Calidad certificada
Los Mossos d’Esquadra aspiran a obtener el certificado de calidad ISO 9000 en las detenciones que realicen. Sea justificada o arbitraria la causa del arresto, es todo un avance que puedas ser prendido por uno o varios de esos mocetones de negro uniforme y barretina de diseño con la tranquilidad de que lo hacen cumpliendo las más exigentes normas de excelencia y con métodos homologados por AENOR.
No es una iniciativa novedosa. Desde 2003 la Ertzaintza es el primer cuerpo de seguridad en Europa con un certificado UNE-E-ISO 9002 y hasta una ‘Q’ de calidad. En el caso de los Mossos la Consellería de Interior distribuirá un cuestionario en el que los detenidos podrán opinar sobre el trato recibido en dependencias policiales e incluso se les preguntará si desean denunciar al agente que les ha tratado. Los ertzainas tienen ya implantada dicha encuesta y según una revista interna los arrestados dan a la Policía autonómica 6,08 puntos, un aprobado con nota. Lo que más valoran es “la rapidez con que han sido respondidas solicitudes como ir al baño”.
No pretendo dudar de estas certificaciones para medir la fiabilidad de un producto o marca –desde la perspectiva de ciudadanos consumidores, la Policía lo es y al ser esposados nos convertimos en sus clientes-, aunque algunos de los 333 puntos y banderas negras concedidos por Ecologistas en Acción a playas del Mediterráneo español por su inmundicia coinciden con arenales con bandera azul y hasta ‘Q’ de calidad. En esta Galaxia Orwell que habitamos no debe sorprendernos que estas operaciones de imagen impliquen siempre a sujetos sospechosos de todo lo contrario a lo que se nos vende. En Cataluña los Mossos coparon titulares por la acumulación de denuncias sobre supuesta brutalidad policial, por lo que una detención de calidad certificada suena un tanto sobrecogedor: Es proverbial la gran calidad con la que las IDF israelíes se aplican a hacer la vida imposible a los palestinos. El Ejército ruso merece una certificación de calidad por la efectividad y limpieza con la que ha arrasado el Cáucaso y para qué hablar de los diplomas de excelencia a los que se ha hecho acreedora la CIA por el mantenimiento de las oligarquías latinoamericanas.
Afirma el Ayuntamiento de Granada que posee documentación para demostrar la calidad artística del monumento a José Antonio Primo de Rivera en la Plaza de Bibataubín, para el que el Gobierno y el sentido común piden la retirada. Tal vez un día de estos Torres Hurtado nos sorprenda y sobre los cinco brazos que saludan a la romana diseñados por López Burgos en lugar de las alas de un águila aparezca una gigantesca ‘Q’ y la placa que homenajea al líder fascista será sustituida por un código de barras y un certificado ISO 9000 para los caídos por Dios y por España.
No es una iniciativa novedosa. Desde 2003 la Ertzaintza es el primer cuerpo de seguridad en Europa con un certificado UNE-E-ISO 9002 y hasta una ‘Q’ de calidad. En el caso de los Mossos la Consellería de Interior distribuirá un cuestionario en el que los detenidos podrán opinar sobre el trato recibido en dependencias policiales e incluso se les preguntará si desean denunciar al agente que les ha tratado. Los ertzainas tienen ya implantada dicha encuesta y según una revista interna los arrestados dan a la Policía autonómica 6,08 puntos, un aprobado con nota. Lo que más valoran es “la rapidez con que han sido respondidas solicitudes como ir al baño”.
No pretendo dudar de estas certificaciones para medir la fiabilidad de un producto o marca –desde la perspectiva de ciudadanos consumidores, la Policía lo es y al ser esposados nos convertimos en sus clientes-, aunque algunos de los 333 puntos y banderas negras concedidos por Ecologistas en Acción a playas del Mediterráneo español por su inmundicia coinciden con arenales con bandera azul y hasta ‘Q’ de calidad. En esta Galaxia Orwell que habitamos no debe sorprendernos que estas operaciones de imagen impliquen siempre a sujetos sospechosos de todo lo contrario a lo que se nos vende. En Cataluña los Mossos coparon titulares por la acumulación de denuncias sobre supuesta brutalidad policial, por lo que una detención de calidad certificada suena un tanto sobrecogedor: Es proverbial la gran calidad con la que las IDF israelíes se aplican a hacer la vida imposible a los palestinos. El Ejército ruso merece una certificación de calidad por la efectividad y limpieza con la que ha arrasado el Cáucaso y para qué hablar de los diplomas de excelencia a los que se ha hecho acreedora la CIA por el mantenimiento de las oligarquías latinoamericanas.
Afirma el Ayuntamiento de Granada que posee documentación para demostrar la calidad artística del monumento a José Antonio Primo de Rivera en la Plaza de Bibataubín, para el que el Gobierno y el sentido común piden la retirada. Tal vez un día de estos Torres Hurtado nos sorprenda y sobre los cinco brazos que saludan a la romana diseñados por López Burgos en lugar de las alas de un águila aparezca una gigantesca ‘Q’ y la placa que homenajea al líder fascista será sustituida por un código de barras y un certificado ISO 9000 para los caídos por Dios y por España.
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