Tomar la pastilla roja y saber si nos mienten es tan sencillo como que tras las declaraciones oficiales un periódico mande a sus fotógrafos a dar fe del estado de las obras que, dicen, van viento en popa: Zanjas vacías, excavadoras polvorientas, ni un obrero a la vista, el ladrido de algún perro... ¡Qué pronto se caza al mentiroso!
En el PSOE de Granada el fabulador de guardia -siempre Manuel Pezzi- riñe a los incrédulos: “¿Se convencen ahora de que en 2012 tendremos autovía?”. Pero quien construye, Acciona, jura que se va; si Fomento quiere pagar en 2015, ya volverán dos años antes y cuando esté listo el cheque habrán acabado. Pezzi reparte píldoras azules pero a los trabajadores de la autovía les dan en toda la boca con la pastilla roja. 150 despidos, entre Acciona y las subcontratas, la cifra no casa con una obra salvada y en plazo. Citando a otro periodista, si indultaron la Autovía del Mediterráneo, se les olvidó avisar al verdugo.
Los 700 millones anunciados por el ministro José Blanco para redimir infraestructuras saldrán de los Presupuestos de 2011. Es decir, hasta enero no habrá un euro, cuatro meses perdidos. El engaño va por tramos: Blanco sólo habla del tramo Gorgoracha-Puntalón, hay que volver a licitarlo, y calla que eso implica más retraso. No se puede salvar de los recortes otro tramo, el Puntalón-Carchuna, pues nunca contó entre los recortes. Hay simplemente una adjudicataria que se va cuando le dicen que no cobrará hasta 2015, y a eso -que no nos engañen- no le han dado solución. Y nadie cuenta que otro tramo licitado pero no en obras, el Carchuna-Castel, lleva el mismo camino. Allí FCC recoge sus bártulos ante un cobro más que incierto.
Los medios de comunicación de Granada distribuyen las píldoras azules que recetan el Gobierno y el PSOE, pero en la Costa ya no tragan, optan por la pastilla roja y se lanzan a la carretera gritando su rabia a golpe de claxon. Mientras, los socialistas granadinos se embriagan con píldoras azules para olvidar que la mentira se paga perdiendo elecciones.