domingo, 7 de septiembre de 2008

A tres días del fin del mundo (as we know it)

El planeta tragado por un agujero negro: Tienes 72 horas para dejar de ser virgen

El titular de la portada de Público, con su regustillo a serie B de los cincuenta, "El CERN asegura que no destruirá la Tierra", era de los de antología. Pasando del resto del periódico uno no podía evitar saltar hasta la página 32 y que le dieran a Corbacho y a McCain. Además la llamada de portada iba acompañada de una extraña foto de lo que supongo es un acelerador de partículas, que se parecía un huevo al marciano ciclópeo de It Came From Outer Space. En el interior, bajo el infinitamente más tranquilizador epígrafe "El Apocalipsis debe esperar" se nos calmaba -o desilusionaba, según- con los argumentos de la mayoría de los científicos -salvo el típico cantamañanas catastrofista que en las pelis de ciencia-ficción siempre acaba por tener razón-: El experimento para recrear las condiciones inmediatamente posteriores al Big Bang no creará un agujero negro que engullirá al planeta de un solo mordisco, en todo caso será un agujerito de nada, una birria de orificio que ni siquiera será negro sino gris marengo, y es que el acelerador de partículas LHC tampoco se libra de la desaceleración. Me quedo más tranquilo aunque el que haya hecho falta la publicación de un informe para asegurar que cobraremos la nómina de septiembre provoque más mosqueo que otra cosa.

La noticia dio lugar a todo tipo de comentarios en las ediciones digitales. Desde aquél que exigía a los científicos respuesta para la principal cuestión de su vida, si debía estudiarse o no las oposiciones, al que, cambiándole una letra al acelerador de partículas, confesaba: "Yo también experimento con el THC y veo muchos agujeros negros".

Es la creación mediante experimentos de miniagujeros negros que en cuatro años se tragarían el planeta la cuarta de las opciones que se plantea en el documental de la BBC Cuatro maneras de acabar con el mundo, que puedes ver aquí.

www.Tu.tv
Aunque hay voces que en defensa del rigor desmontan sin piedad esa teoría, como la que publica el blog sobre falsedades seudocientíficas Malaciencia

Por si acaso yo de ti me apresuraba a abandonar tantos años de virginidad en las próximas 72 horas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una falta de ortografía de las clásicas que hace muy feo. A ver quién la encuentra.

Federico Vaz dijo...

Advertido del error, puntilloso Lázaro, no he encontrado una sino dos faltas de acentuación; un "aquel" que no tenía su aquél, pero que según la nueva norma de la Academia debería quedarse como estaba, aunque la he cambiado porque prefiero la norma anterior; y un "cambiándole" un poco desesdrusjulado. Lo otro era no una falta sino una errata: "selibra" por se libra.

Más no hallo pero no me cabe duda de que dada tu afición por la búsqueda de agujeros negros ortográficos, encontrarás docenas más en el blog, en aquellas entradas que no han sido pasadas desde Word sino escrita en el minúsculo e incómodo editor de textos de Blogger.

En fin, te felicito por tus dotes de observación, pero, Lázaro, levántate y anda un poco que te vas a dejar la vista en el ordenador.

Anónimo dijo...

No es verdad que yo vaya a la que salta, apreciado Vaz. Lo que pasa es que la cosa canta mucho, especialmente en mitad de sus escritos siempre correctos. Y como yo le aprecio, se lo digo. No era aquél con esa tilde demodée, ni otras tildes.
Así que, arriesgándome a que me mande al carajo, le emplazo para mañana a ver si ha encontrado el gazapo. No es ya un problema de corrección gramatical -estoy seguro- sino visual. De oculista, vamos. Y como, me reitero, le aprecio, a lo mejor necesita cristales nuevos, no sea que, por dejarse, en lugar de ver microagujeros negros termine viéndolo todo de la color del azabache.

xx from the front

Federico Vaz dijo...

Concedido, tengo que cambiar de oftalmólogo, o no se explica que haya HECHO falta insistir para que viera algo tan obvio.
Corregido, gracias