OO. en la Sanidad, que estaba embarazada, durante un ataque de su banda a unos sindicalistas que se manifestaban a finales de los años setenta. Está acreditada su detención, que no quedó en nada, por la brutal paliza que, en noviembre de 1978, dejó en coma al joven militante de izquierdas Jesús Damas Hurtado, que jamás se recuperó psicológicamente de aquella agresión y acabó suicidándose poco después.



José María del Nido
se enriqueció como abogado de los políticos corruptos que saq
uearon Marbella, cobrando cantidades exhorbitantes a las arcas del ayuntamiento marbellí por sus servicios, lo que le sienta en la actualidad en el banquillo del Caso Minutas, un dinero que pudo haber acabado eludiendo a la Hacienda Pública en paraisos fiscales. Por si fuera poco, y corroborando que en la familia del presidente del Sevilla el dicho de que de tal palo tal astilla se cumple a rajatabla, uno de sus hijos apareció implicado en un atropello mortal en el Paseo de Colón de Sevilla. El vástago de Del Nido iba de copiloto -y tan borracho como el conductor- en el coche que se pasó un semáforo en rojo, arrolló mortalmente a una madre y una hija y se dió a la fuga hasta que fue interceptado por un taxista.



Con estos antecedentes, por decencia la consejera Rosa Aguilar podría haberse rascado el bolsillo para pagar una entrada, aunque fuera de Gol Norte, o hacer valer su autoridad para fotografiarse junto a Josep Guardiola si le hacía ilusión, y no dejarse ver junto a estos individuos, aunque ya hay precedentes de que siendo alcaldesa de Córdoba, y en su afan por llevarse bien con todo el mundo, mantenía excelentes relaciones con los fanáticos integristas que la Iglesia ha mantenido como obispos en esa ciudad.

lunes, 10 de mayo de 2010

María Antonieta


El restaurado Salón de los Espejos del Palacio de San Telmo es una réplica a menor escala de la Gran Galería de Versalles. Tienta imaginar a Jose Antonio Griñán perdido por sus pasillos como María Antonieta, a quien el rígido protocolo versallesco le resultaba incómodo pero no por ello renunciaba a sus fastos. Es probable que, tras el alboroto que se ha montado al conocerse que el coste de la restauración del palacio de los Duques de Montpensier se acerca a los cincuenta millones, Griñán acabe refugiándose en su Hameau particular y nunca ocupe el loft de trescientos metros que fue diseñado como vivienda del presidente de la Junta dentro de San Telmo, aunque ahora todos lo nieguen.


Nota: El vídeo, publicado por Libertad Digital TV y locutado por un parlamentario del PP, es bastante tendencioso, pero sirve para hacerse una idea de cómo se las han gastado en la rehabilitación de San Telmo.

Sea o no residencia de presidentes -algo que uno tiende asociar más con los tiempos del emperador Chaves que con el sobrio Griñán-,
no se nos puede ventilar con acusaciones de demagogia e incultura si nos escandalizamos de que en una Andalucía en ruinas, imparable en su declive de paro y pobreza, se siga confundiendo grandiosidad con progreso. No lo llamen demagogia, sencillamente es incompatible el mármol de Carrara con las aulas en barracones; las lámparas de diseño a ocho mil euros la pieza con las listas de espera maquilladas y la falta de camas en los hospitales; el garaje para cincuenta coches oficiales con las colas que cada tarde se forman ante los contenedores de basura de los supermercados. Demagogia e ignorancia es pretender que la dignidad de las instituciones la marca la suntuosidad que gasten.



Ni Chaves ni Griñán han podido, pero yo sí pasé un año viviendo en el Palacio de San Telmo, cuando albergaba un colegio mayor explotado por la Archidiócesis sevillana. En el torreón que mira a la Puerta de Jerez celebré mi mayoría de edad invitando a litronas -nuestro botellón de entonces- y gambas a mis amigos. Conocí la ruina y el abandono en el que los curas mantenían el inmueble. Liábamos aquellos cigarrillos en los cenadores donde Alfonso XII cortejaba a su prima María de las Mercedes de Orleans. Remedábamos torpes valses en el Salón de los Espejos. Dormíamos en las celdas que los curas construyeron para residentes y seminaristas destrozando alas completas del palacio. Todo era vulnerable al expolio, te podías llevar un Zurbarán enrollado bajo el brazo. Por eso la recuperación de una joya del Barroco andaluz es una buena noticia para nuestro patrimonio, pero no lo es su enorme coste, ni la supeditación de la rehabilitación al disfrute de una élite política, que antes se saca una muela que recortar un alto cargo, un sueldo o un viaje oficial; todo porque el sueño imperial del socialismo andaluz necesita de la ostentación de su grandeur. Pero el boato se paga. En el Salón de los Espejos podría bailar Griñán su último vals ...y no debería olvidar cómo acabó María Antonieta.

lunes, 3 de mayo de 2010

Tribulaciones y correrías nocturnas de Narzeo Antino

Todos los medios se hicieron eco de la noticia por la condición laboral del protagonista: La Fiscalía de Medio Ambiente había denunciado a un profesor de la Universidad de Granada por realizar pintadas en viviendas, calles y edificios catalogados del barrio del Albaicín, integrado en el Patrimonio Universal de la Unesco. A todos chocó que quien traía de cabeza a los vecinos no era un adolescente de gorra ladeada y pantalones caídos; que cuando no daba clases el individuo que se apodaba a sí mismo Narceo Antino era el que se dedicaba a pintarrajear las paredes de su propio barrio, a altas horas de la madrugada y siempre acompañado de un perro de gran tamaño.

Pero parece que todos se quedaron ahí, que nadie se ha interesado después en averiguar quien es este curioso personaje, y se han perdido, no ya la explicación de este surrealista asunto, que sólo su protagonista conoce, pero sí una serie de detalles que hacen aún más delirante la historia de un profesor cercano ya a la jubilación, que se dedica a pintar por las calles bien frases de una obscenidad pueril - polla brutal, ponte a tiro, el coño empringa o xúpamela mazo- o bien mensajes que parecían extraídos de campañas de salud pública -fumar mata, el porro apollarda y coca=kk- por los que ha sido imputado de un delito contra el patrimonio histórico.


Pues bien, Narzeo Antino no es su nombre de guerra como grafitero nocturno, sino aquel con el que ha firmado la mayor parte de su obra literaria José Ortega Torres, cuya página en Wikipedia ya recoge sus hazañas pictóricas. Es un poeta y litógrafo próximo a la edad de jubilación -si se licenció en 1971, debió
nacer en la segunda mitad de los años 40 del siglo pasado- que fue miembro junto a Gregorio Morales, Antonio Enrique y Juan de Loxa -junto a quienes aparece en la foto de gupo- del grupo poético que estuvo detrás del programa de radio y la revista Poesía 70 y el Manifiesto Canción del Sur. Rancio abolengo del progrerío granadino. Un poeta de verbo florido, rima consonante, surtidores de la Alhambra y trinos a los luceros con al menos quince obras en el Catálogo de Publicaciones de la Universidad de Granada que pueden consultarse en las facultades de Filosofía y Letras y de Traductores. En esta última imparte cursos de doctorado a cuyos alumnos relata que desde hace quince años no enciende el televisor de su casa, que cubre con un cartel que reza “Castigada por mentirosa”, para tratar como se merece a dicha arma al servicio de la propaganda capitalista.

Paradójicamente, la obra de Narceo Antino mereció en su día sentidos elogios en prensa por parte de Miguel Carrascosa, presidente del Centro Unesco de Andalucía, es decir, la entidad encargada de la protección del barrio que por las noches, con su perro y sus pinceles, el profesor Ortega se dedicaba a pintarrajear. Qué pasa por la mente de este extraño personaje es un misterio, pero desde luego un misterio con morbo.

Teoría y práctica del doble rasero: La crucifixión de Roman Polanski


He de reconocer en mi caso que sí se da un posicionamiento apriorístico a su favor, y que no estaría escribiendo contra el linchamiento judicial de un personaje público si no se tratara de alguien que desde su arresto domiciliario ha sido capaz poner en pie una genialidad como El escritor (The Ghost Writer, 2010) -recuerdo otro caso de famoso arrestado, Augusto Pinochet, cuya unica aportación al mundo era la mierda que cagaba, y con quien las leyes de extradición se aplicaron de forma mucho más laxa-. Pero es Roman Polanski, un artista o intelectual -inclúyase en la categoría que se prefiera- en estado de gracia, que ha hecho de su producción cinematográfica reciente alta cultura europea y toda una referencia de seriedad, rigor y dominio del lenguaje del cine.

Ahí se acaban los favoritismos, en mi propia admiración, porque si alguien ha padecido justo lo contrario,
es decir, el peso del doble rasero, si alguien ha sido machacado más que otros en situación similar por ser quien es, ese está siendo Roman Polanski, y estoy hasta las narices de leer a tanto progre de guardarropía con la cantinela de que Polanski debería ser tratado como cualquier otro individuo ante la Ley. Pues claro que debería, y si eso fuera así, ya Suiza habría dado con la puerta en las narices a los jueces de California, ya no se estaría intentando meter en la cárcel a alguien pese a las insistentes peticiones de su víctima de que se archive de una vez por todas el caso, ya no se estaría mintiendo, vulnerando la Ley y pasándose por el forro el sentido común con tal de que un juez o unos jueces se cuelguen las medallas de haber enchironado a un famoso, para que se satisfagan venganzas personales. Tenemos un caso muy similar en España, ¿O acaso el juez Varela no prevarica sin descanso con tal de conseguir imputar una prevaricación al juez Garzón, cobrarse una venganza y estar en el candelero mediático?

Para todos los que aún no entienden o no admiten que la doble vara de medir se usa para dar latigazos en la espalda a Polanski es obligatoria la lectura del artículo en el que el director rompe su silencio. Ahí están todos los argumentos legales, morales y humanos, todas las pruebas de los delitos en los que están incurriendo los jueces de California en esta feroz cacería, de que solo la ignorancia sobre lo ocurrido puede justificar que tantos se hayan unido al linchamiento.

¡No puedo seguir callado!
por Roman Polanski - 2 de mayo de 2010

Desde hace siete meses, el 26 de septiembre de 2009, fecha de mi detención en el aeropuerto de Zurich cuando me dirigía a recibir un homenaje por el conjunto de mi trabajo de manos de un representante del Ministerio de Cultura suizo, no he querido manifestarme y he pedido siempre a mis abogados que limitaran sus comentarios a lo imprescindible. Quería que tanto las autoridades judiciales de Suiza y Estados Unidos como mis abogados pudieran trabajar sin polémica por mi parte. He decidido romper el silencio para dirigirme a ustedes sin intermediarios y en mis propias palabras.

Y me permito recordar también el primero de los artículos que uno de los pensadores que ha apoyado de verdad a Polanski en este tiempo, Bernard-Henri Levi, dedicó a quienes -en su caso desde Francia- se unieron al coro que sentenciaba a Polanski a pagar por sus pecados.
A Roman Polanski por Bernard-Henri Levi - 1 de noviembre de 2009

Pasan los días y Roman Polanski sigue en prisión, se acuesta y se levanta en prisión, ve a su mujer una hora a la semana en el locutorio de una prisión, mientras sus hijos de 11 y 16 años, si aún tienen el valor de ir a la escuela, afrontan las miradas de unos compañeros que han oído en casa que el papá de los pequeños P., ese señor con el que a algunos se les caía la baba cuando se codeaban con él "por hijo interpuesto", ese padre que otros se jactaban de conocer cuando lo veían en la tele durante la entrega de los César, ése, es finalmente un criminal, un violador, un sodomita, un pedófilo.

Las bombas de Wall Street


Lo negarán sobre la tumba de Milton Friedman. Jurarán que en economía no sirven las teorías de la conspiración. Desmentirán la existencia de una nueva forma de terror global que se cobra como víctimas a países enteros, un terrorismo financiero. Pero es cierto. Bandas armadas con portátiles que no andan “en desiertos remotos o montañas lejanas”, sino cerca de Wall Street, están a punto de provocar una catástrofe económica aún más profunda que la que comenzó en 2007.



Ahora el punto de mira de estos pistoleros vestidos de Gucci es Europa. Es una guerra abierta: los fondos especulativos contra unos estados débiles por su incapacidad para construirse como potencia única. En un continente en el que cada palo aguanta su vela, es fácil ir derribando uno tras otro. Están devorando a Grecia y tienen entre los dientes a Portugal. Seguirán España, Irlanda, incluso Italia puede llevarse algún mordisco. El ataque que están sufriendo los países del Sur de la Unión Europea es una maniobra orquestada y sincronizada por parte de los hedge funds y algunos bancos de inversión. Son los De Juana Chaos de las finanzas y su objetivo es enriquecerse a costa no ya de Grecia sino de toda Europa y de su moneda. La kale borroka especulativa sabe que para los líderes europeos hay líneas rojas, principios sacrosantos del capitalismo que no osan discutir. Desde 2007 los gobiernos no han sido capaces de reglamentar los mercados financieros, sólo les piden que se atengan a prácticas morales y éticas, peras al olmo. Estamos como antes de la crisis, a los pies de los saqueadores.

Maquinaban el ataque al euro ante filets mignon y champán en restaurantes de Manhattan; ante los senadores de Washington se vanaglorian de sus pillajes sin una pizca de mala conciencia. No necesitan esconder en zulos las armas con que provocan las crisis: préstamos depredadores, hipotecas basura, inversiones pensadas para fracasar, y ahora, la bomba griega, las coberturas de impago de deuda: productos opacos para devaluar la deuda pública y enriquecerse con estos seguros tras comprar a bajo precio la misma deuda cuyo valor han hundido.

Estos matones de cuello blanco tienen compañeros de viaje, sus Batasunas se llaman Standard and Poor's, Moody's o Fitch, las agencias de rating erigidas en sumas sacerdotisas de las esencias económicas, que de noche deciden que hay que rebajar la fiabilidad de un país, un banco o una empresa y por la mañana unos cuantos se han puesto las botas. Son tan creíbles que avalaron la solvencia de Lehman Brothers, Dubai o los bancos islandeses, pero sus informes van a misa.


Gerardo Díaz Ferrán pedía en 2008 “un paréntesis en la economía de libre mercado". ¿No creen que, como a ETA, a este capitalismo especulativo no vale ya pedirle una tregua sino la rendición definitiva?