En España hay no pocos escritores que sobreviven ganando concursos literarios de pueblo. Aunque ya casi no se convocan oposiciones, nos pasamos la vida concursando o siguiendo a quienes concursan, y eso a nuestros gobernantes no se les escapa. Por eso los noticiarios se parecen a la final de un concurso, con una comparsa de políticos y figurantes abrazándose satisfechos frente a otra comparsa con cara de decepción. Por eso la información deportiva ha exportado uno de sus titulares más tópicos: “No pudo ser”.
Y cuando no concursamos, conmemoramos. Vivimos en un permanente cumpleaños infantil en McDonalds. El Milenario del Reino de Granada mañana, aquel interminable Quinto Centenariode ayer, el Bicentenario de las Cortes de Cádiz hoy... Hay hasta una Sociedad Estatal con sus despachos y burócratas para organizar todos esos cumpleaños que fijan en el calendario un horizonte para la utopía, cuando se terminarán todas las obras, cuando viviremos en Jauja. Concursando y conmemorando, proclama la propaganda, se crea riqueza y empleo. Y es cierto, brotan como setas empleos de gerentes de consorcio, asesores, jefes de protocolo y pelotas que se hacen ricos con nuestra pasta.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Pues sí, nos está saliendo caro el entretenimiento. La arena política no deja de ser un lamentable espectáculo. Por cierto, mucho mejor leerte aquí, con mucha más documentación de por medio, que en triste papel de los diarios Joly. Un saludo,
1 comentario:
Pues sí, nos está saliendo caro el entretenimiento. La arena política no deja de ser un lamentable espectáculo. Por cierto, mucho mejor leerte aquí, con mucha más documentación de por medio, que en triste papel de los diarios Joly. Un saludo,
Álvaro Calleja
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