Ahí va, una más de controladores, ¡qué pesadez!; por si no hubiera ya bastantes argumentos, chistes, twitteos, grupos de Facebook, insultos, defensas encendidas, gracias, quejas... Abrumadoramente en contra (en el catálogo de los odios colectivos, la SGAE ha quedado como una panda de niños traviesos a quienes dar un pescozón al lado de las ratas del aire) y, cuando se le vió el plumero a AENA y al Gobierno y, tocaba ir a contracorriente, también en defensa de los derechos laborales de este proletariado de La Moraleja y de su actitud revolucionaria. Los excesos han sido tantos que lo mejor sería estar callados, leer, ver y escuchar a unos y a otros y sacar nuestras propias conclusiones. El problema es que yo me veo incapaz de sacarlas, que en el asunto de los controladores no me creo ni a mi padre, que aunque en estos asuntos no suelo buscar un héroe, sólo encuentro a villanos contra villanos.
Por si a alguien le sirve, me limitaré a recoger y comentar lo más esclarecedor que he encontrado en estos días al respecto. Lo primero realmente sensato que leí fue una entrada en El Periscopio, el blog de Rosa Mª Artal, escandalizada por vivir en un país al que se le puede exprimir como a un limón sin que diga ni mu, pero que no le toquen sus puentes festivos. Imagino que a quien lleva todo el año currando para poder disfrutar unos pocos días no le harán ni pizca de gracias esos comentarios, pero a esos mismos les pusimos falta a la hora de defender que no les recorten el sueldo con el que pagar o de luchar por no tener que esperar más allá de los setenta años para pasar un puente con el Imserso. Dice la Artal:
"¡No! es que los controladores aéreos han hecho una huelga sin avisar –que eso si está muy feo- y unas 350.000 personas se han quedado sin poder coger un avión. Con seguridad habrá entre ellos quienes precisen hacerlo con urgencia por motivos serios, pero ¡ay! es que estamos en puente y tenemos vacaciones, igu al no podemos esquiar. La paja que ha roto la espalda española de la paciencia me produce náuseas. Egoísta, mezquina, inmensamente desorientada. ¿Reaccionarán igual cuando “Bruselas” nos “rescate” y nos deje a pan y agua?"
Cuando empezaron a salir las voces a contracorriente, quienes empezaron a dudar de tanta unanimidad, de tanto país indignado saliendo en apoyo de su Gobierno contra unos boicoteadores salvajes se convirtío en best-seller de la Red el post que en el blog de los guionistas escribió un tal Pianista en un burdel quien, atrapado durante muchas horas en London-Stansted (esa situación me suena) se documentó y documentó y descubrió que no todo era tan sencillo, planteando algo tan políticamente incorrecto e imprudente en ese momento como esto:
"Que en España, en el año 2010, haya empleados públicos trabajando 28 días al mes; sin permisos de maternidad; con cambios de turno arbitrarios y sorpresivos; haciendo más horas extra de las que permite la ley; teniendo que trabajar 1670 horas al año independientemente del tiempo que estén de baja (¿qué pasa si te operan de algo chungo y estás tres meses en cama? ¿Luego NO SALES DEL CURRO EN NUEVE MESES?)… Todo eso es para hacer un documental. Pero si además resulta que esos empleados son los que, básicamente, manejan las vidas de cientos de miles de personas cada día… Eso es para echarse a temblar."
El artículo plantea una serie de argumentos silenciados por el Gobierno y por los telediarios (por cierto, hacía tiempo que no eran tan unilaterales, tan NoDo): el intento de hacer pasar desapercibida la privatización de AENA, la mala práctica, tan extendida en la empresa pública y en la privada, de mercadear con las horas extras, con las que se compran fidelidades, en lugar de contratar gente suficiente, y la provocación buscada por el Gobierno para recuperar el crédito perdido con una solución enérgica al conflicto (Sobre esto último volveré más adelante). Pero hay pegas que ponerle, y bastantes:
- Por un lado la afirmación de que ha sido el Gobierno quien ha empezado queda en entredicho si desde el jueves los controladores habían contratado la sala del Hotel Auditorium donde se encerraron la noche del caos.
- Cuando se habla de pagar un buen sueldo a trabajadores altamente cualificados se obvia al conjunto de los trabajadores de este país, con un salario mínimo que es un 40% del que se cobra en la rescatada Irlanda, y se olvida la situación laboral de los propios controladores respecto a los del resto de Europa: Sueldos un 50% más altos que la media, productividad un 40% por debajo.
- La recientísima propuesta del sindicato USCA, planteada a Fomento el viernes cuando el caos ya estaba el caos aéreo montado pedía trabajar menos horas manteniendo los mismos sueldos de 200.000 euros anuales (recortados respecto al demencial convenio que en 1999 les firmó Arias-Salgado).
- No se puede hablar de derecho a la huelga cuando no lo han ejercido. No hay huelga sino sabotaje si no se avisa, si no negocian servicios mínimos (otra cosa es que no se acepten por abusivos como hicieron los trabajadores del metro de Madrid), y se dan de baja para seguir cobrando. A mi me han quitado una pasta por participar en el 29-S. Si a los controladores les imponen unos servicios mínimos del 100%, y muchos deciden no cumplirlos por abusivos, las consecuencias para ellos habrían sido las mismas, pero sí estarían ejerciendo una medida de reivindicación laboral, no cometiendo un fraude.
- Sí, hacen falta muchos más controladores. Pero si no los hay es culpa del Gobierno y Aena, de acuerdo, pero también de una casta que como tal frena las incorporaciones, para no perder poder y en algunos casos incluso para que sus hijos hereden los puestos.
- Los médicos y sanitarios en la Sanidad Pública hacen guardias de 36 horas teniendo también responsabilidad sobre vidas y cobran tan poco que se tienen que exiliar.
El asunto de las horas extras y las carencias de personal lo explica de manera bastante sencilla Enchufa2:
A mi entender, toda solución que no pase por formar más controladores no es más que un apaño, y no hace más que retrasar la llegada de estos puntos críticos donde el aumento de tráfico ya no puede gestionarse sin tomar alguna medida. Sin embargo, y a mi modo de ver, los controladores llevan diez años exprimiendo la gallina de los huevos de oro hasta que les ha explotado en la cara. Llevan diez años disparándose en el pie en vez de reivindicarse en condiciones como están haciendo estos días.
A los controladores les ha salido una voz discordante dentro del propio colectivo: Francisco Capella es un ex controlador que habla de prácticas mafiosas. Lo hace en Libertad Digital, vale, pero para mi eso le da mayor credibilidad, porque estos chicos tan libegales se pondrían del lado del diablo si de ir contra Zapatero se trata. Esto dice Capella del exceso de horas extras en las torres de control:
Estos abultados salarios se han conseguido mediante la elevación de la demanda de controladores y la restricción de su oferta, fenómenos que no han sido ajenos a la presión sindical y a su capacidad de hacer daño al dejar de prestar un servicio esencial difícilmente sustituible (la unión hace la fuerza, especialmente en un monopolio público como éste). Los propios controladores decidían de forma casi unilateral cuántos eran necesarios durante cada turno en cada dependencia (las configuraciones de referencia, con cantidades a mi juicio infladas y exageradas porque prácticamente siempre solía sobrar personal, a menudo se abrían sectores no estrictamente necesarios y las horas efectivamente trabajadas estaban lejos del límite reglamentario).
Como ejemplo de falta de escrúpulos a la hora de pervertir el lenguaje, algunos si hacen un turno de noche cuentan que han trabajado dos días, el de entrada y el de salida, y así pueden afirmar que han trabajado veintitantos días todos los meses y que la empresa los explota y acosa en condiciones de esclavitud.
Claro que, bien pensado, a Libertad Digital y sus colabores les podría interesar dar leña a los controladores dada su declarada fe neocon y que hay tantos codiciosos Gordon Gecko esperando que la privatización de AENA sea una fruta madura que caiga del árbol debidamente aligerada y abaratada. Porque comprar AENA es una perita en dulce. Atiendan al comentario que CharoB incluye en el blog de Juan Carlos Escudier sobre las ventajas fiscales de que disfrutarán quienes acudan a la privatización:
1. Todos los actos, negocios, contratos y documentos necesarios para la creación y puesta en funcionamiento de «Aena Aeropuertos, S.A.» estarán exentos del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Asimismo, se aplicará una bonificación del noventa y cinco por cien a los aranceles notariales y registrales que se devenguen.
3. No estárá sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido la transmisión del conjunto de elementos patrimoniales que la entidad pública empresarial AENA deba transmitir a «Aena Aeropuertos, S.A.» en virtud de lo dispuesto en este Real Decreto-ley, por constituir dicho conjunto una unidad económica autónoma capaz de desar
rollar una actividad empresarial independiente.
Esta privatización es el fin último de toda la estrategia del Gobierno según Rosa María Artal:
La empresa privada se basa en el principio de la rentabilidad. Invierte menos para ganar más. París tuvo que “renacionalizar” el agua por los problemas que causó la falta de inversiones del concesionario privado. Las loterías proporcionan enormes ganancias, ahora serán para cuentas privadas. El espacio aéreo estará mejor privatizado, sin estos malcriados controladores que han puesto en juego mucho en su torpe jugada. Pues igual se lleva el negocio Diaz Ferrán. ¿Mejor así?
Aunque me sobra tanta caricia en el lomo al pijo de César Cabo ¿Será porque es guapo, Rosa María?
En Sinergia sin control se reparte estopa a tirios y troyanos. Se deja claro que asistimos a una serie de cacicadas del Gobierno que los controladores han respondido de la manera más estúpida posible:
Han elegido armarla parda, porque la gente se calienta, toma decisiones de repente y puede cagarla. Y la han cagado con todo el equipo.Pero el principal culpable aquí está saliendo por la tele, diciendo que es intolerable que los controladores hayan tomado rehenes, y que son unos vagos y unos cabrones. Y él ha tardado 13 días en encontrar una solución a una cagada SUYA y para taparla, ha sacado otro decretazo por cojones el día de inicio de un puente y jodiendo a otros por su cagada.
Parece olvidársenos la cercanía de la huelga del 29-S, su fracaso relativo (digan lo que digan los sindicatos convocantes) y las opiniones que se escucharon no ya entre la bien entrenada jauría de tertulianos y opinadores dedicados previamente a reventar la huelga, sino entre buena parte de la clase trabajadora convocada al paro general. El esto no va conmigo parece haberse instalado en este país de egoistas, y que se ha lanzado al cuello de quienes considera unos privilegiados que defienden privilegios sin querer escuchar ningún matiz ni plantear duda alguna: De esto va el excelente artículo que en LaYogourtera firma el hijo de una controladora:
Pero pensad que hoy le ha tocado a los controladores, pero mañana puede ser a vosotros. Y llegará gente diciendo que no os va tan mal, que habría muchos parados deseando ocupar vuestro puesto por mucho menos, o que al menos tenéis trabajo, o que con lo que ganáis no tenéis derecho a quejaros (porque si tú ganas 1.200€ siempre habrá uno que ganará 800€). En vez de protestar por mejorar nuestras respectivas condiciones, lo mejor es asegurarse de que a todo el mundo le va mal, para que estemos todos igual.
Claro que la parte emotiva del final se la podría haber ahorrado si tuviera en cuenta que su mamá como todos nosotros, es responsable de sus actos y como tal ha de hacer frente a las consecuencias.
Está claro que esta batalla la han perdido los controladores por goleada, por su mala cabeza, pero la escenificación de un Gobierno firme, decidido y victorioso da bastante grima. Ignacio Escolar es uno de los que llaman la atención sobre cómo los órganos del Estado se muestran tan enérgicos frente a los controladores mientras se hacen caquita ante los mercados financieros y pone el ejemplo de otras castas privilegiadas a las que no se toca:
Su inexplicable enfermedad colectiva del viernes tiene un nombre: tendencia suicida. Lo que hicieron los controladores no fue una huelga, fue un inconsciente e irresponsable sabotaje. Y con él, perdieron toda la razón que pudieran tener para defenderse ante un precedente peligroso: que sea el Gobierno quien regule por decreto ley y con efecto retroactivo los convenios laborales.
Ese precedente al que se refiere Escolar es uno de los aspectos más escalofriantes en las decisiones tomadas por el Gobierno, el uso del manu militari para el recorte de derechos, con toda la serie de medidas extremas que aún están por venir. Desde luego a Rodríguez Zapatero le ha venido de maravilla el conflicto de los controladores, suponiendo que no lo haya buscado, para que nadie hable de los 426 euros que, al desaparecer, borran la frontera entre el paro y el hambre.
La otra cuestión clave es la decisión de rozar los límites de la legalidad constitucional decretando el estado de alarma, una chapuza jurídica según Juan Carlos Escudier
los patinazos en los que incurre son de campeonato. Así, el Real Decreto que declara el estado de alarma para la normalización aeroportuaria contiene errores de bulto que podrían impedir actuar eficazmente contra los controladores rebeldes, a los que a priori cabría imputar un delito de sedición previsto en el artículo 20 de la ley Penal y Procesal de Navegación Aérea.
Además de militarizar a los controladores, el decreto establece una delegación de competencias por parte del Gobierno al jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y las autoridades militares que éste designe.
(La declaración del estado de alarma, una chapuza jurídica) Leer completo Y más allá va César Navarro en Tercera Información que ve en el Estado de alarma una peligrosa delegación del poder civil en el militar
El texto completo del artículo 19 de la Constitución, interpretado a conveniencia en esta ocasión dice que “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la Ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos” (8). Juzgue el lector si la paralización de los aeropuertos impide a los españoles su libre circulación en tren, autobús, coche, etc. o si se ha limitado ese derecho por motivos políticos o ideológicos.
Bajo amenaza de “sedición” -según una ley franquista de 1964- y convertidos en pocas horas en “soldados ocasionales” que deben obedecer sin rechistar, se les imponen las leyes y disciplinas militares con penas de hasta seis años de prisión y pérdida de empleo.
Incluso en Twitter hay quienes apuntan a que el Gobierno podría apurar y hasta ampliar los quince días de Estado de Alarma ante las movilizaciones previstas en Marruecos por la recuperación de Ceuta y Melilla. No sé, tampoco me han parecido nada creíbles esos controladores al borde de un ataque de nervios que aseguran que les obligan a trabajar a punta de pistola o que vomitaban y sufrían mareos al unísono ante su futuro de pobreza y estrecheces. El resto del personal sí que tiene motivos para vomitar, pero aquí últimamente nadie tira nada por si acaso.
De cómo se ha llegado de un conflicto laboral larvado en un colectivo de apenas 2.500 personas a todo un país en situación de excepcionalidad con las libertades en entredicho, y pese a que la actitud de los medios convencionales ha estado bastante cercana a la de quienes jaleaban el linchamiento, el artículo
El sueldo y la jornada laboral alimentaron la protesta de
Lara Otero para
El País resumen bastante bien lo ocurrido y no se casa con nadie.
Y ahora, la teoría de la conspiración, que no puede faltar. Veamos, a uno le provocan repugnancia y por supuesto total incredulidad todas las ridiculeces inventadas por
PedroJota y sus secuaces en torno a la autoría del 11-M para vender más periódicos y justificar la inmensa mezquindad del Gobierno de su añorado Aznar en los días posteriores a los atentados de Madrid, ,pero no cabe duda alguna de que aquellos errores y vilezas del Gobierno del PP beneficiaron al PSOE hasta el punto de dar un vuelco a las encuestas y llevar al poder a
Rodríguez Zapatero. Esa lección, evidentemente ha sido bien aprendida y si la última crisis de Gobierno se basó en reforzar el caracter propagandístico y la comunicación con especialistas en la materia como
Rubalcaba y
Jáuregui, los socialistas tenían perfectamente claro que sólo uniendo a toda la opinión pública en torno al Gobierno y frente a un enemigo común fácilmente identificable, podrían aspirar a recuperar parte del crédito perdido (La última encuesta de
Demoscopia en
El País les da sólo un 24% en intención de voto). Tendría entonces sentido pensar que un país cabreado porque no se puede ir de puente es un arma de destrucción masiva. y una inmensa fuerza que puede ser dirigida. Bastaba provocar a unos chicos de gatillo fácil como los controladores, endiosados por su poder para paralizar un país, y planear dicha provocación justo para los días en que más peligrosa puede ser la reacción, dejando además para esos días la aprobación de algunas de las decisiones más duras de cuantas ha tomado hasta ahora el Gobierno a demanda de los mercados, que así pasan desapercibidas. Llama la atención la ausencia de
Zapatero de la
Cumbre Iberoamericana con la poco creíble excusa de que la aprobación de dichas medidas exigían su presencia por cuestión de responsabilidad política. Y llama también al atención el silencio del propio
Zapatero durante la crisis, para que sea alguien con aprobado en popularidad y presumible delfín,
Alfredo Pérez Rubalcaba, quien dé la cara, lo que podría indicar que será él y no el actual presidente el candidato para 2012. Rebuscado pero magistral, no me negarán.
En fin, saquen sus conclusiones, yo las únicas que tengo claras son que el estado de alarma es una fanfarronada que crea un precedente más que peligroso para cualquier conflicto social; que vivimos en un país de mierda que considera que se le pisotea un derecho fundamental cuando se le jode un puente pero no cuando se le recortan la mayor parte de sus derechos sociales y que estos pijos no son ninguna vanguardia revolucionaria ni su sabotaje suicida tuvo nada que ver con la rebelión social, que
algunos mentecatos que se pretenden anarquistas o de izquierdas quieren hacernos ver.