domingo, 18 de marzo de 2012

Contra el miedo




The Lonesome Death of Hattie Carroll

But you who philosophize disgrace 
And criticize all fears
Take the rag away from your face
Now ain't the time for your tears.

(Bob Dylan: The Lonesome Death of Hattie Carroll, 1963)
 
Bien sabe quien me conoce que detesto el optimismo seráfico de los papanatas. Aquí mismo he bramado contra esa calamidad del pensamiento positivo, tan grata a los poderosos pues mantiene a los esclavos esclavos pero contentos. Aprecio el pesimismo ilustrado y la crítica a la condición humana que en España es casi una corriente filosófica, desde Quevedo a Unamuno. Pero no es lo mismo una sociedad crítica y escéptica que una hundida en el derrotismo e inmovilizada por la incertidumbre y el miedo. Desde que empezó la actual crisis es en ese miedo en el que nos quieren instalados para que, amilanados y dóciles, no osemos plantar cara a la contrarrevolución de los cleptócratas y sus políticos a sueldo.

No puedo ni debo criticar el miedo y a quien lo siente, pero sí denunciar a quienes lo propagan. En esta larga víspera de Armagedón, con la incertidumbre y el miedo al futuro dominando todos los órdenes de nuestra vida, miramos alrededor y la única certeza es que no habrá arma que quienes manejan los hilos no empleen para minar toda resistencia, desde dejarnos sin casa o sin trabajo hasta la violencia y la guerra. Y mientras nos mantienen ocupados en garantizarnos lo básico, aplican su programa de tinieblas: el fundamentalismo religioso y moral, la censura, el recorte de libertades.

Aceptarás cualquier trabajo si tienes miedo a perderlo
Un pueblo confiado, educado y saludable es peligroso, porque quiere más. Lo quieren con miedo a enfermar y no poder sufragar los tratamientos, con miedo a perder su casa, a no poder pagar la educación de sus hijos. Nos convencen de que no es sostenible un sistema basado en la solidaridad y nos quieren con mala conciencia, creyendo que abusamos de las urgencias, las medicinas o las escuelas o que somos unos privilegiados por tener un empleo y debemos pagarlo con menos sueldo, menos descanso, menos derechos para las mujeres, peor atención a los mayores. Aceptarás cualquier trabajo si tienes miedo a perderlo. Te quieren pobre porque pobre y con miedo a ser más pobre eres más manejable.

En democracia el Poder teme al pueblo y no al contrario

Desde que comenzó esta gigantesca estafa planificada tratan de convencernos de nuestra responsabilidad por vivir por encima de nuestras posibilidades. Si, por ejemplo, los andaluces en una encuesta admiten como necesarios ajustes y recortes, es que la estrategia del miedo logra sus objetivos, y con miedo no hay democracia. En democracia el Poder teme al pueblo y no al contrario. Nos deben temer a nosotros. Debemos mantenernos airados, esperanzados y con confianza en nuestra fuerza, que también se alimenta de odio. Contra el temor debemos actuar. Hay muchas formas; yo de momento, al contrario que en ocasiones anteriores, este 25 de marzo no me voy a quedar en casa. Pondré lo que esté de mi parte para que Andalucía sea un rompeolas donde esa marea de miedo se estrelle.

1 comentario:

Oxímoron dijo...

A día de hoy no pongo la televisión para saber que pasa y que puede pasar. A día de hoy, creo más a mi padre que lo que diga el presidente del gobierno & company.

Hace dos o tres años me dijo que esos 4 millones de personas sin trabajo, nunca más volverían a encontrar trabajo y que esa cifra en lugar de disminuir, aumentaría aún más. Y acertó.

Pero también me dijo que dentro de diez años el sistema económico sólo necesitará a 10 millones de personas trabajando, el resto, a ojos del sistema económico, serán ''prescindibles''.

Asimismo agregó que ''a este sistema económico le quedan como máximo 50 años de vida''. Además, me dijo sin rodeos lo siguiente: ''tal y cómo está la vida lo mejor hubiera sido que no hubieras venido al mundo''.

Duele que esto te lo diga un padre, pero en realidad no te está diciendo ninguna mentira.

Y le pregunté, que puedo hacer al respecto y él me contesto: ''nada, no puedes hacer nada, bueno sí que cuando puedas salgas pitando de España''.

Y eso voy a tener que hacer si no me queda más remedio. Tengo un amigo que tiene pensado regresar a Canadá y cuándo regrese, va a intentar por todos los medios conseguirme el visado, que es imprescindible para salir de la situación deprimente y miserable en la que estoy.

Hasta hoy, es una de las pocas personas que puedo calificar como un auténtico amigo.

fernando-1492@hotmail.es