domingo, 25 de diciembre de 2016

Playlist nº 81: Carmina MMXVI




Llegó el momento para mi colección de (canciones) favoritas del año que se acaba, tan subjetiva como siempre. Este 2016 ha visto la publicación de algunos grandes álbumes pero para mi gusto no  han destacado demasiados temas dentro de esos discos. No obstante he logrado encontrar el (auto)obligado centenar de piezas interesantes entre internacionales y españolas. Entre los discos grandes no han fallado las bandas y los artistas de siempre -Radiohead, Wilco, Nick Cave, PJ Harvey...-. he descubierto o me han descubierto algunas estimulantes sorpresas -ECTV, The 1975...- ha habido alguno que otro regreso sorpresivo -Pixies, The Divine Comedy, Justice, Paul Simon...-, se han echado de menos algunos grandes -Arcade Fire, Prefab Sprout- que no editan nuevo material desde 2013 y si hablamos de otos clásicos -Elvis Costello, Tom Waits-, su prolongada ausencia de los estudios de grabación suena a retiro; sí han sacado disco los veteranos incombustibles de cada año -Dylan y Springsteen-, pero uno versiones de standards y el otro una recopilación, ni una nueva composición propia; además no puedo quedarme sin un recuerdo a quienes murieron matando -Bowie y Cohen-. En cuanto al panorama nacional, no sorprenderá la presencia de valores seguros como Tiángulo de Amor Bizarro y Neuman, pero también hay emergentes como All La Glory, Silvia Pérez Cruz y Hola A Todo El Mundo. No me ha costado tanto encontrar material pero sí me ha costado alguna pasta: todo lo que hay en esta lista lo tengo; yo no pirateo, yo compro en la iTunes Store, en tiendas o al menos pago por el streaming. Un respeto a los creadores, los intérpretes y a los empleos que de ellos dependen. El orden de canciones es alfabético por artistas.

-Abra: Crybaby
-All la glory: Pretty eyes
-Allah-Las: Famous phone figure
-Anderson.Paak: Am I wrong
-Angel Olsen: Those were the days
-Angry Angles: Things are moving
-Anne Meredith: Taken
-Las Annettes: I'm not your girlfriend
-Aurora and The Betrayers: Voodoo
-The Avalanches: Frankie Sinatra
-Beach Baby: Limousine
-Beyoncé: Hold up
-Blood Orange: Augustine
-Bon Iver: 29#Strafford APTS
-Car Seat Headrest: Drunk driver/Killer whales
-Chairlift: Crying in public
-Los Chikos del Maiz: Black mirror
Christine and the Queens: Christine
-Crystal Fighters: All night
-Danny Brown: Really doe
-Darkstar: Reformer
-David Bowie: No plan (del musical Lazarus)
-Dawn Richard: Honest
-Denite: Morning
-Diego el Cigala: Moreno soy
-Disciplina Atlántico: Las radiaciones del móvil
-Disclosure: Boss
-The Divine Comedy: Katherine the great
-Douglas Dare: Thinking of him
-Drake: One dance
-Drive-By Truckers: What it means
-Elza Soares: Mulher do fim do mondo
-Esperanza Spalding: Earth to Heaven
-EZTV: High flying faith
-Fangoria: Geometría polisentimental
-Fernando Alfaro: No puedo más contigo
-Frank Ocean: Nikes
-Frankie Cosmos: On the lips
- Gonzalo de Cos y Los Herederos: Palabras
-Hamilton Leithauer and Rostam: In a black out
-Helado Negro: It's my brown skin
-Hidrogenesse y Single: No hay nada más triste que lo tuyo (versión Distancias Cortas)
-Hola a Todo el Mundo: Turn out the lights
-Iggy Pop: Gardenia
-Jain: Come
-James Vincent McMorrow: Rising water
-Jamie T: Power over men
-Julie Byrne: Natural blue
-Justice: Safe and sound
-Kano: Wheel-ups
-Kanye West: Fade
-Kaytranada: Lite spots
-Kevin Morby: I have been to the mountain
-King Gizzard and The Lizard Wizard: Gamma knife
-Kristin Kontrol: X-Communicate
-Lady Gaga: Million reasons
-León Benavente: Tipo D
-Leonard Cohen: You want it darker
-Lorenzo Senni: Win in the flat world
-Luís Auserón: Días mejores
-Luís Troquel con Soleá Morente: Suelo español
-Madness: Mr. Apples
-Massive Attack and Azekel: Ritual spirit
-Metronomy: Old skool
-Mitski: Your best american girl
-Moses Sumney: Lonely world
-Neuman: I love you
-Nick Cave and The Bad Seeds: Jesus Alone
-Nicolas Jaar: No
-Niño de Elche y David Cordero: Agustín
-Nite-Funk: Let me be me
-Paul Simon: Wristband
-Pet Shop Boys: The pop kids
-Pixies: Um chagga lagga

-PJ Harvey: The community of hope
-Public Access T.V.: On location
-Radiohead: Burn the Wicht
-The Rolling Stones: Just your fool
-Rufus Wainwright & Marius De Vries: Take all my love (Shakespeare's sonnet 60)
-Sara Watkins: Move me
-Savages: The answer
-serpentwithfeet: Blisters
-Silvia Pérez Cruz: Cerca de tu casa
-Skepta: Crime riddim
-Solange: Don't touch my hair
-Stephen Steinbrick: Absent mind
-Sunflower Bean: Easier said
-Tegan and Sara: Boyfriend
-The 1975: The Sound
-Tindersticks: Hey Lucynda
-Triángulo de Amor Bizarro: Baila Sumeria
-Two Door Cinema club: Are we ready? (Wreck)
-Weyes Blood: Generation why
-White Lung: Hungry
-Withney: No woman
-Wilco: If I ever was a child
-Wild Beasts: Big cat
-Woods: Sun city creeps
-Xavier Baró & Renaldo & Clara: Per culpa de dormir
-The XX: On hold



domingo, 18 de diciembre de 2016

Guerra y paz en Macondo

Era como si Dios hubiera resuelto poner a prueba toda capacidad de asombro,
y mantuviera a los habitantes de Macondo en un permanente vaivén
entre el alborozo y el desencanto, la duda y la revelación,
hasta el extremo de que ya nadie podía saber a ciencia cierta
dónde estaban los límites de la realidad.
(Gabriel García Márquez)

Una patrulla de las FARC
Cuando el 3 de octubre pasado los votantes -una minoría de los convocados- por una exigua diferencia de sufragios dijeron no al acuerdo de paz negociado por el gobierno colombiano y las FARC en Oslo y La Habana la sociología atravesaba una racha de fallos garrafales de las encuestas y las previsiones abierta en el Reino Unido con la victoria en referéndum del Brexit y que ha continuado en los EE.UU. con la victoria electoral de Donald Trump. De la mayor parte de estos fenómenos se han hecho múltiples análisis que prueban por qué no fueron tan sorpresivos, pero es curioso que en un país como el nuestro tan vinculado a América Latina no nos hayamos esforzado más en buscar explicaciones creíbles a lo ocurrido en Colombia, y menos aún desde que el premio Nobel de la Paz otorgado a Juan Manuel Santos ha disuadido a casi todos de hacerse unas preguntas cuyas respuestas no gustarán a casi nadie.

La mayoría de españoles, y no colombianos en general, no pueden explicarse que alguien pueda pronunciarse contra la paz y un medio de conseguirla que contaba con un amplio acuerdo. Cierto es que el exceso de expectativas puestas en el acuerdo sometido a plebiscito y la casi obscena manipulación de la información para obtener el sí quiero de los colombianos obligó a los promotores de la paz, tras recibir un doloroso no, a ser más humildes y a eliminar aquel aspecto de lo negociado que más rechazo causaba entre las víctimas: la impunidad para los crímenes de guerra, y a llegar a un acuerdo corregido que finalmente se firmó en Bogotá el 24 de noviembre sin tanta parafernalia y fue ratificado después por la Cámara de Representantes y el Senado de la nación,
pero lo que pocos analistas extranjeros tuvieron en cuenta en octubre es que lo que los colombianos han vivido durante más de medio siglo es una guerra de aniquilación que se ha mantenido tanto porque, además de doscientos cincuenta mil muertos y seis millones de desplazados,siempre ha habido ganadores: en primer lugar la extrema izquierda armada que son las propias guerrillas de las FARC y el ELN -esta última plenamente activa a día de hoy-, por otro lado la ultraderecha de los paramilitares auspiciados por los caciques locales y los usurpadores de tierras, ambos bandos generosamente financiados mediante el narcotráfico y ambos armados hasta los dientes por potencias y gobernantes con intereses heredados de la guerra fría. Sus respectivos botines se han medido en la superficie de tierra incautada -robada- al Estado -entre unos y otros el quince por ciento de la superficie total de Colombia-; las víctimas han sido  principalmente civiles acusados, casi siempre sin pruebas, de trabajar para el bando enemigo y campesinos cuya tierra estaba en el camino de la deseada expansión territorial. A esta alianza de facto entre contrarios se han unido después cristianos ultraconservadores que mantienen un sueño de refundación de una patria de pesadilla ubicada en algún lugar de un pasado que se creía superado.

Crimenes de los paras
Si el rechazo a los crímenes de las FARC se ha convertido en aborrecimiento a cualquier forma de paz con ellas, igualmente detestable es la utilización  porparte de los políticos del daño causado  -algo que también sabemos hacer en España- para conseguir adeptos contra los acuerdos, argumentando una gran mentira -que otros líderes podrian negociar una paz mejor-, cuando ellos no necesitan negociar paz alguna: ya han ganado la guerra. Lo prueba su sangriento boicot a la Ley de Restitución de Tierras de 2011: se cuentan ochenta asesinatos de personas que han buscado recuperar sus tierras. El rechazo a devolver lo robado está íntimamente conectado al rechazo a la paz.

Sobre esa ultraizquierda sólo diré que me niego usar para ella ese nombre de regusto romántico que es guerrilla: son simplemente una banda terrorista como ETA, las Brigadas Rojas, la Baader-Meinhoff  o Septiembre Negro cuyo fanatismo, crueldad y daño causado sólo ha superado Sendero Luminoso en América Latina, y Dáesh y las franquicias de Al Qaeda en el resto del mundo. Su guerra ha generado una cadena interminable y retroalimentada de crimen, venganza, odio y traumas personales. Si sumamos  una arrogancia tan grande como sus crímenes, entenderemos que aquellos a quienes los guerrilleros despojaron de su casa y sus familiares, secuestrados, mutilados o asesinados, no quieran oir hablar de perdón, pese a lo cual las FARC pretenden pasar por este trance sin pagar mucho por sus crímenes. Da la sensación de que Colombia quisiera imitar la transición y la evolución de España, un país que sabe mucho de impunidad.

Pero ahora la amenaza de la extrema derecha es más peligrosa, porque va a estar ahí al margen de cualquier acuerdo incluso después de que las FARC entreguen las armas y se integren a la normalidad. El terrorismo de Estado que representan los escuadrones de la muerte ya existían antes de que las FARC se echaran al monte. El paramilitarismo lo creó el presidente John Kennedy cuando en 1962 envió a Colombia una misión militar encargada de  lanzar la guerra sucia contra el enemigo interno al estilo de la teoría del dominó de aquellos tiempos de la guerra fría. Por tanto no es cierto que las actuaciones de los paramilitares sean una respuesta a las de las FARC: Ellos ya estaban ahí y no van a desaparecer cuando la banda se desmovilice; de hecho sus abogados y lo más duro y reaccionario de la cúpula militar pide a los escuadrones de la muerte que se mantengan preparados para atentar contra los comandantes guerrilleros cuando éstos se integren al sistema. Además los siguientes pasos de los paramilitares estarán condicionados por sus negocios y acuerdos con los narcos.

Ya he señalado antes que la extrema derecha cristiana ha vertido bidones de gasolina en la pira donde se quema Colombia. Sus tentáculos alcanzan todos los rincones y esferas del poder: uno de los grupos integristas más influyentes en Colombia es la fraternidad creada por el obispo francés Marcel Lefevre, excomulgado por Juan Pablo II y recomulgado por Benedicto XVI. A esta orden pertenecen funcionarios del Estado tan poderosos como el procurador Alejandro Ordóñez, famoso por intentar procesar a mujeres que abortaron siguiendo los supuestos legales en el país o recurrieron a la píldora del día después y por organizar quemas de libros -Marx, García Márquez y hasta biblias no católicas- al estilo del Berlín de 1936. Ni que decir tiene que Ordóñez fue un entregado activista del no en el plebiscito de octubre.

Santos y Uribe: eran otros tiempos
Aunque la cara del no a los acuerdos es la de un político que ha pretendido erigirse en la voz de las víctimas mientras tiene abiertos ciento ochenta y cinco procesos internacionales por delitos de lesa humanidad, y aún así su popularidad en el país no ha descendido un ápice: me refiero al presidente de Colombia entre 2002 y 2010 y actual senador Álvaro Uribe. Los éxitos macroeconómicos de su mandato no pueden silenciar las atrocidades cometidas a la sombra de este amigo de José María Aznar que puede estar entre los políticos más nefastos de América Latina: a casi 3.500 ascienden los asesinatos de Estado cuyas víctimas han sido falsamente catalogadas como guerrilleros por parte de miembros de las fuerzas armadas. Uribe alentó esta escabechina indiscriminada mediante una directiva de 2005 que promovía la caza de recompensas: ordenaba pagar casi cuatro millones de pesos por cada guerrillero muerto. El número de falsos positivos -campesinos, víctimas de la guerra, molestos rivales o gente que pasaba por allí- es incontable. Treinta dos mil personas desaparecidas en ese periodo siguen en paradero desconocido sin que nadie lo investigue; también en eso imitan a España. Un hermano del propio Uribe está siendo procesado por haber sido uno de los lideres del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia. El mismo expresidente y senador fue alcalde de Medellín y gobernador de esta provincia en los años de esplendor del cártel que dirigía Pablo Escobar.

En Colombia los los líderes del rechazo a la paz son los ganadores de la guerra, y mientras el torturado país latinoamericano da un pso adelante y otro atrás en su merecidas aspiraciones de una vida mejor va teniendo que aprender que para que sea posible un acuerdo las partes han de ceder y que no hay acuerdo perfecto.


lunes, 5 de diciembre de 2016

La ambición rubia del sur



Ni Monroe ni Ciccone; en el siglo XXI y en España la nueva ambición rubia se apellida Díaz Pacheco. Es una sevillana de 41 años que, antes de entrar en política siendo una adolescente y desde entonces dedicarse a lo institucional como única actividad conocida y reconocida, sólo consta en los anales como bética, catequista y distribuidora Avón. De hecho, en el curriculum con el que se presentó a aquellas elecciones primarias para la secretaría general del PSOE de Andalucía que no llegaron a celebrarse por falta de avales de sus contrincantes aseguraba que ya era miembra (sic) de las Juventudes socialistas antes de cumplir los cieciocho años; durante la mitad de su vida la señora Díaz sólo se ha apeado de coches oficiales. Ahora su ambición ha traspasado la frontera natural de Despeñaperros y aspira a expandirse por toda España haciéndose con la secretaría general del Partido Socialista, algo que dudo que necesite pues ya mangonea a su antojo en la organización. Veamos qué tiene a favor y qué en contra en su empeño.

Díaz ha venido actuando como correa de transmisión de la vetusta guardia de los suyos -González. Rubalcaba, Corcuera, Ibarra...-, determinada prensa -PRISA- y los poderes financieros y empresariales, tan alérgicos como ella misma a mirar a su izquierda cuando se necesita sumar apoyos. Ya lo hizo adelantando elecciones en 2015 para desprenderse de Izquierda Unida y ha vuelto a hacerlo año y medio después al dirigir la defenestración de Pedro Sánchez, a quien ella había impulsado al liderato creyendo que sería un títere manejable en sus manos. A su servicio tiene también una gestora dócil que se extralmita en sus funciones castigando a quien desobedece órdenes y gobernando el partido sine die cuando su cometido debía ser convocar un congreso extraordinario cuanto antes, disolviéndose de inmediato. A esto ha unido últimamente el apoyo velado del catalán Miquel Iceta logrado mediante la amenaza de dejar a los socios del PSC sin voz ni voto en los próximos procesos federales, después de que ellos tampoco acataran la abstención impuesta en la investidura de Mariano Rajoy. Con estas maniobras busca además cercenar la gira de reconquista emprendida por Pedro Sánchez, una peregrinación nacional tan condenada al fracaso que roza el patetismo; sin prestgio, escaño ni cargo interno, la de Sánchez es una carrera política amortizada y malogada. Hoy Susana Díaz defiende una  alternancia socialdemócrata (¿?)  que tranquilice a los verdaderos poderes, sometida más que coaligada, al gobierno del Partido popular en nombre de la razón de Estado. Así las cosas y si los socialistas se preocupan más de nombres y titulares que de lo realmente importante, un proyecto de izquierda diferente, combativa y competitiva, la única figura que hoy podría generar ilusión y mostrar solidez y credibilidad en las filas socialistas y en sus aliados naturales es curiosamente la de un político retirado, Josep Borrell. La suya ha sido la voz nás sensata que ha sonado durante la crisis del PSOE que estalló el 1 de octubre, pero El País ya se ha lanzado a neutralzarlo mediante titulares escandalosos; ya le hizo esa tarea al felipismo cuando Borrell le ganó al aparato las elecciones primarias de 1998.

Sin embargo, si la señora Díaz Pacheco quiere acceder a la secretaría general deberá superar las reválidas de unas elecciones primarias yun congreso de los de un militante un voto que se celebrarán cuando ella y sus pretorianos lo decidan, y lo único que de momento tiene garantizado son los avales, pero no desde luego la victoria. Es cierto que tiene los apoyos de la gestora, el eterno felipismo, PRISA y la nomenclatura andaluza, pero para grn parte de la militancia andaluza Díaz es un ángel exterminador y ni siquiera en su tierra las tiene ya todas consigo: Sus candidatos ya cayeron ante los de los populares andaluces en las elecciones generales del 26 de junio y en el interior del PSOE andaluz surgen pequeñas células de resistencia que ya no se esconden y están dando la cara en una suerte de plataforma anti-gestora presentada hace unos días. Vaya donde vaya Díaz contempla incrédula cómo los baños de multitudes de antes se convierten hoy en broncas y la desintegración que sus políticas están provocando en el sistema sanitario del que está tan orgullosa saca a la calle a miles de ciudadanos enfaddados. Puede que el camino de la noeva ambición rubia desde un emirato al califato llegue a puerto pero no será, ni mucho menos, un paseo militar.