lunes, 31 de agosto de 2009

Último artículo publicado en Granada Hoy


El comunista consumista

Al ver los intereses en colisión de las grandes compañías e imperios del capitalismo pensaba “que se zurren entre ellos”, y disfrutaba del espectáculo. Pero hoy, con el carrito de la compra en la mano y ante las estanterías del Mercadona, que empiezan a parecerse a un economato soviético, me veo involucrado hasta las cejas en una de estas guerras intestinas del Gran Capital: Marcas blancas contra productos de marca. He de tomar partido, si me dejan, pues compruebo que han desaparecido de los estantes aquellos yogures Danone que unían la cremosidad a la ausencia de calorías y no hay ni rastro del payaso de Micolor.

Se me han apalancado en los hombros dos angelitos de la conciencia que me incitan a decantarme por uno u otro bando. El de la derecha, todo vestido de Nike, me advierte de que si compro marca blanca fomento el empleo precario y esgrime un informe de CC.OO. según el cual las empresas con marcas propias generan mejores condiciones sociales y económicas. El angelote de la izquierda, clavadito a Mao Tse Tung, detesta que la gran empresa le robe el discurso social y tras invocar el derecho a no pagar más por lo mismo, replica que difícilmente puede haber diferencias salariales cuando uno y otro producto son fabricados por las mismas empresas. Su rival contesta que si todos consumimos marcas blancas, las grandes superficies se adueñarán del mercado y se convertirán en un oligopolio que fijarán los precios a su antojo. “Marcas de productos de limpieza aparentemente rivales producidas por las mismas multinacionales ¿No son esos oligopolios?”, responde el angelito comunista.

El carrito de la compra sigue vacío y yo desorientado por las voces de mi conciencia. “La calidad se paga. Las marcas blancas son copias como las de los chinos”, me entra por un oído, mientras por el otro se me recuerda que en alimentación las normativas sanitarias fijan determinados estándares de calidad, comunes a unas marcas y otras. Las compañías aéreas low cost, por ejemplo, están sometidas a las mismas normas de seguridad que el resto... “¡Claro, compras un billete a cero euros y acabas pagando setenta de gastos, excesos de equipaje y comisiones, viajar es un lujo y como tal hay que pagarlo!”, vocifera el ángel del consumismo mientras planea imitando un Airbus. Ahí soy yo quien le responde que aunque facture un elefante indio disecado en una low cost pago menos que si vuelo en Iberia y de momento no se ha estrellado ningún avión de Ryanair.



Piensa en tu profesión, me insta mi conciencia consumista: "El periodismo de calidad no es barato y una industria que regala su producto canibaliza su capacidad para hacer buen periodismo". Esto... ¿No dijo eso Rupert Murdoch para justificar el cobro por los periódicos digitales? Pienso en todos los lobbies, industrias y marcas detrás de Murdoch mientras lleno el carrito de tetrabrikes de vino Hacendado con el que pienso acallar las voces de mi conciencia.

domingo, 30 de agosto de 2009

Telefónica se gasta en Urdangarín lo que se ahorra en atención al cliente


Los Borbones, el Diez Minutos y mi ADSL

El uno de julio llamé por primera vez -han seguido muchas más llamadas- al 1004 -engañosamente conocido como Servicio de Atención al Cliente de Telefónica- para solicitar algo tan sencillo como un traslado de mi línea telefónica y mi línea ADSL, puesto que pensaba mudarme. Dos meses han p
asado, han mediado mudanza y vacaciones, y plenamente instalado en mi nueva casa, hasta el 24 de agosto, el lunes pasado, -después de varias llamadas en las que un comercial llegó a decirme que mi sollicitud había estado paralizada pero no sabía por qué- no apareció por casa el técnico encargado de instalar la línea telefónica -he perdido el antiguo número al cambiar de barrio cuando si hubiera cambiado de compañía me habrían mantenido el número allá donde fuera-. De la línea ADSL el técnico no tenía constancia alguna. Si la ha pedido, ya le avisarán, me dijo.

Durante los dos días posteriores indagué en el 1004 qué pasaba con mi conexión a Internet y fue la cuarta comercial que me atendió al teléfono la que supo darme una respuesta -a dos les colgué directamente tras escuchar al otro lado un acento latinoamericano, sonará xenófobo pero sé por experiencia que si un comercial no es la persona adecuada para resolverte un problema de índole técnica, menos aún si me está hablando desde Cartagena de Indias o Tegucigalpa-. Me aseguró la empleada que mi petición estaba en trámite y cualquier día estos el técnico me llamaría cual distribuidora Avón para romper con mi ciberaislamiento. Como comercial que era, tras responder a mi demanda intentó venderme una garantía técnica por si se me rompía el ADSL que aún no tenía, a lo que, naturalmente respondí que cuando tuviera el Emule echando humo ya hablaríamos.

Pero va a ser que no; consulto mis servicios contratados en la web de Telefónica y me aparece exclusivamente la línea RTB básica -al menos no me seguirán cobrando como estos dos últimos meses por servicios de los que
ya no disfrutaba-; en el apartado de gestiones pendientes no hay ni rastro de mi ADSL. Igualmente ha desaparecido el dominio que tenía en propiedad, vinculado a Telefónica -espacioexterior.org- y el espacio extra de alojamiento web que también tenía contratado, y con ellos todas las cuentas de correo asociadas a dicho dominio y la gigantesca web sobre cine fantástico que creé hace seis años y que, aunque es cierto que la tenía abandonada por falta de tiempo desde hace años, me apetecía seguir teniendo colgada en el cementerio de elefantes de Internet como reliquia arqueológica. Me he dado de plazo esta semana aguantando conversaciones kafkianas con comerciales para pasarme a otro estafador -perdón, proveedor- si no me lo solucionan y me reponen todos mis servicios -antes tenía también Imagenio, pero no tengo ningún interés en recuperar esa horrorosa y deficiente plataforma de televisión-. No se trata de una cuestión de engaño o mala fe sino de inoperancia, puesto que ponen en manos de personal mal pagado y sin formación gestiones que, por simples que sean no son capaces de realizar.

¿Y los Borbones qué pintan en todo esto?




Lo tendrán meridianamente claro si leen el Diez Minutos. Bueno, como sé que eso es mucho pedir, he escaneado el reportaje de seis páginas -pinchar en la imagen para ver a tamaño real- que la revista del corazón -je, je, no es ningún vicio inconfesable, ni la compro ni la leo en la peluquería, la incluyen los sábados los periódicos del Grupo Joly- dedica a los duques de Palma, es decir, la hija menor del Rey, Cristina, y su marido Iñaki Urdangarín en Washington donde Telefónica, que ha dado al ex jugador de balonmano un sueldazo de un millón de euros como presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica en Latinoamérica y Estados Unidos, una casa de seis mil euros mensuales de alquiler en un barrio exclusivo y plazas escolares para los cuatro niños que cuestan más de 35 mil euros -aunque la escolarización no está claro si la paga Telefónica o la ponemos nosotros. En lo que sí vamos a escote los súbditos del Reino Borbónico es en los gastos de sueldos y residencia de los escoltas. Algo he salido ganando, ya puedo ponerle cara a Telefónica y exigirle a la próxima comercial guatemalteca que me atienda que me pase con Urdangarín.

Sobre este nuevo capítulo de la red parasitaria de los Borbones y sus negocietes con la empresa privada escribe Íñigo Landa en una entrada de su blog que no tiene desperdicio -salvando el error de que Urdangarín jugaba al balonmano y no al baloncesto como escribe Íñigo- y que recomiendo leer completa, junto al genial nuevo escudo borbónico que ha diseñado:


Suma y sigue (La campaña mediática sobre la austeridad de los Borbones)


por Íñigo Landa

Mientras hoy desayunamos con la noticia de que, prácticamente, la mitad de los españoles son "mileuristas" y mientras nos dan a conocer que el 67% de las viudas-os cobran unas pensiones que rozan los umbrales de la pobreza, las revistas del corazón se centran en que Cristina e Iñaki ya se han instalado en su nueva casa en Bethesda.

Desde el 18 de agosto, los "duques" se encuentran con sus hijos en Washington, donde fueron recibidos por personal de la embajada española. La familia llegó a su actual destino desde el aeropuerto en un coche conducido por Iñaki. Allí vivirán, como mínimo, durante los dos próximos años. El duque desempeñará el cargo de presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica en Latinoamérica y Estados Unidos, algo que, para un jugador de baloncesto es prácticamente impensable y que, al igual que sus negocios (como los de su cuñado "temporal") no hubiese conseguido si no hubiese sido quién es.


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lunes, 24 de agosto de 2009

Último artículo publicado en Granada Hoy


Impuestos

Un ministro lanza el globo sonda de que las rentas más altas tendrán que tributar más y muchos tocan a rebato. La propuesta viene de un Gobierno que recula cuando sus ideas más atrevidas despiertan el griterío de los poderosos –José Blanco ya ha aclarado que sus comentarios acerca de una subida de impuestos a los ricos son una “reflexión personal"-, pero espadas en alto, todos se consagran a la hipérbole y las diatribas contra la subida de la fiscalidad llegan apocalípticas desde los medios conservadores, pero también, más moderadas, desde órganos afines. Períódicos, radios y televisiones de distinto signo tienen en común que sus propietarios son ricos a quienes no hace gracia pagar más. Cuando está en juego la pasta, el fuego amigo es fuego a discreción, y los fieles se tornan encarnizados enemigos: Juan Luis Cebrián llama inmoral y corrupto al Gobierno amigo que le quita el monopolio del fútbol.

Pero basta acudir a las cifras -las estadísticas de la Unión Europea- y comparar: No solo el león no es tan fiero sino que apenas tiene uñas. El tipo impositivo medio en España es del 34%, similar al de Fran
cia o el Reino Unido. Aquí se habla de subir los impuestos ocho puntos, hasta el 50%, a las rentas superiores a 60.000 euros anuales. En Dinamarca, Holanda o Suecia las rentas altas llegan a pagar el 60% de sus ingresos. Los salarios de los trabajadores españoles son un 65% más bajos que en esos países, pero empresarios, directivos y altos cargos ganan lo mismo aquí que allí, donde contra la crisis no se propone moderación salarial. Aquí la pide hasta José María Aznar, a quien el Grupo Murdoch ha subido el sueldo en diez mil dólares respecto al año pasado. Los ejecutivos españoles son los quintos mejor remunerados de Europa.



Una fiscalidad más alta busca hacer sostenible un sistema de prestaciones sociales que no es un lujo: España está siete puntos por debajo de la media europea en gasto social, con un 21% del PIB, y la mayor parte va a ayudas por desempleo, no a becas u ortodoncias. Hasta aquí subir impuestos a los más ricos parece de justicia, pero ¿es eficaz o la medida, de aplicarse, será mera propaganda? Hacienda sabe, pues son sus datos, que empresarios y profesionales declaran una renta anual media de 9.400 euros, la mitad de la declarada por los asalariados. El 86% de las fortunas de más de diez millones de euros elude al Fisco; los ricos tienen herramientas para hacer más livianas sus declaraciones, brillantes abogados y empresas interpuestas que les permiten eludir sus obligaciones fiscales. Los propios técnicos del Ministerio consideran más efectivo restituir el Impuesto de Patrimonio para los contribuyentes que declaran más de 1,5 millones de euros antes que subir el IRPF, y así gravar más "a quien tiene mucho más, y no a quien declara ganar más".

domingo, 16 de agosto de 2009

Grandes frases


"Creo que Cospedal roba en los supermercados. No tengo pruebas, pero reto a la dirigente del PP a demostrar que ella siempre paga la compra."

(Manuel Rico en Twitter)

Americanos, de derechas y oligofrénicos


Obama, ese peligroso socialista, islamista y nazi

Intenten explicarles a los protagonistas de estas fotos que el presidente Barack Obama les parece un comeyogures que, como los socialdemócratas europeos, se quedará corto en todas sus reformas; agua tibia y Nescafé descafeinado, cuya propuesta estrella, avanzar hacia la universalización de la atención sanitaria y el acceso a los seguros médicos, se quedará en una tímida mejora y en tierra de nadie. Inténtenlo pero at your own risk, que igual se les escapa un tiro a esta peña que acude armada a las manifestaciones.

Vean todas las fotos que publica la web progresista Blue Hampshire sobre algunas de las manifestaciones contra la reforma sanitaria que alientan Sarah Palin, el Washington Post y los lobbies de las aseguradoras privadas y comprueben cómo la derecha estadounidense deja en pañales a las Cospedales y los Arenas cuando hablan de dictaduras e inquisiciones. A Obama le insultan llamándole socialista -se admiten carcajadas-, Obamaninejad y hasta Caballo de Troya del Islam.

En lo que sí se parecen las enloquecidas derechas de allá a las de aquí es en la obsesión con que invocan la palabra libertad, otra cosa es que sepan su significado. De hecho cuando la libertad se ejerce -por ejemplo la de caminar por las calles de cualquier barrio con la pinta que te salga de las narices- se cagan de miedo. Eso es lo que explica, junto a la ignorancia del bodoque del policía, la detención de Bob Dylan en un barrio latino de Nueva Jersey, una anécdota que encantaría al Michael Moore de Bowling for Columbine, y que se produjo porque a los vecinos les acojonó algo tan peligroso y amenazante como "un hombre viejo con actitud sospechosa, de aspecto desaliñado y excéntrico que parecía vagabundear por el barrio y no encajaba bien con el lugar".

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Adoctrinando (que es gerundio)

Rescaten en Internet un titular: “Violentas protestas por la nueva Ley de Educación venezolana”. Hallarán que la gran mayoría de las informaciones al respecto presenta ingredientes comunes, recurrentes en las noticias procedentes de Venezuela. Uno es la desproporción: Aprueban una Ley de Educación en EE.UU., Francia, China u otra gran potencia y jamás llega a los noticiarios de otros países, pero si es en ese pequeño estado del Caribe, titulares e informaciones a toda plana resaltarán la polémica que despierta.

Común es también personalizar la noticia en el presidente Hugo Chávez. En España hablaríamos si acaso de una “Ley Gabilondo”, por el ministro de Educación, y no obviaríamos que ha sido elaborada por un Gobierno y los partidos y diputados que lo apoyan, pero es más efectivo tener un único Satán que exorcizar. Conste que no me gusta Chávez porque no me gustan los militares, ni los fanfarrones, ni soporto el exceso de locuacidad, -o por esta lista de actuaciones recientes que detalla el blogger venezolano Manuel Miranda- pero más temo a los intereses que con tanta claridad se transparentan en las informaciones contra él dirigidas.

En pocas informaciones leo que la Ley Orgánica aprobada en Venezuela dará mayor participación a los estudiantes y profesores” o que busca “rescatar la educación como un derecho social y eliminar las trabas existentes para sectores de menores ingresos”. Sí veo a opositores declarar con desparpajo que la norma “busca quedarse con la patria potestad de los niños e ideologizarlos en el socialismo” ¿no les recuerda a los argumentos contra Educación para la Ciudadanía empleados por la ultraderecha española y que la Justicia ha tumbado de forma sistemática?

A la reforma educativa en el país caribeño se opone la Iglesia Católica. La Ley elimina la educación religiosa durante el horario escolar, y uno no puede sentir sino envidia de los niños venezolanos por las horas de adoctrinamiento e ideologizacíon de las que se van a librar y con las que uno apechugó en esta sucursal vaticana en la que habita.



Tampoco gusta a la prensa: Las noticias sobre los incidentes destacan el ataque de grupos chavistas contra doce periodistas de una cadena opositora, agresión condenable sin duda, aunque resulta que los reporteros no estaban cubriendo la noticia, distribuían octavillas contra la Ley de Educación. El reparto de propaganda política debe formar parte intrínseca de la profesión periodística y yo sin enterarme. Los latifundios mediáticos callan que la Ley venezolana pretende la enseñanza de “una interpretación crítica y responsable de los mensajes de los medios de comunicación”. En los sistemas educativos europeos todo el contacto entre los escolares y los medios se limita a dejarles claro que su papel ante la información es pasivo o en todo caso enseñarles a elaborar boletines escolares y webs que mimetizan de forma acrítica los medios adultos.

lunes, 10 de agosto de 2009

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Calidad certificada

Los Mossos d’Esquadra aspiran a obtener el certificado de calidad ISO 9000 en las detenciones que realicen. Sea justificada o arbitraria la causa del arresto, es todo un avance que puedas ser prendido por uno o varios de esos mocetones de negro uniforme y barretina de diseño con la tranquilidad de que lo hacen cumpliendo las más exigentes normas de excelencia y con métodos homologados por AENOR.

No es una iniciativa novedosa. Desde 2003 la Ertzaintza es el primer cuerpo de seguridad en Europa con un certificado UNE-E-ISO 9002 y hasta una ‘Q’ de calidad. En el caso de los Mossos la Consellería de Interior distribuirá un cuestionario en el que los detenidos podrán opinar sobre el trato recibido en dependencias policiales e incluso se les preguntará si desean denunciar al agente que les ha tratado. Los ertzainas tienen ya implantada dicha encuesta y según una revista interna los arrestados dan a la Policía autonómica 6,08 puntos, un aprobado con nota. Lo que más valoran es “la rapidez con que han sido respondidas solicitudes como ir al baño”.

No pretendo dudar de estas certificaciones para medir la fiabilidad de un producto o marca –desde la perspectiva de ciudadanos consumidores, la Policía lo es y al ser esposados nos convertimos en sus clientes-, aunque algunos de los 333 puntos y banderas negras concedidos por Ecologistas en Acción a playas del Mediterráneo español por su inmundicia coinciden con arenales con bandera azul y hasta ‘Q’ de calidad. En esta Galaxia Orwell que habitamos no debe sorprendernos que estas operaciones de imagen impliquen siempre a sujetos sospechosos de todo lo contrario a lo que se nos vende. En Cataluña los Mossos coparon titulares por la acumulación de denuncias sobre supuesta brutalidad policial, por lo que una detención de calidad certificada suena un tanto sobrecogedor: Es proverbial la gran calidad con la que las IDF israelíes se aplican a hacer la vida imposible a los palestinos. El Ejército ruso merece una certificación de calidad por la efectividad y limpieza con la que ha arrasado el Cáucaso y para qué hablar de los diplomas de excelencia a los que se ha hecho acreedora la CIA por el mantenimiento de las oligarquías latinoamericanas.

Afirma el Ayuntamiento de Granada que posee documentación para demostrar la calidad artística del monumento a José Antonio Primo de Rivera en la Plaza de Bibataubín, para el que el Gobierno y el sentido común piden la retirada. Tal vez un día de estos Torres Hurtado nos sorprenda y sobre los cinco brazos que saludan a la romana diseñados por López Burgos en lugar de las alas de un águila aparezca una gigantesca ‘Q’ y la placa que homenajea al líder fascista será sustituida por un código de barras y un certificado ISO 9000 para los caídos por Dios y por España.

lunes, 3 de agosto de 2009

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Los jefes

Contaba Sam Rothstein, el personaje que interpreta Robert de Niro en ‘Casino’: "…los jefes de mesa vigilan a los croupiers; los supervisores vigilan a los jefes de mesa; los gerentes vigilan a los supervisores; yo vigilo a los gerentes; y las cámaras nos vigilan a todos…". Todo centro de trabajo se organiza así, como una pirámide en la que los niveles superiores controlan férreamente a los inferiores mientras intentan congraciarse con los que tienen por encima. Vemos empresas en manos de jefes que descargan todo su autoritarismo sobre sus subordinados pero son obedientes y sumisos con sus superiores.

Si hablamos de empresas públicas, agencias estatales y entidades de escalafón ligado al poder político difícilmente encontraremos otro tipo de relación jefe-empleado. Si eres el segundo, rara vez el primero te escuchará; si te quejas de que haces el trabajo de dos, te responderá que no sabes organizarte; te recordará que le debes gratitud porque tu puesto de trabajo lo desean muchos. Sólo cuando los excesos del jefe sean tan escandalosos que cueste ocultarlos, lo relevarán por el método de la patada hacia arriba. Al gerente de la agencia autonómica IDEA en Granada, cuyo prontuario de autoridad era la frase "aquí se hace lo que manda mi polla", se lo llevan a la central de Sevilla para que, mientras tramita subvenciones para la familia Chaves, siga amenazando a quien le interfiera con un "que te enteres de que lo he puesto en conocimiento del partido", jactancia no del todo peregrina puesto que el partido en cuestión suele promocionar y defender a esta clase de personajes.



Habría que ver la chulería del tal Lopera tornarse mansedumbre ante sus superiores; los mandos intermedios a menudo tratan de adelantarse a los deseos del amo y son más papistas que el Papa. Si son portavoces de algún prócer abroncarán al reportero que haga a su jefe preguntas no pactadas –que el político tal vez no tendrá reparo en responder-; les imagino informados de la pelotera del jefe de prensa de Celestino Corbacho a un periodista de TVE.

Los trabajadores españoles viven bajo el síndrome del jefe tonto –el fenómeno es universal; vean la divertida serie ‘The Office’-. Pero aunque seis de cada diez asegure no confiar en su jefe, uno de cada cuatro haya visto a sus directores culpar a otros de sus propios errores, aunque la mitad de los asalariados denuncie falta de apoyo por parte de sus superiores; por más que los expertos en recursos humanos adviertan de que "mantener a este tipo de dirigentes es un lujo que ninguna empresa puede permitirse en tiempos de crisis", no serán ellos sino los de abajo quiénes un día al ir a fichar encuentren vedado el acceso a su puesto, y vean que por su despido al jefe le aguardan incentivos o, sólo si ha sido muy torpe, como mucho un discreto destierro.