jueves, 16 de octubre de 2008

Islandia se hunde

La imposibilidad de una isla



Il existe au milieu du temps la possibilité d’une île (Michel Houllebecq)

Alguien pudo pensar en un paraiso helado, de la posibilidad de una isla de serena abundancia. Un medio natural espectacular, una sociedad opulenta, con mucho a repartir entre muy pocos, poco más de trescientos mil habitantes y el mayor Índice de Desarrollo Humano del mundo, un nivel cultural altísimo, uno de los sistemas sociales más igualitarios de la Tierra, una economía, durante mucho tiempo dependiente casi en exclusiva de las exportaciones pesqueras pero que en los últimos años ha ido diversificándose gracias al ecoturismo y el software; sólo en 2003 los islandeses tuvieron una ligera idea de lo que significa una recesión económica de la que salieron rápidamente... Hasta tienen a Björk y a Sigúr Ros para acrecentar la leyenda del paraiso islandés. Cómo imaginar que la actual crisis global convertiría a Islandia en el infierno en la Tierra, en un país en bancarrota amenazado por el corralito y el acaparamiento de víveres.

Créanlo. Un artículo de Expansión, La rendición de Islandia, hablaba este miércoles de una caída de la bolsa del 77%, de un endeudamiento del sistema bancario que supera en doce veces el Producto Interior Bruto nacional, y con una moneda, la corona, que nadie quiere en momentos de crisis. En El Confidencial, que cita a Bloomberg, se destaca que Los islandeses hacen acopio de alimentos: "Tras cuatro años de alegre consumo, los islandeses están inundando los supermercados una última vez, para hacer acopio de comida porque el colapso del sistema bancario amenaza con paralizar las importaciones de la isla. Bonus, una cadena nacional, tiene mercancía en sus almacenes para unas dos semanas. Después, los estantes empezarán a vaciarse a menos que pueda acceder a divisas extranjeras".



El lado chusco de este asunto lo reseña Europa Press y lo recoge La Razón: "Varios internautas chinos pretenden comprar la isla y hasta escoger quién será su próximo presidente. Según el diario Nanfang Daily, la idea ha surgido de un internauta, que ha propuesto comprar Islandia en grupo después de que la isla saliera a la venta, como una broma, en Ebay. Sin embargo, los internautas chinos se han tomado en serio la iniciativa y ahora varios miles de personas se han sumado al plan. '¿Vas a comprar una casa en China? Te estamos esperando en Islandia. Convirtámosla en un país comunista', propone un internauta".

Expansión habla de los culpables -no deja de ser curiosa la furia anti-directivos y anti-magnates que le ha entrado a este diario económico de tan firme fe en el capitalismo- del caso islandés, que no se diferencian mucho de los sinvergüenzas que nos han llevado a la actual situación en todo el mundo desarrollado: "Al tener una tasa de inflación tradicional y unos tipos de interés más altos que la media de, por ejemplo, la UE, los bancos aprovecharon para endeudarse en mercados internacionales y ganar dinero prestándolo en su país de origen, financiando el diferencial de crecimiento nacional. Ésto motivo un auge del consumo privado interno que dio pie a una acumulación de deuda externa neta del 840% de la producción, la mayor del mundo. Al igual que el pueblo pide ahora la cabeza de los banqueros más renombrados de la City y de Wall Street, los islandeses deben pedir la capitulación de sus líderes políticos. Los mismos que no querían entrar en la Unión Europea para seguir explotando las asimetrías de los mercados, y les han llevado a unos tipos de interés del 15,5% (a final de 2005 estaban en el 8%, hoy han aprobado bajarlos al 12%) y un estrangulamiento de sus importaciones".

¿Una isla? Mejor que nos devoren los tiburones.

(Vídeo: Sigúr Ros: "Heima")




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