Os Famosos E Os Duendes Da Morte, es un film brasileño, presentado a concurso en la Sección Oficial de Cines del Sur 2010, y que emplea la figura de Bob Dylan como metáfora de un sueño de huída y de libertad. No a todo el mundo gustó durante la proyección, pero no se le puede negar su valentíaa la hora de introducir recursos visuales nada convencionales.
Los famosos y los duendes de la Muerte, primera película dirigida por Esmir Filho, es un curioso caso de filme rabiosamente indepente, autoral e incluso radical pero financiada nada menos que por la poderosa petrolera Petrobras. La película narra la peripecia de un adolescente, huérfano de padre y fan de Bob Dylan que sueña con ir a ver al músico desde el pueblo perdido de Brasil en el que vive con su madre.
Internet es su vía de escape, chateando, escribiendo en su blog y repasando las fotos y los vídeos de una chica, hermana de su mejor amigo que acabó con su vida como muchos de su vecinos, arrojándose desde el puente situado a las afueras del pueblo. Aparece en esos vídeos un tercer personaje, Julian, ángel exterminador que empujó a la chica al suicidio e intenta que el protagonista -Mr Tambourine Man según su apodo en internet- siga el mismo camino. Julian también encarna al propio Bob Dylan en los sueños del protagonista. Habla de un tema recurrente como pocos, la angustia adolescente, pero sabiendo enmarcarla en un contexto en que la soledad es compartida a través de Internet, y en que los medios electrónicos son al mismo tiempo alienante y liberadores. Todo con un ritmo muy, muy lento y una propuesta visual valiente y un estilo que recuerda mucho al Gus Van Sant de Elephant y sobre todo Last Days, pero sin su solemnidad.
Los famosos y los duendes de la Muerte, primera película dirigida por Esmir Filho, es un curioso caso de filme rabiosamente indepente, autoral e incluso radical pero financiada nada menos que por la poderosa petrolera Petrobras. La película narra la peripecia de un adolescente, huérfano de padre y fan de Bob Dylan que sueña con ir a ver al músico desde el pueblo perdido de Brasil en el que vive con su madre.
Internet es su vía de escape, chateando, escribiendo en su blog y repasando las fotos y los vídeos de una chica, hermana de su mejor amigo que acabó con su vida como muchos de su vecinos, arrojándose desde el puente situado a las afueras del pueblo. Aparece en esos vídeos un tercer personaje, Julian, ángel exterminador que empujó a la chica al suicidio e intenta que el protagonista -Mr Tambourine Man según su apodo en internet- siga el mismo camino. Julian también encarna al propio Bob Dylan en los sueños del protagonista. Habla de un tema recurrente como pocos, la angustia adolescente, pero sabiendo enmarcarla en un contexto en que la soledad es compartida a través de Internet, y en que los medios electrónicos son al mismo tiempo alienante y liberadores. Todo con un ritmo muy, muy lento y una propuesta visual valiente y un estilo que recuerda mucho al Gus Van Sant de Elephant y sobre todo Last Days, pero sin su solemnidad. 
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