Albaicín para zurdos
Soy zurdo y, por tanto, según un estudio del profesor de la Universidad de Granada Julio Santiago, no veo el mismo lado bueno de las cosas que los diestros. Leo en Granada Hoy: “La Unesco promueve un plan de choque para acabar con el grave deterioro del Albaicín”, encuentro en otros medios similar tratamiento para un hecho informativo al que también yo acudí y pienso... Soy zurdo y de los peores, un ultrazurdo diría, que no se entera de que los Cascos Azules toman ya posiciones desde la calle Elvira a la muralla zirí para liberar el viejo arrabal de la devastación.
¿La Unesco? Se refieren las informaciones al Centro Unesco de Andalucía, un honorable club de jubilados creado con el loable fin de defender el patrimonio cultural e histórico, que mantiene una vaga vinculación con el órgano de las Naciones Unidas para la Cultura y que trasladó al delegado de Cultura de la Junta una docena de propuestas, tan intachables como obvias, de las que en París, sede de la Unesco, no han oído hablar. Distinta cosa es la amplificación propagandística que del modesto documento hacen quienes alimentan la leyenda urbana de que peligra la declaración de Patrimonio de la Humanidad otorgada en 1994. El Centro Unesco no es el primero ni el último colectivo al que el PSOE utiliza como ariete frente a otras instituciones.
Además de zurdo, soy alérgico a títulos rimbombantes, pero al de Patrimonio Universal le reconozco utilidad siempre que se entienda que es un tratado internacional que obliga a las instituciones que lo suscriben a compromisos presupuestarios y a pactar planes de conservación y mejora. Que nadie, Ayuntamiento incluido pero no solo, ha hecho todo su trabajo es tan evidente que todo fuego cruzado es propaganda. Es de nota que para demostrar que el Gobierno sí invierte en el Albaicín, el subdelegado Antonio Cruz recurra al Plan E. Mientras con la mano zurda da cogotazos al alcalde, el delegado de Cultura Pedro Benzal tiende la diestra para “promover el diálogo entre las instituciones preocupadas por el patrimonio”. Pasa por alto que ya existía un foro entre instituciones, la Fundación Albaicín, hasta que el ayuntamiento socialista de José Moratalla las expulsó y lo convirtió en patronato municipal.
Que se oculte el cableado, se paren los expolios o se borren las pintadas, bien, pero dicen que el Diablo está en los detalles y ahí se quedará mientras se considere todo eso más urgente que propuestas, como la intervención integral para recuperar el Zenete, pensadas para un barrio habitado, no un parque temático; o mientras no retranquear un par de casas de San Juan de los Reyes se anteponga a librar de coches la Carrera del Darro. A Benzal le apuesto la mano zurda, que es la buena, a que es mucho más respetuoso un empedrado tradicional con rodaduras de asfalto que faciliten la movilidad en un barrio de ancianos al ruido y la fealdad de los adoquines que ha impuesto para la calle Pagés.
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