miércoles, 5 de marzo de 2014

Beltenebros en Crimea

En el islote de la Peña Pobre el invencible caballero Amadís de Gaula decide hacer penitencia, tras la cual se hace llamar Beltenebros para entrar en batalla, un episodio imitado por Don Quijote de la Mancha con su retiro a Sierra Morena, de camino a Puerto Lápice. 

Beltenebros dio título a una novela de intriga política escrita por Antonio Muñoz Molina y llevada a la pantalla por Pilar Miró en 1991.

La de Crimea fue la primera guerra fotografiada
Y de la literatura y el cine doy un salto a la Historia y de ahí al presente. En 1850 dio comienzo la Guerra de Crimea, que durante cuatro años enfrentó de un lado a Francia, Gran Bretaña, Prusia y el Imperio Otomano, y en el otro bando la Rusia de Nicolás I. El conflicto, la primera conflagración que contó con corresponsales de guerra y testimonios fotográficos, se desarrolló en la mentada península del Mar Negro donde posteriormente la nobleza rusa y la nomenklatura del PCUS instaló sus dachas de veraneo. Hoy Crimea forma parte de la república independiente de Ucrania, aunque la mayor parte de su población es de origen e idioma ruso. La defensa de este colectivo es la excusa a la que se ha acogido Vladimir Putin para que los ejércitos de Moscú emprendan una invasión encubierta de la península a raiz de las revueltas de Kiev y la huída del expresidente Viktor Yanukovich. Aquí no es fácil tomar partido, distinguir buenos y malos. No caben dudas del autoritarismo de Putin y de su defensa de los intereses de la empresa energética Gazprom, como tampoco las hay de la corrupción del antiguo gobierno ucraniano; pero en el otro lado el gobierno provisional ucraniano está infiltrado por elementos neonazis y de la extrema derecha, y la dos veces primera ministra y actual mujer fuerte, Yulia Timochenko, estuvo implicada en turbios manejos con el gas y el vecino ruso. No podemos prever cómo acabará el conflicto, ni tampoco aventurar una ucronía: ¿Y si la Unión Europea, en lugar de ofrecer a Ucrania un tratado de asociación, le hubiera abierto las puertas a la integración? Tal vez Putin no se habría atrevido a enfundarse la armadura negra de Beltenebros y acudir al rescate de un puñado de paisanos supuestamente amenazados.

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