lunes, 19 de enero de 2009

Último artículo publicado en Granada Hoy


La excepción

Piense en tanta exaltación de la sostenibilidad y tanta encendida defensa del transporte como ha escuchado a nuestros munícipes y gobernantes. Piense en tanto aparcamiento que supuestamente ha de disuadirnos de llegar con el coche a todas partes. Y piense ahora en el primer gran misterio de este 2009: En plena depresión económica, con un consumo retraído, camino de la deflación y con los precios del combustible cayendo en picado, la excepción la marcan los ayuntamientos y autonomías lanzados a una incomprensible y filibustera política de subidas tarifarias en el transporte público. Conclusión: Le están tomando el pelo.

Estos defensores del transporte público con los que jamás se cruzará en el autobús pues viajan en el coche oficial que también usted les paga no responden a una ideología. Es el PP quien sube las tarifas de taxis, autobuses, metro, parkings o cercanías en Granada o Madrid, el PSOE en Sevilla o Barcelona, Izquierda Unida en Córdoba o los nacionalistas en Bilbao; las autonomías de las que dependen los consorcios o el Estado que interviene en los precios de Renfe, los peajes o el transporte interurbano. En todos estos casos las subidas que están entrando en vigor con el nuevo año duplican o triplican el IPC y todos y cada uno de los argumentos con que justifican lo injustificable de tan falaces y demagógicos prueban que nuestros políticos nos toman por estúpidos.

Es falso que las subidas tarifarias cubran inversiones y mejoras: Se deja agonizar la necesidad de nuevas líneas, la conexión entre los barrios, se incumplen con descaro las frecuencias establecidas, se mantienen en circulación viejas tartanas. Es falaz decir que con fuertes subidas del billete suelto -1,20 euros en Granada o Sevilla- y en menor medida los abonos se protege al usuario habitual frente al más esporádico: Se renuncia así a captar usuarios esporádicos de hoy que serán habituales mañana y se castiga al turista y el visitante que nunca será habitual. Es indecente que la Administración te diga que sólo pagas un porcentaje del coste real mientras ella te subvenciona el resto… con tu dinero.


Estos abusos no sólo dejan en vacua palabrería todo discurso oficial sobre sostenibilidad urbana, al que nunca más deberíamos hacer caso; además nos dejan sólo dos alternativas. La nihilista -el planeta a tomar viento pero a mí no me toman el pelo- es coger el coche para todo aprovechando que la gasolina está un tercio más barata que hace unos meses. La otra opción es más radical, pero también más constructiva: El pasado 7 de enero un grupo de 'incontrolados' abrió al público las puertas de tres paradas del metro de Barcelona durante toda la mañana en protesta por la abusiva subida del precio del transporte público para 2009. Se puede no escuchar, se puede responder ... o callarse y pasar por taquilla, elijan.

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