sábado, 3 de enero de 2009

Comenzó la invasión de Gaza



Israel está cavando su propia tumba

Ya ha comenzado. Esta tarde la artillería y los tanques israelíes han iniciado la ofensiva terrestre sobre Gaza. Es la consumación de un crimen, si injustificado, desproporcionado y loco desde el principio, más repugnante aún en cuanto a que busca un rédito electoral directo pagado con sangre. De momento ha sido la sangre de los palestinos, pero ahora habrá que ver si lo que reciben en Tel-Aviv en lugar de votos en las urnas no son cientos de ataudes en fila. Israel, con sus gobernantes, se ha metido en el interior del avispero, allá donde potencias más fuertes han sido derrotadas. Por si el ejemplo de EE.UU. en Irak, Afganistán o Vietnam les queda lejano, su propia aventura contra Hezbollah en Líbano no fue precisamente una victoria. Pero lo que hoy comienza es mucho más arriesgado y tenebroso. Gaza es un punto de no retorno tras el que Israel sólo puede avanzar hacia su propia destrucción. ¡Cuántos años, cuánto esfuerzo y cuánta sangre en vano! En su histórica búsqueda de la Justicia el pueblo y los gobernantes de Israel han cometido muchas injusticias, demasiadas con los palestinos, pero esta masacre tiene difícil equiparación. Ni que decir tiene que deja sin argumentos y sin ganas para defender el derecho a la existencia y a la seguridad del Estado de Israel. ¿Quién tiene fuerzas, con lo que está ocurriendo, para repetir las viejas argumentaciones, no creo que equivocadas, pero sí vacias hoy?

Lo que viene lo van a sufrir sobre todo los más débiles, los palestinos, y es a quienes hoy hay que apoyar, independientemente de quienes -legítimamente- les gobiernan. Pero Israel está derrotado desde el momento en que el primer tanque ha atravesado la frontera y sus gobernantes y militares han puesto en marcha la cuenta atrás para el fin del propio Estado de Israel. El tiempo juzgará tanta insolvencia, tanta crueldad y tanta estupidez. De momento juega a su favor el entramado de intereses que convierten en inútiles a las instituciones internacionales, la tibieza e inutilidad de las condenas, resoluciones y advertencias, pero la marea de la opinión pública mundial va creciendo y las manifestaciones se reproducen en Occidente -setenta mil personas en Londres-, y con la ira crece el alistamiento de voluntarios en todo el mundo islámico. Por cierto que en España cabe preguntarse dónde está el PSOE en estas manifestaciones; ausente en todas partes acorde con la tibieza cómplice del Gobierno Zapatero que no quiere verse retratado en los medios ultras como "amigo de los terroristas de Hamás". Curiosamente, sólo en Melilla, donde el voto musulmán es decisivo, los socialistas han anunciado su presencia en las manifestaciones de repulsa.

Así cuentan el comienzo de la invasión El País, Haaretz y La Vanguardia.

Pero en El Mundo del 30 de diciembre he encontrado un artículo imprescindible para desmontar el argumentario que muchos de los colaboradores de ese mismo periódico aún defienden. es de la ex corresponsal en Palestina Mónica Prieto: Desmontando los tópicos de Gaza

2 comentarios:

ANGELFIRE dijo...

ANGELFIRE - 03/01/09 - 05:40 pm

España tiene a la ETA y para acabar con los terroristas busca a los terroristas, los atrapa vivos y los lleva ante un tribunal. Los judios para atrapar a un presunto terrorista de Hamás mata a 400 civiles entre ellos niños, bebés, mujeres y asesina a solo un dirigente de Hamás...¿por que todos callan esta barbarie, que le pasa a la humanidad, por que se permite esto...no es justo, esto no es una guerra, es un asesinato brutal sin precedente. Lo que pienso de los Judios es tan cruel y feo que mejor me callo.

No me imagino que zapatero para acabar con el terrorismo de ETA mate a 400 vascos y a un solo etarra con la estúpida disculpa de que es por la seguridad de los españoles...

Federico Vaz dijo...

Puedo estar en esencia de acuerdo con la mayor parte de lo que dices. Pero ojo, cuando hablas de los judíos deberías hablar de los gobernantes y los militares de Israel, incluso de esa mayoría del pueblo de israel que se ha ido radicalizando y que apoya los ataques. Lo que están haciendo es repugnante, pero no es algo que haga una raza o un pueblo. Hacer esa peligrosa generalización lleva al antisemitismo, es decir, al racismo.