viernes, 16 de octubre de 2015

Barcos y honra



Es preferible tener honra sin barcos que barcos sin honra. Esta sentencia algo bravucona, para muchos un aforismo, atribuida al almirante Méndez Núñez durante la guerra hispsmo-sudamericana del Pacífico del siglo XIX, podría ponerse en boca del diputado Alberto Garzón siglo y medio después tras la ruptura de las negociaciones entre Izquierda Unida y Podemos para la formación de una candidatura de unidad popular. A nadie más que al PSOE y al bipartidismo en general beneficia esta ruptura precipitada, no lo dudo,  por la buscada ambigüedad ideológica de los muchachos de Podemos -que ni derecha ni izquierda, que si arriba y abajo: una sitcom- y su insaciable voracidad, que sólo admite que todos pasen por su círculo. Sobre el empeño de Garzón  de lograr la unidad a toda costa ya le puso en guardia el parlamentario asturiano Gaspar Llamazares: No se puede suplicar de rodillas y humillarse por conseguir cualquier clase de unidad de acción ante un Pablo Iglesias que sólo busca absorciones y fichajes telegénicos. Por otro lado hay movimientos que cuentan con nombres como Anguita, Mayor Zaragoza, Jiménez Villarejo -precisamente un exeurodiputado de Podemos- Almeida o Garzón -el exjuez- que mantienen que una alternativa de izquierdas al régimen del 78 puede estar al margen de Podemos. Por mucho que creamos en la idea de unidad popular pienso que en las recientes elecciones catalanas este partido fue un lastre para la izquierda, pues Catalunya Si Que Es Pot sufrió una fuerte caída respecto a los resultados de ICV en los anteriores comicios. Para las generales del 20 de diciembre muchos dan por desaparecida a IU, como ocurrió antes a UPyD. Yo no lo creo, pero incluso si así fuera, mejor honra sin barcos que barcos sin honra.

No hay comentarios: