domingo, 12 de febrero de 2012

Malthusianos



I am man who drives a local bus
I take miners to work, but the pits all closed today.
It's easy to see that you are one of us.
Ain't it funny how we all seem to look the same?
I'm getting put down,
I'm getting pushed round,
I'm being beaten every day.

 



Según la teoría del clérigo anglicano Thomas Malthus -recogida en Ensayo sobre el principio de la población (1798)- los habitantes del planeta crecen exponencialmente mientras los alimentos crecen en proporción aritmética.
Como cura que era, se oponía a cualquier método de contracepción y proponía condenar a los pobres a una economía de subsistencia porque si mejoraban sus condiciones de vida se entregaban al vicio y la población se incrementaba aún más. La reforma laboral aprobada por el gobierno de Rajoy es malthusiana, y como las teorías de aquel cura zoquete, es una sarta de majaderías.

Claro que la CEOE la aplaude, y con ella toda una clase dominante que, como un poblado aislado en la selva, ha degenerado hacia el cretinismo tras siglos de consanguinidad. Sólo unos mentecatos idearían una reforma que no sólo hunde al asalariado en la miseria, sino que al empresario inteligente -en España eso es casi un oxímoron-, al que busca crecer y para crecer contrata, fomenta y valora la calidad de sus asalariados, a ese le lleva a la ruina frente a la competencia desleal del empresario sinvergüenza, el malthusiano, el que busca convertir su empresa y todo el país en un solar, llevarse la pasta al extranjero y vender lo que quede a los chinos, o a quien venga.

Es una reforma inútil que no sólo no aliviará el paro sino que deja sitio para perder unos tres millones de empleos más, de los que no salen en la EPA: extranjeros que se vuelven a sus países y españoles que se van, y no siempre a trabajar, pues a muchos de los nuestros ya les ven por las calles de Oslo como al senegalés que pide de rodillas en la puerta de Zara. Es estúpida porque no trae el cambio de modelo económico ni laboral aEspaña. Seguiremos igual: sólo con un alto nivel de crecimiento se creará empleo, y de baja calidad; pero se nos impide crecer al abrir la puerta a una bajada generalizada de sueldos en un país con precios europeos y salarios africanos. Con más pobres una economía no crece. Despedir rápido y barato, única obsesión de esos zopencos de la CEOE, es su receta contra la crisis. Acabásemos.


Dice la letra de la reforma que uno de sus objetivos es controlar el fraude y la economía sumergida -hoy por hoy ese empleo sumergido es lo único que garantiza la supervivencia a miles de desempleados-, pero alienta el fraude al permitir las
horas extras en los contratos a tiempo parcial.
Al camarero con contrato de cuatro horas que hace once por el mismo precio ya no lo estarán explotando, estará haciendo horas extras. Del otro fraude, el de los 88.000 millones ocultados al fisco, el de un empresariado y una banca que están saqueando el país no se habla, porque son esos saqueadores quienes han diseñado la reforma que Malthus habría soñado.

1 comentario:

Fernando dijo...

Con los pronósticos de la destrucción de 300.000 nuevos puestos de trabajo. El plan sigue en marcha. El objetivo: reducir la población. Somos demasiados y escapamos a su control.

La pregunta: ¿Cómo hacerlo? Dejando a cuántas más personas sin ningún recurso. No inmediatamente, pero sí progresivamente.

fernando-1492@hotmail.es