"Voy a pedir quién eres para evitar que vengas a este ministerio"
Si el vídeo publicado en la web de TVE -el jefe de prensa del ministro Celestino Corbacho abronca a un periodista de la televisión pública por hacer una pregunta no programada, que su jefe no tuvo inconveniente en contestar- es lo bastante elocuente para cualquiera respecto a la naturaleza de esa subprofesión, la de responsable de prensa de una institución, político o empresa, que está copando al menos la mitad de los puestos de trabajo de periodistas que se generan, para quienes nos vemos las caras a diario con estos mamporreros del Poder es una prueba más de la ya bien conocida soberbia de quienes a la sombra de los poderosos manejan nuestros hilos, conscientes de que se han acabado las periodistas y sólo quedan voceros y portavoces, de que para ellos incluso el discurso sin depurar del político es peligroso, que no debe llegar a los medios sin pasar el primer filtro, ellos mismos.
El segundo tamiz son las propias líneas editoriales de los medios, que, no contentos con ser transmisores del discurso de los políticos, ni siquiera se atreven a trasladar ese discurso sin una previa adaptación a lo que del propio medio esperan sus lectores o espectadores. Como escribe Pascual Serrano, "Los ciudadanos debemos acostumbrarnos a informarnos en muchas ocasiones no mediante los medios, sino evitando los medios, de forma que al día siguiente de una intervención ministerial evitemos comprar el periódico y busquemos el texto original". Añádase que los periodistas debemos optar de una vez por todas por evitar a los gabinetes de prensa, por puentearlos e ir directamente a las fuentes sin filtrar. Sé que esto me va a enemistar con algunos compañeros pero si eso implica más paro entre periodistas, más se pierde en la construción, y los mamporreros que se busquen un empleo honrado. El que desde luego debería estar ya en la cola del INEM es el jefe de prensa de Corbacho.
El segundo tamiz son las propias líneas editoriales de los medios, que, no contentos con ser transmisores del discurso de los políticos, ni siquiera se atreven a trasladar ese discurso sin una previa adaptación a lo que del propio medio esperan sus lectores o espectadores. Como escribe Pascual Serrano, "Los ciudadanos debemos acostumbrarnos a informarnos en muchas ocasiones no mediante los medios, sino evitando los medios, de forma que al día siguiente de una intervención ministerial evitemos comprar el periódico y busquemos el texto original". Añádase que los periodistas debemos optar de una vez por todas por evitar a los gabinetes de prensa, por puentearlos e ir directamente a las fuentes sin filtrar. Sé que esto me va a enemistar con algunos compañeros pero si eso implica más paro entre periodistas, más se pierde en la construción, y los mamporreros que se busquen un empleo honrado. El que desde luego debería estar ya en la cola del INEM es el jefe de prensa de Corbacho.