Amenaza Javier Arenas con dejar vacía esta noche la silla que le espera para debatir con José Antonio Griñán y Diego Valderas sobre la Andalucía que se propone conquistar, porque el territorio, Canal Sur, no es neutral.
Este campeón de la austeridad, que tras anteriores debates en la misma casa no pudo quejarse del impecable trato recibido de quienes los moderaban, oculta que lo que propone, hacerlo en “terreno neutral” en una productora privada, cuesta, literalmente, un huevo, ni explica quién lo pagaría; usted y yo, claro. Con la que está cayendo. Es más, lo que usted tal vez desconozca es que los ataques de Arenas a Canal Sur son de boquilla, pues él sabe y oculta que hace tiempo tiene a parte de la cúpula de la tele autonómica, la parte que más sobresale, trabajando como quinta columna contra Griñán y a su servicio. Al suyo y al del mismo sector privado audiovisual del que estos mandamases proceden y al que volverán. Esos intereses a los que Arenas quiere entregar no ya los debates, sino todo Canal Sur, tienen marcas, nombres y apellidos: Raúl Berdonés, Miguel Ángel Rodríguez –el exportavoz de Aznar-, el Grupo Secuoya...
El candidato Arenas también calla que si bien es cierto que las radiotelevisiones autonómicas son caros voceros del poder que las controla, y la de aquí no es una excepción, las habas que se cuecen en otras partes son más gordas e indigestas.
En ollas públicas y privadas. A Arenas no le escuece la falta de neutralidad de los suyos, una legión viendo hacia dónde se escora una profesión cuya causa menor de desprestigio es un energúmeno de correa fácil. No hay más descarada renuncia a informar que la de las teles de Aguirre y de Fabra; nada desprestigia más al periodismo que esas portadas de ABC y La Razón que entre llamas de molotov titulan “La oposición responsable del PSOE”. O la infecta campaña de El Mundo contra aquel terrateniente de izquierdas que sacaba apenas siete mil euros al año de sus secanos heredados, anticapitalista de Mercedes que ni siquiera tenía carné de conducir.
Al periodismo lo tienen a la altura del betún los Rolex inventados de Cándido Méndez, las grabaciones corta y pega de Invercaria, las agresiones falsas a redactores de Intereconomía o los becarios de la misma cadena entrevistados como falsos indignados de la Plaza de Cataluña.
No es sólo por ese doble rasero que aplica a los medios según su cuerda. Al candidato Arenas siempre le asociaré a aquel Clan de la corbata negra que hace justo ocho años con tanta alevosía y poca neutralidad desinformó a un país de luto –“Ha sido ETA”-. Cuando ahora se atreve a dar lecciones de neutralidad sólo me sale mandarle al cuerno.
No es sólo por ese doble rasero que aplica a los medios según su cuerda. Al candidato Arenas siempre le asociaré a aquel Clan de la corbata negra que hace justo ocho años con tanta alevosía y poca neutralidad desinformó a un país de luto –“Ha sido ETA”-. Cuando ahora se atreve a dar lecciones de neutralidad sólo me sale mandarle al cuerno.
1 comentario:
Me acuerdo muy bien de esa portada de ABC y La Razón. Un día antes de que se pusieran a la venta comprar en los kioskos o tiendas de prensa, pude verlas en el programa que sigo a diario de 'La noche en 24 horas'. Este programa junto a los documentales de La 2, son la principal motivación para que encienda la ''caja tonta''.
En ese momento, cuando apareció la portada de estos periódicos me dio vergüenza de la forma de informar. Estos periódicos no informan, sino que adoctrinan y violan los principios del periodismo.
La prensa tradicional y de ámbito nacional suele ser poco objetiva. Para informarme recurro a veces a la prensa alternativa o navego por los digitales de otros países para tener una información más objetiva sobre lo que ocurre en España.
Después de leer esas portadas del diario La Razón y ABC, se te quitan las ganas de comprar la prensa nacional. Viendo esas portadas parece que cualquier persona puede informar, reunir ciertos conocimientos y publicar esos contenidos con facilidad, faltando a la objetividad.
Tras terminar Geografía y viendo el deprimente panorama laboral, me decidí con la comunicación y después de dos años he comenzado a plantearme si merece la pena seguir tres años más para luego tener que ser el vocero de alguien.
Yo he sido bastante cotilla a la hora de alcanzar la verdad. Me llena y desconecto de la rutina. Sinceramente, no es mi intención enriquecerme ni pasar a la historia de esta profesión ni tampoco estar en plantilla. Prefiero estar entre ese 40-45% que carece de un contrato antes de faltar a la objetividad.
Yo no me caso con nadie, ni si quiera conmigo mismo, yo, hace mucho que deje a los dogmas acumulando polvo y hoy, soy libre.
fernando-1492@hotmail.es
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