lunes, 26 de enero de 2015

No es una crisis, es un nuevo régimen



A esta hora uno de lo que muchos desprecian como productos de la crisis se frota las manos saboreando su victoria y sólo teme a las posibles contradicciones entre la realidad y el deseo, entre la desesperanza y la frustración. Pero, al margen de los miedos de unos y la codicia de los mismos, lo primero que la contundente victoria de Syriza en Grecia está desmontando son prejuicios. No son productos de la crisis. Ellos y nosotros estábamos aquí antes. Lo que desde 2008 hasta ahora nos martiriza y nos indigna no es una crisis, es un nuevo régimen, como bien apuntaba el profesor de ciencia política Dimitris Christopoulos antes de las elecciones griegas. Por lo menos sirve para que la gente empiece a mirar al futuro con la dignidad recuperada. Aunque nunca está de más el escepticismo no es más inteligente ser pesimistas;Alexis Tsipras y quienes le rodean saben es que, como prueba Thomas Piketty en El capital del Siglo XXI, redistribuir la riqueza y reducir las desigualdades mediante una política fiscal global que de una vez por todas grave los privilegios y los ingresos insostenibles es perfectamente factible. Todo el daño que podían hacer ya está hecho. Ya hemos aprendido a convivir con la catástrofe; asíque sólo me queda desear suerte, por lo que nos toca.


Próxima entrega: La fórmula del sulfato atómico (muy pronto)

lunes, 19 de enero de 2015

Mentar la bicha




Una estudiante marroquí venía cada semana a mi casa a hacer la limpieza; observé que cuando pasaba el polvo de la librería miraba de reojo mi ejemplar de Los versos satánicos de Rushdie al que a veces daba la vuelta dejándolo con el lomo de cara a la pared. Aquello me recordaba cuando estuve en un colegio mayor y las monjas que limpiaban mi habitación quitaban las chinchetas superiores para dejar semidescolgado el póster inluido en el Abraxas de Santana, en el que aparecía una voluptuosa mujer negra desnuda. Rememoro todo eso al leer, o más bien devorar con ansia -en francés, no he podido esperar la traducción- la nueva novela de Michel Houllebec, Sumisión, y sobre todo al saber del escándalo levantado en Francia, donde se acusa al autor de Ampliación del campo de batalla de islamofobia. Sumisión plantea cómo sería Francia tras la  llegada al Elíseo de un presidente musulmán en las elecciones presidenciales de 2022, con el apoyo de todos los partidos excepto el Frente Nacional, que evitan así la victoria de Marine Le Pen en la segunda vuelta. Los supuestos musulmanes moderados demuestran pronto no serlo tanto; las universidades se han convertido en madrasas de las que van siendo excluidos los docentes cristianos, judíos o ateos; la poligamia se va extendiendo entre los hombres que pueden pagarlo; las mujeres sufren restricciones en el vestir y se limita su acceso al mercado laboral mediante cuantiosas subvenciones llegadas de los emiratos y monarquías petroleros; Turquía, Marruecos y Argelia se han incorporado a una Unión Europea que sueña con la restauración del Imperio Romano...

Tras los atentados islamistas de París los medios de comunicación y muchos gobernantes europeos se apresuraron a pedir a los imanes que  condenaran los actos violentos y éstos se apresuraron a hacerlo.; hasta ahí todos contentos. No pretendo sugerir que el bueno de Emilio el Moro fuera un yihadista; pero no puedo obviar que inmediatamente despues de los crímenes de Francia, tras el rezo del viernes en las mezquitas argelinas se aclamaba a los terroristas y mártires. No quiero mezclar churras y merinas: me parecen deleznables las manifestaciones contra el islam y la inmigración que organiza PEGIDA en Drede y Berlín, pero considero intolerable que una autodenominada Policía de la Sharía actúe impunemente en las noches deWuppertal y otras ciudades alemanas amedrentando a jóvenes y sobre todo a chicas que no vistan con el obligado decoro, consuman alcohol o desafíen cualquier otro precepto del Corán -ignoro si la nueva Ley de Propiedad Intelectual me permite o no incluir en el blog enlaces a medios de comunicación, pero considero un deber citar la fuente de toda información que no sea de mi cosecha y ¡qué mejor manera de hacerlo que enlazándola!-.

Los asesinados dibujantes de Charlie Hebdo caricaturizaron
a Houllebecq como vidente: En 2015  perderé los dientes
¡y en cien años todos calvos, no te j...!
¡Con una inusitada rapidez han sonado las voces empeñadas en diferenciar Islam y fundamentalismo violento!; incluso he oído ridículas argumentaciones que tímidamente venían a justificar el ataque a la revista en sus excesos y provocaciones.  La campaña contra la novela de Houllebecq y el asesinato de los periodistas y dibujantes de Charlie Hebdo me mueven a volver a un asunto sobre el que ya he advertido: el buenismo y el exceso de corrección política traen bajo el brazo nuevas formas de censura y autocensura; quienes lo defienden piensan que criticar el Islam y a los islámicos, o simplemente retratarlos fría y despiadadamente, supone invocar el peligro, es como mentar la bicha; el papa Francisco sorprendió negando el derecho de ridiculizar las religiones. A este defensor que le ha salido al Islam le recordaré que en las iglesias subterráneas de la Capadocia, cuando los musulmanes llegaron a Anatolia, tacharon y emborronaron rostros y ojos de los iconos de los frescos de las paredes por considerar impía la representación de figuras humanas y animales.Ya sabíamos que Michel Houllebecq es un provocador: en Las partículas elementales cargaba contra los viejos hippies; en Plataforma se pone del lado de la pareja que monta un negocio de turismo sexual en Tailandia y contra los islamistas que destruyen aquel antro de vicio y pecado, al contrario que la prensa francesa; en El mapa y el territorio llega a imaginarse a sí mismo como víctima de un atroz asesinato; y ahora por Sumisión sufre estos ataques que vienen incluso de la alta política ¿Son conscientes las autoridades francesas de que Houllebec se ha colocado en el punto de mira y de que, si de verdad creen en la libertad lo que deben hacer es otorgarle protección? como antes a Rushdie y a Saviano; como ahora a Charlie Hebdo, ¿O es que acaso cuando uno decide voluntariamente ponerse en riesgo ejerciendo la libertad no merece que el Estado lo proteja? Lo que necesitamos no es ser prudentes y contemporizadores; Necesitamos provocadores y creadores que sepan burlarse hasta de lo más sagrado.

Vídeo: Siniestro Total - Ayatolah

domingo, 4 de enero de 2015

El final de "El puente sobre el río Kwai"



Pablo Iglesias y su partido pueden gustarte más, menos o nada, pero hay que reconocer que no va desencaminada su proclama mitinera de que el Cielo no se gana por consenso, se toma por asalto; aunque básicamente esté de acuerdo, también pienso que el Cielo no se toma desde un plató de televisión. Si quieren saber por dónde va mi reflexión ¿Se acuerdan de cómo termina El puente sobre el río Kwai -The bridge on the river Kwai. David Lean, 1957-? Si no lo recuerdan o no la han visto -Ya están tardando, está disponible en DVD y las filmotecas la programan de vez en cuando- se lo contaré: los prisioneros vuelan por los aires el puente que ellos mismos fueron oligados a construir ¿Lo van captando?

Alexis Tsipras, candidato de Syriza
Mientras escribo, los medios de comunicación y los organismos para los que actúan de voceros -el BCE, el FMI, el Bundesbank y las agencias de calificación financiera- se ocupan de sembrar la incertidumbre y meter el miedo en el cuerpo a los europeos a que tome el poder en Grecia una fuerza que se atreve a decir no y que ello pueda contagiarse. Conmigo pinchan en hueso: no sólo no me asusta sino que me ilusiona. ¿Que han de abandonar el euro? Pues que nosotros vayamos detrás. ¿Qué tiene de unida y qué podemos esperar de una Europa dominada por la xenofobia, que quiere levantar muros internos y se olvida de lo social, que considera oneroso e improductivo? Aunque no nos basta con una victoria de Syriza y otras fuerzas equiparables; aunque nadie desea sangre, hace falta algo más contundente, como aquellas voladuras controladas como realizaba el personaje interpretado por Ricardo Darín en Relatos salvajes -Damián Sifrón, 2013-, quien, cuando le hacen perder el control, aprovecha su experiencia y sus conocimientos de dinamitero ¡Eso sí que es contundencia! y sólo con contundencia se puede asaltar los cielos.


Vídeo: Def Con Dos - España es idiota