Mariano Rajoy entrevistado en TVE |
Mariano Rajoy revalidado con la rendición incondicional de un PSOE domesticado por sus tradicionales nannies -PRISA, el bunker financiero de Bruselas, la gran banca, las empresas del Ibex 35...- que ha olvidado en pocos días su último y tímido amago de contestación -exigir una radio televisión pública despolitizada- mientras el Consejo de Informativos de RTVE daba cuenta del nuevo trimestre de manipulación y censura que ha precedido a la reelección. Su lista de denuncias es escalofriante -esos tertulianos que intentan criminalizar a víctimas de violación, las descalificaciones y mentiras contra rivales políticos del gobierno, el ocultamiento de los escándalos de éste-, pero en los últimos meses se han podido ver otras muestras de un periodismo adocenado de servicio de orden que recurre gustoso a eufemismos y trampas verbales del gusto el poder. Fue el caso del presentador de Los Desayunos de TVE que llamó Centro de Acogida al Centro de Internamiento de Extranjeros -¿Campo de Detención no sería más exacto?- de Aluche donde se produjo una revuelta el 18 de octubre. Y en la misna casa la purga de profesionales desafectos es continua y creciente. Ya desde la misma llegada de Rajoy al gobierno a finales de 2011 se produjo la decapitación de los responsables de informativos de la etapa anterior y la toma de los puestos directivos y de control por gente procedente de TeleMadrid, COPE y La Razón que llegaron con la ideología puesta e historiales de denuncias por manipulación al servicio del Partido Popular y su gobierno. Desde entonces las listas negras de profesionales desafectos crecen sin cesar.¿Desea algo más el señorito? es la frase más oída en cualquier cortijo, y RTVE es uno de ellos.
José Antonio Sánchez, presidente de RTVE |
José Antonio Álvarez Gundín, actual director de informativos de RTVE |
Julio Somoano, jefe de informativos de RTVE 2012-2014 |
En cuanto al grupo que preside Juan Luis Cebrián, la presión de los poderes económicos y políticos presentes en su consejo, tan interesados en la continuidad de las políticas de la derecha en el gobierno, se ensañó tanto en las posturas contrarias a la abstención de los socialistas y la figura de su entonces secretario general Pedro Sánchez que el exministro Josep Borrell tuvo que contestar en la SER a los virulentos y ofensivos editoriales de El País clamando que al secretario general del PSOE no lo podía destituir el presidente de PRISA -¡Vaya si podia!, y provocó en la redacción del diario una rebelión deontológica -que acabó en simple pataleo- contra dicha línea editorial.
La dependencia de la publicidad privada es algo históricamente común en la prensa, pero no lo era tanto en democracia la actual dependencia excesiva de la publicidad institucional. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría -esa que los viernes decide a su antojo a qué periodistas de su agrado dar la palabra en la rueda de prensa que sigue al Consejo de Ministros- dedica el resto de la semana laborable a distribuir a discreción ayudas publicitarias favoreciendo generosamente a los medios más dóciles a los intereses de Moncloa y los ministerios.
Y así hemos llegado a la situación de esta segunda era Rajoy que nace, con unos medios de comunicación que han pasado de ser un cuarto poder o contrapoder a una extensión del poder. Poco importa si la titularidad es pública o privada. la información en la España de hoy es coto privado de caza.
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