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martes, 20 de noviembre de 2018

Encapsulados



El pasado 13 de noviembre, con gran bombo mediático, responsables de la empresa Fertiberia, flanqueados por los de la asociación que une a las industrias químicas y afines del área metropolitana de Huelva, presentaron un plan -que nada tenía de nuevo-  para cubrir, que no  retirar, 720 de las 1200 hectáreas que ocupan las balsas de fosfoyesos acumuladas en las marismas del estuario del río Tinto a 500 metros de zonas pobladas  (tres de cuatro zonas); se prolongaría durante un periodo de una década, tras la cual garantiza la total recuperación del entorno y, -vaya novedad- que tiene el dinero (70 millones de euros) para llevarlo a cabo. No sé si a Villar Mir y otros consejeros les hará gracia rebañar esta minucia a sus pingües beneficios. Fertiberia y sus amigos -que tanta prisa se han dado en otras ocasiones en cumplir sentencias que no les favorecían- exigen ahora a las administraciones -Ministerio de Transición Ecológica, Consejería andaluza de Medio ambiente y Ayuntamiento de Huelva- que aceleren los trámites administrativos para aprobar su proyecto (el único viable, dicen)
 Éste comenzaría con el sellado de los canales de agua de la marisma  que evitaría el contacto entre los dos entornos; esta labor se haría con yeso lavado , arcilla compactada y con escollera "que impediría que incluso durante la marea alta, se llegara a filtrar ningún tipo de material”.
Con posterioridad se cubriría la zona con una lámina de polímero que tiene una vida útil de 400 años, seguida por una de arcilla de 60 centímetros que impermeabilizará la zona por completo y una última de 40 centímetros de tierra vegetal cultivable en la que se plantarían especies autóctonas compatibles con la vida en la marismas y su ecosistema. Los trabajos han sido encargados a la empresa Ardaman Associated  Según Fertiberia, aquí hasta ahora no se ha permtido hacer lo que Ardamán hizo en Florida "con tanto éxito" -tanto como para crear una alerta de contaminación del agua potable- por una "excesiva politización y desinformación en torno al proyecto; hay grupos que viven exclusivamente de ello". El encapsulado es, según Fertiberia, “la única alternativa posible para seguir los requerimientos de la Audiencia Nacional. Para apuntalar su posición, Fertiberia y sus industrias aiadas recurren sin pudor al miedo y a insultar lainteligencia de los onubenses: "deberíamos encontrar diez vertederos en otras tantas localidades de la provincia y trasladar todos los fosfoyesos a esos lugares, para lo que precisaríamos de 500 camiones durante 30 años éxageran descaradamente-. Después de ello, deberíamos clausurar esos 10 vertederos de una manera similar al encapsulado que proponemos ahora”. Callan que laprimera parte del proyecto Ardamán, los sellados de los canales de agua,  es similar aloque ya fracasó estrepitósamente.

Casco urbano de Huelva: 1100 ha.
Balsas de fosfoyesos: 1200 ha.


Pero ¿qué son lo sfosfoyesos? Vamos con la sección wikipédica: El fosfoyeso es un residuo blanco del yeso procedente de la producción industrial de ácido fosfórico, con contenidos variables de fases verdosas de fosfato de hierro y residuos puntuales de fosfatos de cobre que se caracterizan por un color azul intenso. En España, la acumulación de fosfoyesos junto a la ciudad de Huelva, en las Marismas de Mendaña, ha suscitado gran polémica por sus supuestas implicaciones en la salud de sus habitantes y en el medio natural. Estudios independientes sostienen que el nivel de radiación es 22 veces superior al límite, y se recomienda trasladarlos a un cementerio nuclear. ​Sin embargo​ la legislación española no contempla esta posibilidad. 
La roca fosfórica empleada en la factoría de abonos químicos de Huelva proviene, principalmente, de minas en el norte de África -de su presencia y explotación viene la histórica importancia estratégica del disputado Sáhara Occidental- . Los residuos de Fertiberia acumulados en estas inmensas balsas -que enlas fotografías de satélites se ven con una superficie similar a todo el casco urbano de Huelva- tienen concentraciones relativamente altas para el uranio, que suele encontrarse en equilibrio radiactivo con sus productos de desintegración, entre los que destaca el radio.

Las organizaciones ecologistas estuvieron 14 años realizando estudios y solicitando,  con éxito en los tribunales pero sin que la empresa y las administraciones hicieran caso, el cumplimiento de la Ley de Costas en el caso de Fertiberia: la restauración a su estado original del dominio público marítimo-terrestre de la marisma de Huelva, ocupado por las balsas de fosfoyesos de la empresa, hasta que  
en enero de 2014, ante el retraso de tres años en la restauración por parte de Fertiberia de la marisma de Huelva ordenada en 2011 por los tribunales , la organización ecologista WWF España presentó  un escrito ante la Audiencia Nacional reclamando el cumplimiento de las múltiples sentencias que obligan a la empresa a devolver la marisma a su estado original. La Audiencia Nacional dio la razón a la organización y ordenó que se garantice la restauración ambiental de las balsas de fosfoyesos de Fertiberia “en el plazo más breve posible”. Entonces Fertiberia y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, controlado entnces y dirigido después por la ex consejera de esta empresa Isabel García Tejerina, presntaron un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Pero la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo rechazó el recurso,amplió hasta 65 millones de euros la fianza impuesta a la empresa para la limpieza de sus balsas y acúmulos de fosfoyesos  e incuso condenó a Fertiberia al pago de las costas.



Un amplioinforme fechado en 20011 de varias asociaciones como la sospechosa y radical Greenpeace que  aquí pueden leer integramente califica el de los fosfoyesos del Tinto como el mayor caso de contaminación industrial
de Europa y narra lahistoria del problema desde el permiso inicial para vertir de 1968 hasta entonces sin obviar episodios como la rotura de una de las balsas en 1998 que vertió al río
Tinto, según las cifras oficiales, 50.000 metros cúbicos de aguas ácidas, metales pesados y otros
tóxicos como fluoruros, fosfatos y arsénico. 

¿Y si resulta que esa única solución viable -la que por las buenas o las malas pretende imponer Fertiberia-  no lo es tanto? 
Hace años que esta empresa  tiene sobre sus espaldas una sentencia que la obliga a restaurar la zona que ocupan esos residuos, pero al final fue un comité de expertos locales el que asumió esa labor, mientras la empresa se niega a retirarlos y aboga por soterrarlos.
En los cursos de la Universidad Internacional de Andalucía, Uno de esos expertos es Rafael Pérez, investigador principal del proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía“Fosfoyesos: de su evaluación ambiental como residuo a su revalorización como recurso”. Pérez pertenece a ese comité para el diagnóstico ambiental y la propuesta de medidas de restauración de la balsa de fosfoyesos de Huelva, designado por el rector de la Universidad de Huelva y aprobado por el Ayuntamiento de Huelva. A ese grupo, por cierto, no pertenece la propia empresa responsable de los vertidos. En  un curso en la Universidad Internacional de Andalucía  puso sobre la mesa su experiencia sobre este asunto, recordando que, por encima del soterramiento, “la empresa tiene la obligación de la restauración de las marismas afectadas por las balsas. La restauración, hay una a largo plazo, pero deberíamos hacer una serie de acciones a corto plazo, porque las balsas tienen problemas relacionados con la estabilidad y el potencial que tiene para contaminar el estuario”.
Con todo, aboga por “evaluar la situación actual de las balsas, ver algunas actuaciones preliminares, y ver si el modelo de actuación previsto es positivo a largo plazo”, recordando que, si la imagen por satélite es impresionante, más lo es el hecho de que, “lo que se ve es la zona sin restaurar, aunque hay dos zonas que se restauraron, y esas acciones preliminares de restauración no funcionaron, porque siguen produciendo contaminación al estuario”.  "Antes -dice-  se pensaba que la balsa producía contaminación. Hay que tener en cuenta que es una pila de yeso y encima tiene agua industrial altamente contaminante. Se pensaba que la contaminación procedía de ese agua de proceso, pero hemos visto, por un estudio geoquímico, que no procede de eso, sino de intrusión del agua del estuario, que entra con la marea alta, lava la contaminación y retorna al estuario contaminada”.
Con todo ello, considera que “hay que evitar la contaminación y garantizar la estabilidad de la balsa, garantizar primero la estabilidad física, porque en la zona 2 tiene   casi 35 metros de altura, y eso produce sobrepresión en la marisma. A corto plazo hay que garantizar estabilidad y que dejen de producir lixiviados. Hay que ver cuál es la contribución de la balsa al total de la contaminación, ya que sabemos que aporta arsénico y cadmio, en torno al 15-20 % del que llega al estuario, y el resto procede de actividad minera abandonada de las cuencas mineras del Tinto y el Odiel, pero son cifras muy llamativas, porque la balsa tiene 12 kilómetros cuadrados, pero las cuencas de drenaje del Tinto y el Odiel, unos 4.000”. De hecho, acudiendo a este experto ABC de Sevilla informó en marzo de este mismo año de que "El subsuelo de la marisma del Tinto se resiente por el peso del fosfoyeso" es decir, que  la cosa va a peor y que el encapsulado y supuesto aislamiento de las balsas permaneciendo donde estándonde están que Fertiberia propone en su plan definitivo no soluciona sino eterniza el problema e incluso podría tener consecuencias sísmicas.

Frente a la incredulidad de los expertos, Feritberia insiste en meter prisa a las administraciones. Dan por hecho que el informe de impactoambiental del gobierno central será positivo sin tener en cuenta que ya no tienen a una de las suyas sentada en el Consejo de Ministros (llevando además la cartera de Medio Ambiente; más fácil lo tiene con la Junta de Andalucía, siempre poco beligerante con las actividadesindustriales contaminantes mientras les bajen las estadìsticas del paro -en esta tierra el partido gobernate y los sindicatos mayoritarios siempre han comulgado con la falacia de que el lento envenenamiento por contaminación es el precio que deben pagar los onubenses por sus puestos de trabajo-; en el Ayuntamiento de Huelva encontrará Fertiberia el último escalón si supera los anteriores y en mayo hay elecciones municipales. Ya en la actual campaña de las andaluzas, la coalición Adelante Andalucía escogió el barrio de la ciudad más afectado y perjudicado por los fosfoyesos, Pérez Cubillas, para expresar su deseo de que se aborde la limpieza total de las balsas de fosfoyesos y que Fertiberia "asuma el coste". La Mesa de la Ría, Izquierda Unida y Participa Huelva, la marca con que Podemos concurrió a las municipsles de 2015, se están manifestando en el mismo sentido estosúltimos días. Cuando haya que constituir un  nuevo Ayuntamiento, a todos ellos corresponde exigir a los ocialistas -hoy el mayor de los grupos un pronunciamiento inequívoco y efevtivo  sobre lo fosfoyesos frente  a los intereses de Fertiberia y las iundustrias contaminantes. Mi insignificante voto va en ello.

Hace años el programa de TVE Línea 900, tanincómodo que no tardó en desaparecer de la parrilla, expuso por primera vez al conjunto de los españoles laescalofriante realidad delas balsas de fosfoyeso  y sus efectos en la salud de los onubenses, unos efectos siempre puestos en duda prque nunca se harealizado el estudio epidemilógico que el Libro Blanco de la Asociación de Inustrias Químicas -en el que participé- recomendaba en 1989. Imágenes de archivo deaquel Línea 900" junto con muchas otras nuevas, formaron parte del impresionante documental sobre el mismo tema "Un lugar diferente" cuyo contenido íntegro les dejo en el siguente vídeo.



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viernes, 5 de junio de 2015

Sacrificios ¿necesarios?




En la romería del Rocío que acaba de terminar,la de 2015, se han empleado más de dos mil caballos, burros y bueyes. Se ha sabido de la muerte de un número de caballos sin determinar, según distintas fuentes de diez a veinte
-la Guardia Civil sí ha hecho pública la denuncia interpuesta al propietario de un trailer y su detención por transportar a once de estos animales  sin licencia y en malas condiciones higiénicas-,
Un caballo de la Hermandad de Huelva
que no llegó a El Rocío
pero lo que es un dato contrastado es que desde la romería de 2007 a la de 2014 perecieron más de un centenar de caballos, obligados a recorrer jornadas de sesenta kilómetros con uno o más jinetes a los lomos en lo que es un sobreesfuerzo agotador. Asociaciones animalistas han publicado esta primavera fotografías y vídeos en los que se comprueba el maltrato que sufren los equinos, que sucumben al calor, la falta de agua y el agotamiento.

Es a la Junta de Andalucía a quién corresponde velar por el cumplimiento de su propia Ley de Protección Animal a través del Plan Romero, que no sólo sirve para garantizar la seguridad de peregrinos y visitantes y la limpieza posterior de los caminos que transitan. Siempre son los más débiles e indefensos quienes pagan el pato de unas tradiciones festivas y religiosas que no tienen en cuenta que parte de su vistosidad y atractivo se la deben a ellos, lo que, por lo menos, les hacen merecedores de cuidados y respeto. Triste es que mueran caballos -tomo prestada una reflexión que no es mía, la he leído y la comparto por completo-, pero también es desalentador que algunos tarados que van encima vuelvan a casa sanos y salvos.


El eterno -hasta el pasado 24 de mayo- Perico Rodri despidió caballos y carretas onubenses en su vigésimo año como alcalde de Huelva y las recibió en la vuelta como alcalde saliente, aunque se ahorró el triste espectáculo de la muerte por desfallecimiento en la misma puerta del ayuntamiento de un caballo que regresaba de la romería, hecho que sí ocurrió en una ocasión anterior. Las dos hermandades onubenses regresaron sin sus hermanos mayores, ambos enfermos; la de Emigrantes había sufrido una fuerte subida de presión tras tener que mediar y poner paz en peleas a puñetazos entre romeros beodos. Fue el penúltimo acto de Rodri en la alcaldía antes de entregar el bastón de mando;  el último fue la destrucción masiva de documentos municipales. Su incruento sacrificio, como el de Barberá, el de Aguirre, el de Cospedal, sí es necesario; el cruel sacrificio de las pobres bestias no lo es.
Fila de contenedores llenos de papeles comprometedores





domingo, 3 de mayo de 2015

Volando van

El proyecto onubense
Lo de escarmentar, al menos en este país, es algo que, definitivamente, no se nos da nada bien. Pueden haber pasado muchas cosas en los últimos años -la burbuja inmobiliaria, las docenas de infraestructuras inútiles y abandonadas (autovías de peaje ruinosas, aeropuertos sin aviones, trenes de alta velocidad sin viajeros, contenedores culturales que nada contienen), los repetidos desastres ecológicos de los que no aprendemos (el Prestige, el Algarrobico)-, pero hay quienes no dejan de dar la matraca con la misma idea: más es más y cuanto más mejor; el desarrollismo a ultranza que sigue causando estragos desde el franquismo se considera una herramienta infalible para las promesas políticas y las victorias electorales. Lo malo es que les funciona. En Huelva la necesidad de construir un aeropuerto es la cantinela que políticos y empresarios vienen repitiendo desde hace años. No recuerdan -o no quieren recordar- tiempos en que se cercenaron vías de desarrollo realmente adecuadas para la provincia -el desmantelamiento del ferrocarril Huelva-Ayamonte desmontando incluso la vía férrea- y ahora que por fortuna el viento se llevó otros proyectos dañinos y absurdos como la autovía Huelva-Cádiz por Doñana y el puente sobre el Piedras -mejor vendría el de Valencia a Mallorca, dado lo peligrosos que están los ferries-, la Diputación provincial y las organizaciones empresariales nos meten en este fregao de abrir el dichoso aeropuerto de Huelva
-Cristobal Colón, cómo no- justificando su supuesta idoneidad en el turismo -debe darles vergüenza hablar de transporte de mercancías con dos excelentes puertos, Huelva y Sevilla, al lado-.

La inútil ampliación cordobesa
El proyecto del aeropuerto con nombre de almirante de la mar océana ya sirvió en su día al PSOE provincial para ganarse el apoyo de Izquierda Unida a la investidura como presidenta de la Diputación de Petronila Guerrero creando a la medida de los aliados el puesto de diputado delegado de Grandes Infraestructuras -¡¿!-. La actual Diputación presidida por Ignacio Caraballo sigue erre que erre con el asunto, apoyada por la patronal FOE, y ha creado lo que denomina una Sociedad Aeroportuaria que aspira tenga una mayoritaria participación del capital privado. En Andalucía, la región de las diez universidades y los seis aeropuertos, donde el único aeródromo que no tiene pérdidas económicas es el de Málaga, pretender que el dinero particular se arriesgue en una aventura condenada al fracaso es al menos ingenuo. Incluso suponiendo -que es mucho suponer- que la existencia de un aeropuerto en las cercanías impulse el desarrollo turístico, hay que recordar que en un radio máximo de hora y media la ciudad de Huelva ya cuenta con tres aeropuertos -Sevilla, Faro  y Jerez de la Frontera-. Dadas la experiencia y la situación actual, en lo que hay que pensar no es en abrir nuevos aeropuertos en Andalucía sino en ir cerrando instalaciones ruinosas, comenzando por Córdoba -usado tan solo como aeródromo recreativo y para el traslado de órganos vivos y que aun así fue objeto de una costosa ampliación- y Jerez. La Diputación y la FOE pretenden seguir adelante contra viento y marea, aunque  no aclaran cual es el modelo a seguir: si quieren un aeropuerto como el de Castellón, el
de La Mancha, el de Huesca o el de Lérida -vaale,  Lleida-. Parte de la oposición en el Ayuntamiento onubense se ha pronunciado ya porque la  Diputación se desentienda de esta quimérica idea. Los días van corriendo y es imprescindible que todos los partidos se pronuncien con claridad en uno u otro sentido antes del 24 de mayo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Regalos de Navidad

Estas Navidades a los regalos a mis familiares pienso sumar los que, en cuanto tenga oportunidad, haré a un par de consejeros de la Junta. Al de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trilllo, le regalaré el libro de Roberto Saviano 'Gomorra' -en edición de bolsillo, que la cosa está muy mala-, donde podrá conocer con quiénes trata su departamento o ciertas empresas que trabajan con la Consejería.

Lo decidí al enterarme por el editorial que publicaron los diarios del Grupo Joly, 'Basura tóxica', del traslado al vertedero industrial de Nerva, en la cuenca minera onubense, de ochenta mil toneladas de residuos tóxicos y peligrosos generados en Italia. En 'Gomorra' Díaz Trillo, que ha bendecido la importación de basura italiana, descubrirá que necesariamente la empresa Befesa, que explota el vertedero de Nerva, ha tenido que negociar con elementos del crimen organizado o sus representantes: No se mueve un gramo de basura en Italia sin la intervención de la Camorra, la Mafia napolitana, que ostenta el monopolio del tráfico de residuos tóxicos. Tres décadas llevan las empresas de la Camorra enterrándolos en el sur de Italia, envenenando terrenos agrícolas y provocando en la región de Nápoles, la Campania, un aumento espectacular de los casos de cáncer. La negociación para dar nuevo destino a la basura italiana puede rastrearse desde hace dos años en la prensa española.

Ya llegan los camiones en largas filas a un vertedero que ha sido un mal negocio para la cuenca minera de Huelva, estafada por la Administración andaluza. Como alternativa a la ruina de la comarca por el cierre de las minas, las dos únicas infraestructuras que les han dejado los gobiernos socialistas han sido un ponzoñoso vertedero y la empresa de colocación de afiliados y de captación de subvenciones que montó la hija de Manuel Chaves... Y ahora los desechos de la Camorra.
No se me olvida otro regalo navideño, éste para la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera. Se trata del documental 'Sushi global', que esta semana emitió TVE. Así la consejera, a quien aún le parece mucho la ridícula reducción en un cuatro por ciento de la cuota de pesca de atún rojo, verá las entrañas de un negocio sucio, lindante con la piratería, en el que los falsamente artesanales atuneros andaluces tienen las manos tan sucias como los japoneses; un negocio que llevará al pez más valioso del mundo a la extinción en menos de una década con el actual ritmo de capturas.
La de Aguilera es la misma propaganda irresponsable y cortoplacista que vende como éxito la prórroga de las ayudas europeas al carbón, y que no es sino el fracaso en la búsqueda de alternativas para los trabajadores -atuneros de Cádiz, mineros de Huelva y de León- empleados en una extracción dañina e insostenible. Tiempo han tenido de sobra para buscarlas.


Ver on line 'Sushi Global'
Ver segunda parte de 'Biutiful cauntri'

sábado, 4 de septiembre de 2010

South Pop Isla Cristina: Los chicos más blancos se broncean

Faltan muy pocos días para el último festival del verano y tal vez el más diferente. Sin un cartel de estrellas de relumbrón, pero bastante interés artístico, el South Pop de Isla Cristina logró en sus dos primeras ediciones el favor de quienes buscan descubrir grupos independientes con cierto calado entre aficionados más o menos atentos y prensa especializada pero que aún no se han subido a la parra de la inflación festivalera. El South Pop de este año vendió rapidamente todos sus abonos pero renuncia deliberadamente a sobrepasar su formato asequible, siempre por debajo de los dos mil asistentes que pueden disfrutar de la música sin aglomeraciones, sin escenarios que se solapan, y del contacto real con los músicos, con los que incluso se comparte baño en las playas o en la piscina del Hotel Barceló. Dos días para ver y oír de verdad a las bandas y djs o para participar en cualquiera de las actividades paralelas.



El cartel de este año incluye mayor presencia internacional que nacional, una invitación al baile con los berlineses The Whitest Boy Alive, formación paralela a Kings of Convenience que si en directo suenan la mitad de irresistibles que en Rules, de 2009, es para no perdérselo. Desde Suecia, The Radio Dept. vienen con una trayectoria más larga y una progresiva dulcificación de su sonido patente en su magnífico tercer álbum, pedo sobre todo con grandes canciones como David. De todo el cartel, a priori lo más excitante me parece ver en directo a We Have Band, que pese a ser unos debutantes han publicado singles y videoclips de impacto; su dance punk es de lo más fresco del último año. La de Sad Day For Puppets en disco me parece una propuesta más dream pop que ruidista, como nos la han vendido; habrá que ver si en directo la cosa cambia, pero su disco de este año Pale Silver & Shiny Gold me parece brillante. A At Swim Two Birds los querría aunque fuera sólo por el nombre, que es el de la alucinada novela de Flann O'Brien -en España En Nadar-Dos-Pájaros-, pero además bajo ese seudónimo Roger Quigley lleva grabados tres discos preciosos. A Isla Cristina va dispuesto a interpretar el repertorio de Frank Sinatra. Desconcertante. He escuchado el disco de The School a raiz de saber que iban al South Pop y, bueno... agradable. Entre los Saint Etienne -Bob Stanley pinchará en el festival- más pop y Belle & Sebastian. Lo más blandito de la propuesta internacional, los italianos Fitness Forever, aunque suenan mejor cuanto más se parecen a La Casa Azul -Guille Milkiway protagoniza el otro djset estelar- , lo suyo es Festival de San Remo recalentado.

La representación española es una muestra de lo que hay, que no es gran cosa en el panorama nacional salvando a los dos o tres que han estado en el cartel de TODOS LOS DEMÁS festivales. El tecno pop de Dorian me parece de lo más atractivo, sin ser precisamente original. Ni ahora que cantan en español deja de atragantárseme la épica y el exceso de seriedad de The Baltic Sea. Con alguna canción acertada, como Debutantes, Rauelsson es uno más de la nueva generación de cansautores con la que desde los púlpitos indies se nos quiere hacer comulgar. Y en cuanto a Nitoniko, musicalmente los sitúo entre OMD y María Ostiz; y las letras son propias de los Mecano de Maquillate. Evidentemente el pabellón español queda en manos de Hidrogenesse, de los que lo único previsible es que hagan algunas de sus reinterpretaciones de The Hidden Cameras -que lideraron el cartel del South Pop sevillano-; pero apuesto a que sorprenden.

Entre las actividades paralelas del South Pop estaba un curso de verano organizado con la Universidad de Huelva, en el que servidor participaba como ponente. Al final el número de matriculaciones era muy bajo -buscar información sobre el curso en la web de la Universidad de Huelva era una odisea- y se ha suspendido ¡con la mano de trabajar que me di!

Dejo un playlist de las bandas del South Pop 2010.



lunes, 5 de julio de 2010

Documentando el despilfarro


La construcción de un aeropuerto en un secarral en mitad de La Mancha, hoy un aeropuerto fantasma abandonado por las aerolíneas, gestionado judicialmente por estar en concurso de acreedores y financiado por una caja de ahorros ruinosa -CCM- intervenida por el Banco de España, recuerda al gafado proyecto del Quijote de Terry Gilliam. El sueño faraónico de la impresentable clase política española ha tenido muchos otros ejemplos: la autovía de seis carriles en Ibiza, otro proyecto de aeropuerto en Huelva, a 100 kilómetros de los de Sevilla, Jeréz y Faro, una universidad pública para cada provincia andaluza, más kilómetros de AVE y autovía que en cualquier otro lugar de Europa... o las pintorescas inversiones del Plan E: un spa rural para Arroyo de San Serván (Badajoz), el Parque Verano Azul de Nerja o el circuito de automodelismo en Elche y el de motocross en Moraleja de Sayago (Zamora). Pero el caso del llamado Aeropuerto Central de La Mancha llama la atención en toda Europa, por lo que tiene de símbolo, por un lado de unos políticos que han creado la demanda, la oferta, la necesidad y la solución cuando ninguna de ellas existía con tal de dejar su impronta, y por otro de cómo esos mismos políticos han manejado a su antojo y para sus fines a las cajas de ahorros y pretenden seguir haciéndolo. La televisión pública suiza emitió este reporeaje del periodista Markus Boehnisch en el que se ponía de ejemplo al aeropuerto de Ciudad Real de las políticas que han profundizado la crisis en España. El periodista manchego cuyas declaraciones aparecen es Carlos Otto, despedido de El Día de Ciudad Real tras haber criticado una infraestrusctura que tiene entre sus promotores al dueño del periódico, Domingo Díaz de Mera.

El aeropuerto fantasma from Markus Böhnisch on Vimeo.

A la Caja de Castilla-La Mancha la metieron en el berenjenal del aeropuerto los políticos manchegos del PP y del PSOE. A toda costa los políticos quieren seguir manteniendo su control total sobre las cajas para no encontrar obstáculos en la financiación de sus caprichos. Sólo así se explica el empeño del Gobierno andaluz -y de IU- en sacar adelante como sea la Caja Andaluza, para subordinarla a la Junta y a los antojos de quienes la gobiernen. Por cierto, si en Ciudad Real, o en Huelva, por la cosa del localismo, querían un aeropuerto, bastaba pedirles a un aeródromo cercano un cambio de nombre. Tal fue la imaginativa solución dada por las Diputaciones de Jaén y Granada a la imposibilidad de volar a la capital jiennense: se rebautizó el aeropuerto de Granada, dándole de paso el puntito cultural, Aeropuerto Federico García Lorca de Granada y Jaén y... ya tienen aeropuerto los jiennenses. Eso sí, para que se lo creyeran un poco más les pusieron un autobus lanzadera que recorre los 99 kilómetros de distancia, subvencionado por la Diputación, y que tiene una media de uso de un pasajero al día. Supongo que al conductor no lo cuentan. Sobre el despilfarro en infraestructuras podéis ver también este reportaje de Jon Sistiaga para Cuatro.

lunes, 8 de febrero de 2010

Los vídeos perdidos del envenenamiento de Huelva

Perros mutantes, mentiras y cintas de vídeo

Llevaba años buscando el reportaje de TeleMadrid -la de 1995, no el actual engendro de ultraderecha- sobre lo que durante años se ha considerado leyenda urbana, los perros con malformaciones crecidos entre las balsas de fosfoyeso radiactivo del río Tinto, junto ala ciudad de Huelva. Miren por donde la Mesa de la Ría lo había recuperado y colgado en YouTube hace ya algún tiempo. Después de verlo, sacar conclusiones sobre la relación entre las malformaciones y estos vertederos químicos flotantes sigue siendo temerario. Por otro lado la industria química con la complicidad de sindicatos y gobernantes tiene armas propagandísticas de sobra para desacreditar, silenciar y ocultar, y es muy difícil establecer relaciones causa-efecto en un lugar donde jamás se han hecho estudios epidemiológicos porque a nadie interesan. Aquí está el vídeo sobre lo que a muchos sigue interesando que sea una leyenda urbana. Desde luego, acojona.



Pero no es el único vídeo impactante sobre el tema. Los responsables del desaparecido Línea 900, programa producido por TVE desde Cataluña a partir de sugerencias de los televidentes, fueron puestos a caldo en Huelva tras emitir este otro reportaje a mitad de los noventa. El papel del gerente de la Asociación de Industrias Químicas y los responsables de la Agencia de Medio Ambiente recuerda al Ben Linux de Lost, construyendo mentira sobre mentira, y como en el anterior vídeo encontramos a un peculiar personaje, José Manuel Cantó. Es lo más parecido al "Enemigo del pueblo" de Ibsen. Brillante geólogo que tuvo puestos de responsabilidad en Río Tinto Minera y fue director técnico de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y responsable del Plan Corrector de Vertidos hasta que decir la verdad sobre la inacción de la Junta y las flagrantes ilegalidades de las industrias le costó el puesto y le apartó de la Administración.



Algo más sensacionalista, el reciente (2008) El síndrome de Huelva, de TVE, tiene dos momentos de escalofrío: La estadísitica nunca hecha pública sobre la incidencia del cáncer en la ciudad trasladada a la venta de pelucas para mujeres sometidas a quimioterapia y las radiaciones de los fosfoyesos medidas con geiger.




Y por fin este reportaje de 2006 en Cuatro, que aporta poco y cuyo estilo es insufrible. Pero hay detalles a no perderse, de nuevo una medición deradiactividad en las balsas, los testimonios de las mujeres mastectomizadas y el antiguo trabajador de Fertiberia mostrando la larga lista de sus compañeros muertos de cáncer.


domingo, 31 de enero de 2010

Último artículo publicado en Granada Hoy


Enemigos del pueblo

El enfrentamiento contra las fuerzas vivas del doctor Thomas Stockmann, el protagonista del drama Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen, y el precio que ha de pagar quien proclama lo que la mayoría niega, seguirán vigentes así que pasen décadas, mientras la demagogia, los políticos de doble lenguaje, los medios de comunicación serviles, los intereses particulares disfrazados de bien común y una opinión pública a la que primero se manipula y después se sacraliza, sean los valores que nos gobiernan.

Entonces eran las aguas contaminadas del balneario que era la principal atracción turística del pueblo. Hoy puede ser la instalación de un vertedero de residuos radiactivos –perdón, "Almacén Temporal Centralizado", término que podría definir incluso a un trastero-. El corto plazo, la cortedad de miras cejijunta, los mitos, los argumentarios dictados por los lobbies, la codicia y la ignorancia han situado en el mapa mediático parajes tan ignotos como Santervás de Campos, Melgar de Arriba, Torrubia, Zarra, Villar del Pozo, Congosto de Valdavia, Albalá, Yebra y Villar de Cañas. Alcaldes que jamás tuvieron una sola idea para mejorar la vida de sus vecinos hallan la justificación de sus tristes existencias y movilizan al vecindario con promesas de empleo y riqueza a cambio de convivir con instalaciones de dudosa seguridad y más dudosa rentabilidad para quienes las rodean, que no crean apenas trabajo pero sí mala fama a los productos que se crían en las inmediaciones; y convierten en enemigos del pueblo a aquellos que rascan el oropel cuando sus vecinos ven poner huevos de oro.


En todas partes, por fortuna, hay enemigos del pueblo. Todos podemos participar en su linchamiento, o pasarnos a su bando. En tal caso deberemos oponernos a los sindicatos, a los partidos y a las corporaciones si celebramos que la Justicia haya decidido poner fin a la locura de décadas de mantener flotando sobre el río Tinto balsas de yesos radiactivos del tamaño de la ciudad de Huelva. Estaremos poniendo en peligro puestos de trabajo, seremos unos caínes irresponsables que no piensan en las familias, que buscan hundir a empresas que han tenido muchos años y muchos beneficios pero muy pocas ganas para corregir sus errores.



Cuidemos a estos enemigos frente a los benefactores del pueblo: esos agricultores de Albuñol o Castel de Ferro que han invadido las orillas con sus invernaderos, creando playas tóxicas con sus plásticos, envases y pesticidas; o los gobiernos que encarcelan a quienes ridiculizan la inutilidad de las cumbres del clima; o los partidos que en el Congreso promueven reformar la Ley de Costas para privatizar el litoral; o los abogados de Endesa que pedían penas de 14 años, más que a asesinos, para quienes cometieron el crimen de desplegar una pancarta en la fachada de sus clientes.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Isla Cristina mete a sus yonquis en el cementerio


La mierda bajo la alfombra

A pocos días de los Difuntos nos llevaba mi abuelo al pinar de Isla Cristina, junto al cementerio, donde en la Edad Oscura estuvo el campamento de la OJE y después un inmenso camping, un pinar que el ladrillo y la ambición cateta dejó reducido a la mínima expresión. Íbamos en busca de piñas piñoneras cuyos piñones tostaba mi abuelo en un gran perol. Era costumbre que para principios de noviembre se reuniera el pueblo en aquel pinar para comer castañas, nueces y piñones. Cuando hacía calor me encantaba mojar los pies en la playita minúscula, como una playa de juguete de una arena blanquísima, que daba a la ría, justo detrás del pinar, que en el pueblo se conoció siempre -supongo que desde aquella posguerra de enfermedades, suciedad y hambruna- como el Matapiojos.

El nombre debió marcar el destino del lugar. Años después la heroína fue devorando por igual inteligencia y mediocridades, reduciendolo todo a un cenagal de antiguos amigos destruídos, miradas perdidas, ¿tienes veinte duritos que dejarme?, temporadas en el talego, el parabrisas roto y el cassette birlado, siniestras comunidades donde cambiaban la jeringuilla por el mercadeo cristiano y al hablar pastoso del yonqui se le unía la jerga del iluminado, y un fatalismo en el que el pueblo entero ha terminado por sentirse cómodo. Fue una plaga que marcó para siempre a un pueblo que hoy se comporta como un lobotomizado, encantado de sí mismo en su estupidez bobalicona: analfabetismo funcional, explosiones de violencia irracional, degradación ética, vandalismo, mafia, ostentación hortera del dinero sucio, destrucción sistemática de paisajes y formas de vida, fracaso en todos los ámbitos y, por supuesto, toda clase de adicciones, las de siempre y las nuevas que vayan llegando. No me sorprende enterarme, por la noticia que paso a comentar, de que el ayuntamiento tiene un concejal de Familia y Adicciones; quien lo haya ideado debe padecer un empacho de manuales de autoayuda con catequesis, pero no deja de tener una siniestra lógica.

Vuelvo al pinar, pues tras los tiempos más duros de la heroína aquél acabó por convertirse en el refugio de los muertos vivientes, un asentamiento de chabolas habitadas por yonquis, enfermos de Sida muchos de ellos, donde fueron a parar los desahuciados entre los desahuciados y donde casi hasta la fecha sobrevivió un cierto mercadeo de caballo y otras sustancias; algo muy residual, zombies alimentando a zombies, el verdadero negocio está en otras zonas y pasea en Audis y hasta Lamborghinis por barrios de VPO.

Allí se quedaron, docena y media de chabolas en un paraje todavía precioso, invisibles para quienes no querían mirar, que eran casi todos, incluídas las sucesivas corporaciones. municipales La que ahora gobierna, socialista para más señas, la del concejal de Adicciones ¡¡que se apellida Raya!!, ha decidido intervenir. Hace algo más de una semana las grúas y excavadoras tomaron la zona y derribaron todas las chabolas. Según relatan los periódicos de la provincia meses antes se había estado construyendo una tapia de cuatro metros a espaldas del cementerio. lo que muchos tomaron como la anunciada ampliación de éste no era tal, sino una especie de patio anejo, donde se han instalado unas casetas de obra, módulos prefabricados a los que se ha trasladado a los yonquis que habitaban las chabolas, un recinto convenientemente amurallado para alejarlo de las miradas, y que a la par de conseguir que el pueblo y sus visitantes no vean sus propias miserias, acerca un poco más a sus desdichados inquilinos al cementerio, literalmente. Protestaron algunos vecinos de urbanizaciones cercanas y responsables de un hotel, pero lo que les molestaba era que, al fin y al cabo, sus antiestéticos vecinos se quedaban en los alrededores. Todo se desarrolló "con normalidad dentro de lo posible" dijo el concejal Raya; después se aprobó una moción para instar a las consejerías de Salud e Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía a que se hagan cargo de los zombies y si se dejan y no muerden los metan en algun centro donde se les vea aún menos; a otros con el (los) muerto (muertos o casi), y la alcaldesa, a inaugurar azulejos, que es lo suyo.



Yo me podría ahora hacer el ignorante, pretender no haber leído las noticias, simular que no sé qué se esconde tras la nueva tapia del cementerio, volver a pasear encantado por el Matapiojos de mi infancia, pensando en mi abuelo Federico y en piñones, creyendo que las autoridades han recuperado el bosque de pinos en nombre del medio ambiente, ignorar incluso lo que acertadamente planteaba un comentario en la web de Huelva Información a una de las informaciones aparecida sobre el tema: "Si pretenden instalar casas prefabricadas en un anexo al cementerio, es probable que estén dentro de la llamada zona de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre (de anchura 100 metros a partir de la ria), por lo que incumplirian la vigente Ley de Costas. Por tanto, seria denunciable ante Dirección General de Costas". Si otros toman ejemplo pronto dejarán de verse los asentamientos en Lepe y Palos en los que pasan hambre -literalmente- casi doscientos inmigrantes africanos que no logran trabajo en la fresa porque ahora los españoles lo necesitan. Un muro, unas casetas de obras, y nadie hará preguntas. Por ignorancia o por cortesía nadie levanta la alfombra para descubrir la mierda escondida debajo.

Fotografías de Huelva Información

sábado, 7 de noviembre de 2009

La leyenda del Niño Miguel





Aquél "Dicen de mí que me amenaza el tiempo, dicen de mí que si estoy vivo o muerto" que sirvió de doloroso autorretrato de los últimos años de Camarón, cobra significado en una figura artística que vive -sí, vive, aunque en algunos momentos no he estado demasiado seguro de ello- entre lo legendario y el realismo sucio. Miguel Vega, el hijo de Miguel el Tomate, el tío de Tomatito, arrastra su desdicha entre el anonimato, el vago recocimiento, teñido de compasión de los cada vez más escasos de sus paisanos que sobre los cartones en el hueco de un cajero automático o en un banco de la Avenida de Andalucía de Huelva reconocen aún al genio a quien Paco de Lucía consideró la mejor guitarra española de la historia, el Niño Miguel.


A veces aún lleva su guitarra tullida, con las tres cuerdas que siempre le bastaron para dejar sin respiración a quienes alguna vez tuvimos
la suerte de escucharle antes de que saliera corriendo a ocultarse en un rincón donde buscarse las venas hambrientas de heroína. Ayer sábado, su ciudad le quiso echar una mano con un concierto en el Palacio de Deportes de Huelva para el que más de cinco mil onubenses agotaron las entradas a la venta. Todo lo recaudado irá para un Miguel de 57 años que como esos yonquis encallecidos que aguantan el tipo hasta que se nos antojan inmortales, se niega a apagarse. Allí estuvieron José Mercé, Estrella Morente, Pepe de Lucía, Carmen Linares, el Pele, Manolo Sanlúcar, Pepe Habichuela, Tomatito, Juan Carlos Romero, José Luis Rodríguez, Miguel Ángel Cortés y Eva la Hierbabuena. Todos se han rendido ante la genialidad quebradiza de un músico, tan grande o más como compositor que como instrumentista, siempre ajeno a su propia grandeza, arañado desde pequeño por las garras de la esquizofrenia, arrasado después por la heroína, ahogado en el alcohol y que aún así tuvo tiempo de hacer la revolución en los 78 minutos que suman ‘La Guitarra de Niño Miguel’ -1975-, y ‘Diferente’ -1976-. Bastaron para colocarle en el escalón más alto de la jerarquía del flamenco durante aquel breve período, antes de precipitarse de cabeza al abismo.



“Su música es un grito que pide que le saquen de un cuerpo que no le corresponde”,
así le describe José Luis Rodríguez, otro guitarrista onubense también genial pero menos herido. Desde su infierno de callejones, bancos helados y fandangos por un par de euros en la Plaza Niña... con su rostro afilado, la barba cana y la voz pastosa de los yonkis, rasgos en los que la mirada huidiza es el único recuerdo del joven guapo y tímido que fue, y aun hoy siempre inventando compases, improvisando, con la mente en otro sitio, como si le llegaran destellos de grandes piezas que aún hoy yacen sepultadas en el fondo de un pozo de desgracia pero sin renunciar a ver la luz alguna vez.


Cuentan que el Niño Miguel, que ayer salió al escenario, está mejor, que anda medio recluido en el Hospital Juan Ramón Jiménez donde intenta salir adelante, y que a finales de este mes en el Festival de Cine Iberoamericano se podrá ver un documental de Annabelle Ameline, Benoît Bodlet y Chechu García Berlanga sobre el Niño Miguel, que sus autores han titulado La sombra de las cuerdas.