domingo, 16 de agosto de 2009

Último artículo publicado en Granada Hoy


Adoctrinando (que es gerundio)

Rescaten en Internet un titular: “Violentas protestas por la nueva Ley de Educación venezolana”. Hallarán que la gran mayoría de las informaciones al respecto presenta ingredientes comunes, recurrentes en las noticias procedentes de Venezuela. Uno es la desproporción: Aprueban una Ley de Educación en EE.UU., Francia, China u otra gran potencia y jamás llega a los noticiarios de otros países, pero si es en ese pequeño estado del Caribe, titulares e informaciones a toda plana resaltarán la polémica que despierta.

Común es también personalizar la noticia en el presidente Hugo Chávez. En España hablaríamos si acaso de una “Ley Gabilondo”, por el ministro de Educación, y no obviaríamos que ha sido elaborada por un Gobierno y los partidos y diputados que lo apoyan, pero es más efectivo tener un único Satán que exorcizar. Conste que no me gusta Chávez porque no me gustan los militares, ni los fanfarrones, ni soporto el exceso de locuacidad, -o por esta lista de actuaciones recientes que detalla el blogger venezolano Manuel Miranda- pero más temo a los intereses que con tanta claridad se transparentan en las informaciones contra él dirigidas.

En pocas informaciones leo que la Ley Orgánica aprobada en Venezuela dará mayor participación a los estudiantes y profesores” o que busca “rescatar la educación como un derecho social y eliminar las trabas existentes para sectores de menores ingresos”. Sí veo a opositores declarar con desparpajo que la norma “busca quedarse con la patria potestad de los niños e ideologizarlos en el socialismo” ¿no les recuerda a los argumentos contra Educación para la Ciudadanía empleados por la ultraderecha española y que la Justicia ha tumbado de forma sistemática?

A la reforma educativa en el país caribeño se opone la Iglesia Católica. La Ley elimina la educación religiosa durante el horario escolar, y uno no puede sentir sino envidia de los niños venezolanos por las horas de adoctrinamiento e ideologizacíon de las que se van a librar y con las que uno apechugó en esta sucursal vaticana en la que habita.



Tampoco gusta a la prensa: Las noticias sobre los incidentes destacan el ataque de grupos chavistas contra doce periodistas de una cadena opositora, agresión condenable sin duda, aunque resulta que los reporteros no estaban cubriendo la noticia, distribuían octavillas contra la Ley de Educación. El reparto de propaganda política debe formar parte intrínseca de la profesión periodística y yo sin enterarme. Los latifundios mediáticos callan que la Ley venezolana pretende la enseñanza de “una interpretación crítica y responsable de los mensajes de los medios de comunicación”. En los sistemas educativos europeos todo el contacto entre los escolares y los medios se limita a dejarles claro que su papel ante la información es pasivo o en todo caso enseñarles a elaborar boletines escolares y webs que mimetizan de forma acrítica los medios adultos.

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